BRUSELAS. En cada contrato, siempre hay que leer la letra pequeña que,por lo general, suele estar al final. Y, efectivamente, el contrato que la Unión Europea (UE) va a firmar para salir de la crisis de la covid-19 tienen unas líneas al final de sus 68 páginas que definen el espíritu de una Europa en peligro por los intereses nacionales de unos pocos. Estas son las conclusiones finales alas que han llegado los líderes de los 27 países de la Unión de madrugada y tras cinco días de negociaciones en las que, no obstante, se da como positivo el Plan de Recuperación para salir de la crisis que ha provocado la pandemia de coronavirus.
La letra pequeña radica en el cheque de vuelta para cinco países,los llamados cuatro frugales que lideraron la oposición a las ayudas directas-Países Bajos, Dinamarca, Suecia y Austria- más Alemania. Todos ellos,contribuyentes netos, tendrán una generosa devolución de sus aportaciones al presupuesto en los próximos siete años, que en total suma 52.000 millones de euros que deberán aportar de más el resto de países de la UE.
Pero, lo más importante es que serán los Estados, y no la Comisión, los que decidirán en última instancia si se dan las subvenciones a los países que las necesiten, a expensas del plan de reforma presentado por cada gobierno para tener acceso a este dinero. En todo caso, no se trata de una capacidad de veto total, como pedían los nórdicos, y de ahí el éxito de la negociación, pero sí una especie de tutela, ya que podrían suspender la ayuda si no se aprueba el plan de reforma de un país en la dirección en que estos gobiernos ajenos decidan.
Además, el medio billón de euros que había propuesto la comisión en transferencias directas se reduce a 390.000 millones, mientras que 360.000 millones se destinarán a préstamos a devolver con intereses. Ambas cantidades suman los 750.000 millones de euros propuestos por la Comisión y aprobados por el Parlamento, aunque la cantidad en ayudas directas era mayor,hasta medio billón. Esta cantidad, que forma el Plan de Recuperación NextGeneration EU suma junto al Plan Financiero Plurianual 2021-2027 un total de 1.824.300 millones de euros, cifra superior a la que quería el Consejo en su inicio.
El hito histórico radica en que, por primera vez, se subvenciona a los Estados con dinero a cargo del presupuesto de la Unión, sin obligación de devolución con intereses. No obstante, también está la partida de 360.000 millones préstamos, a la que se puede apelar utilizando los instrumentos financieros crediticios que se crearon con la crisis de 2008, como el Mecanismo Europeo de Estabilidad, por ejemplo.
En la crisis financiera anterior, el objetivo era salvar el euro y los préstamos se realizaron con importantes condicionalidades de reformas macroeconómicas. En esta ocasión, también se pedirá un Plan de Reformas incluso para el acceso a la ayuda directa, con la tutela del Consejo,que es quien debe aprobarlo aunque ateniéndose al informe de la Comisión.Bruselas tendrá en cuenta el cumplimiento de las recomendaciones económicas anuales de cada país, la creación de empleo o la contribución de las inversiones en las transiciones ecológica y digital.
Con este acuerdo, a España le corresponderán 140.000 millones, de los que 72.700 millones serán en ayudas directas a las que podría acceder en los próximos tres años. Además, también podrá solicitar el resto en préstamos del MEDE, que es la hucha de la Unión, con devolución a largo plazo y bajo interés. España e Italia serán los países más beneficiados con las subvenciones, al ser los países más golpeados por la pandemia.
El Consejo se reúne este martes en pleno para aprobar el acuerdo y el Parlamento deberá también ratificarlo en sesión plenaria el próximo jueves. La eurodiputada valenciana Inmaculada Rodríguez-Piñero manifestó que la Comunitat Valenciana está bien posicionada para acceder a estas ayudas. “Hoy tenemos 750.000 millones de razones para creer en una mejor Europa y en una Europa más solidaria, más justa y más unida”, ha declarado la eurodiputada del PSOE
Un acuerdo que Rodríguez-Piñero ha calificado de “histórico” tanto por la cuantía con la que finalmente se ha dotado al fondo de recuperación como por la rapidez con la que Europa ha dado solución a una crisis sin precedentes. “Nos jugábamos nuestro futuro, el del proyecto europeo y el de la economía de los 27 Estados Miembros y, por una vez en mucho tiempo,Europa ha estado a la altura”, manifestó la dirigente socialista.
En las conclusiones del acuerdo, también se contienen las ayudas para la PAC, de 500 millones para España, o los fondos de cohesión regional, los más perjudicados del Plan Financiero Plurianual y que se detallan en este acuerdo par los próximos siete años.
Estas partidas sufrirán recortes por los más de siete mil millones de euros anuales del cheque de devolución para los cuatro frugales más Alemania. En total, para el próximo Marco Financiero Plurianual, de 2021 a 2027,serán 52.000 millones, de los que unos 13.000 serán devueltos a Países Bajos,el más beneficiado y el más reacio a compartir la deuda de la crisis de forma solidaria.
Otro de los condicionantes para llegar a un acuerdo, o para buscar la discordia, era la exigencia de que estos fondos fueran aparejados al respecto del Estado de Derecho y el cumplimiento de la legislación comunitaria en Derechos Humanos. Se trataba de un recado a los países del Este, algunos delos cuales han aprovechado la pandemia para socavar las libertades y otros están bajo procedimiento sancionador por la Comisión por la misma razón.
Al final, la cuestión se ha saldado con una frase salomónica que permitiera el voto del grupo de Visegrado, formado por los países del Este que entraron hace casi 15 años en la UE. Incluso el primer ministro holandés,que era uno de los más exigentes, aceptó la forma en que se planteó esta condición en el acuerdo final. El texto inicial se ha modificado y viene a decir que, si un Estado miembro rompe el Estado de Derecho, la Comisión designará un sistema para tomar medidas.