Rincón Huertano, el homenaje a la tradición y a la huerta murciana

MURCIA. Al Rincón Huertano se llegaba por un camino tan estrecho de huerta que apenas cabía un coche. Después de un buen trecho serpenteante, el invitado se encontraba con un rincón exquisito. La barraca original rodeada de naranjos y limoneros, que aún se conserva como el núcleo de este emblemático lugar que homenajea a la tradición y la huerta murciana en cada plato, la levantaron Manolo y Conchi en 1990 para compartir reuniones y comidas con los amigos. Pero dos años después decidieron dar el salto y compartir este idílico lugar abriendo un restaurante.

"Era un lugar de recreo que se convirtió en un restaurante. Mi madre se dedicaba a la hostelería, trabajaba con mi abuelo en un bar, y este sitio les pareció ideal", cuenta Manuel Arnau, hijo de la pareja y responsable I+D del Rincón Huertano. Todo lo que tenga que ver con la huerta, es su leiv motiv.

Y es que el entorno es uno de los privilegios de este lugar presidido por esa barraca, la casa típica de la huerta de Murcia que servía como vivienda para labradores y ganaderos. Es el emblema del restaurante, corazón y origen del mismo, y preside la terraza de verano creando un marco incomparable. Aquí se puede disfrutar del olor a huerta, el relente de las moreras, el ruido del agua, los jardines y el sabor de la buena cocina, "para disfrutar con los cinco sentidos" de la experiencia, como destacan.

La propuesta gastronómica de este edén huertano, por tanto, está basada en los productos de la tierra murciana y en recetas tradicionales. "Por lo que más nos conocen es por esa tradición y esas recetas que no puedes encontrar en otros sitios", explica Manuel. Manitas de cerdo, guiso de trigo, manos de toro, leche frita, zarangollo, paparajotes... "Todas las recetas tradicionales, las tenemos", asegura. No obstante, en los últimos años también han introducido innovaciones, con una línea más en consonancia con la vanguardia gastronómica de la Región. 

Entre los platos que más salen, "sobre todo desde el confinamiento", está el pulpo rockero, a la brasa, con patatas cocidas de la huerta, aceite de oliva, perejil, ajo y pimentón, "muy murciano", afirma Manuel. También destaca de la carta el secreto de angus con crema de trufa, boletus y láminas de boniato; la dorada a la brasa, o el arroz y conejo a la leña. De postre, siempre recomienda la interpretación del paparajote con leche frita.

Además, han hecho una apuesta muy fuerte tras la pandemia creando ‘La terraza del Rincón Huertano', un nuevo concepto "en un entorno inmejorable. Nuestra apuesta es en exterior, con pequeñas haimas para frenar el relente y estar a gusto y con seguridad".

Ahora abren de miércoles a domingo a mediodía, pero desde el 15 de diciembre al 11 de enero abrirán todos los días para ayudar a la celebración de estas fiestas, siempre con seguridad y con todas las medidas de higiene a las que obliga el momento.

Lo que nació siendo un pequeño restaurante en la huerta, se ha convertido en un referente de la gastronomía murciana, fiel conservador de las tradiciones y las costumbres de la Región.