SUFRIÓ UN GOLPE DE CALOR 

Las protestas por el caso del temporero nicaragüense fallecido en Lorca llegan a Pamplona

16/08/2020 - 

MURCIA (EFE/EP). La demanda de justicia para el temporero Eleazar Blandón, quien sufrió un golpe de calor durante su jornada laboral en Lorca y presuntamente fue abandonado en muy mal estado en un centro de salud, tras lo que murió, se ha unido al rechazo a una ley de Extranjería que "mata" en una concentración celebrada este domingo en Pamplona. 

Alrededor de una decena de personas se han congregado en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona donde han desplegado una bandera de Nicaragua y un cartel con la imagen de Eleazar Blandón y el mensaje 'No es trabajo, es esclavitud'. Además, han colocado sandías y lechugas en el suelo con un cartel con el mensaje 'En Navarra también pasa'. También han gritado consignas como 'Justicia para Eleazar', 'La Ley de Extranjería mata gente cada día' y 'Ninguna persona es ilegal'.

Dos representantes de los convocantes han leído, en castellano y en euskera, un comunicado en el que han relatado que Blandón "era un inmigrante recién llegado sin empadronamiento y solicitante de asilo político. En su país dejaba atrás el miedo a las represalias por haber participado en el levantamiento cívico en contra del régimen de Daniel Ortega en 2018".

"En nombre de un futuro más digno para su familia, Eleazar soportó el maltrato y los abusos laborales por parte de su jefe en la explotación agraria de Murcia", continuaba el comunicado, en el que se ha asegurado que "no es una situación excepcional o un caso aislado entre la comunidad migrante que trabajaba en los campos españoles".

"Ese 1 de agosto la jornada laboral se extendió desde las 7 de la mañana hasta las 14.00 horas, y luego se prolongó en la recolección de melones en una finca adyacente. Ese día, Eleazar se desplomó en plena jornada de recolección" y "fue abandonado a la entrada de un centro de salud" donde falleció, han recordado.

Han relatado "la explotación laboral" que Blandón contó a su familia días antes de su muerte en un campo en Lorca donde "su jefe les llamaba 'burros sin valor', no les daba permiso para orinar ni descansar bajo la sombra, y tampoco les pagaba lo acordado", han censurado.







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