El doctor Juan José Alarcón toma posesión como académico numerario de la Academia de Ciencias de la Región

MURCIA. Juan José Alarcón Cabañero, doctor en Biología y director del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), ha sido investido como nuevo Académico de Número de la Academia de Ciencias de la Región de Murcia (ACCRM), en un acto que tuvo lugar en la Sala ATICA de la Universidad de Murcia (UMU). La toma de investidura contó con la presencia del consejero de Empleo, Investigación y Universidades, Miguel Motas, y con la directora general de Investigación e Innovación Científica, María Isabel Fortea.

En su discurso de ingreso, titulado El agua como fuerza motriz de las plantas, expuso la importancia que este bien tiene para el mundo vegetal. El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) aseguró que "el aumento de las sequías y el crecimiento de la población mundial están produciendo una disminución de los recursos hídricos destinados a la actividad de la agricultura de regadío. Un hecho que está provocando que este sector pase a un segundo o tercer plano".

Como solución a este problema, el nuevo Académico Numerario hizo referencia a las fórmulas que se han estado estudiando estos últimos años para la optimización del uso del agua en la agricultura de la Región de Murcia.

Desde su grupo de investigación se han enfocado en el "desarrollo de estrategias de riego de precisión, con la inclusión de la planta como 'sensor' de las necesidades hídricas del cultivo. Y, por otra parte, en la aplicación de tácticas de riego deficitario controlado que permitan ahorrar agua en los ecosistemas de regadío".

Además, argumentó que "una sociedad comprometida y avanzada con el medioambiente debe compatibilizar la necesidad de producir alimentos con un uso eficiente de los recursos hídricos disponibles".

Alarcón también destacó también el ímpetu que durante todos estos años han mostrado en la búsqueda de la optimización del uso del agua en la agricultura. Este objetivo, que ha marcado su carrera desde que entró en el CEBAS en 1995, ha permitido obtener nuevas variedades de plantas resistentes a ambientes áridos y salinos gracias a los potenciadores genéticos, parte del ADN que puede ser unida por proteínas para aumentar la probabilidad de que se produzca la transcripción de un gen en concreto.

Además, ha logrado junto a su equipo desarrollar novedosos sistemas de tratamiento agrícola basados en el uso de biofertilizantes menos contaminantes e, incluso, gracias a la economía circular, nuevos métodos de riego basados en la utilización de aguas no convencionales.