Una nueva vida para la Casa de los Cachá en Lorca: arquitectura para mantener vivo el patrimonio  

LORCA. La rehabilitación y ampliación de la histórica Casa de los Cachá en el centro de Lorca para la adecuación de seis viviendas unifamiliares, que ya están vendidas y habitadas, es un ejemplo de lo que se debería hacer en la Ciudad del Sol "pero multiplicado por mil". Así lo asegura el arquitecto José Luis Martínez Romera, del estudio lorquino Romera + Pascual -especializado en rehabilitación de edificios históricos por daños sísmicos u otras patologías-, que comenzó con este proyecto hace nada menos que una década. Hoy por fin es una realidad que contribuye a reactivar y revitalizar el casco histórico.

Esta casa señorial de estilo ecléctico, que data del siglo XVIII y está ubicada en pleno recinto histórico (calle Juan de Toledo), se utilizó como sede del Paso Blanco durante una época y quedó deshabitada por años debido a su mal estado -el inmueble se vio dañado por los terremotos de 2011, que tan nefastas consecuencias dejaron en el patrimonio lorquino-. Fue finalmente un promotor particular el que se hizo cargo del proyecto arquitectónico, que ha consistido en transformar la residencia antigua en dos pisos de unos 140 metros cuadrados cada uno, al tiempo que se ha ampliado el inmueble con obra nueva en el solar colindante, sumando otras cuatro viviendas (de aproximadamente 110 metros cuadrados).

Explica José Luis Martínez que en este proyecto se ha respetado la estructura del edificio original, que cuenta con un grado de protección 2. La finca catastral incluía un patio-solar sin edificar, con fachada a la calle Santo Domingo, que es donde se ha llevado a cabo la ampliación. Apunta el arquitecto que la vivienda solariega, como tantas otras de la alta burguesía lorquina de la época, contaba con una fachada de gran sobriedad, escondiendo en su interior toda la belleza y el lujo que evidenciaba la riqueza de sus propietarios. Como elemento distintivo de las viviendas construidas en esta época en la zona cabe señalar el torreón -está situado sobre la caja de escalera, tiene el suelo a 12 metros sobre la escalera y está construido con bóveda catalana y tabiques palomeros- al que no se tenía acceso debido al deterioro provocado por el terremoto y a la fractura de la escalera interior en ese tramo.

Precisamente, la señorial escalera de acceso, que impresiona por sus dimensiones, con unos 14 metros de altura, es uno de los elementos más destacados del interior de la casa señorial, que contaba con pavimento vidriado, así como con pinturas murales y frescos en algunas dependencias, que se han protegido adecuadamente.

El reto de reconstruir el torreón

El gran reto al que se enfrentaron los arquitectos en este proyecto fue conseguir reproducir la estructura original del singular torreón (tanto de la cubierta en madera como de su suelo), de una excepcional altura. Se consiguió recolocando los ladrillos uno a uno y sustituyendo aquellos que estaban rotos por otro de similares características. En este caso, el torreón se ha unido a una de las viviendas de obra nueva, formando una especie de dúplex en el que conviven pasado y presente.

La parte antigua de la casa rehabilitada conserva, asimismo, la memoria de su historia, con los techos altos que tenía originalmente y con recuerdos de lo que fue en paredes de piedra o fragmentos de vigas que aportan personalidad y nobleza.

La Casa de los Cachá es un ejemplo de cómo una vivienda histórica de Lorca sale del abandono para emprender una nueva vida. En este sentido, a José Luis Martínez le preocupa que el Plan Especial de Protección y Rehabilitación Integral del Casco Histórico de Lorca (Peprich) aumente tanto el grado de protección de los muchos inmuebles que necesitan ser intervenidos que no se puedan llevar a cabo actuaciones como esta; siempre -insiste- desde el máximo respeto al patrimonio histórico de la ciudad.

Un antes y un después de los terremotos

No en vano, el estudio Romera + Pascual -formado por José Joaquín Pascual Ruiz y Jose Luis Martínez Romera- se ha especializado en rehabilitar, construir y analizar todo tipo de edificios y estructuras ante un posible movimiento sísmico, interviniendo inmuebles que van desde el siglo XVI hasta el día de hoy, rehabilitándolos estructurálmente así como readaptando su uso a las nuevas necesidades. Los arquitectos recuerdan al respecto que ambos vivieron los terremotos en primera persona y formaron parte de los gabinetes de crisis que al día siguiente se crearon en la ciudad. "Lo que vimos a partir de ese día hasta muchos años después formara parte de nuestras vidas, para siempre", aseguran.

Romera + Pascual ha actuado en edificios tan emblemáticos en Lorca como son la Casa Consistorial, el Huerto Ruano y la Plaza de Toros, entre otros. Destacan también las consolidaciones estructurales y después cambio de uso de varias viviendas señoriales que se han convertido en edificios de viviendas como son esta de la Casa de los Cachá o Corredera 50, ambas ubicadas en la calle Corredera de Lorca.