LORCA. Una magnífica colección de seis armas de fuego de avancarga es la última incorporación a la musealización del Palacio de Guevara de Lorca tras haber sido restauradas por los alumnos de los talleres municipales de empleo. "Estas armas, con una cronología que abarca desde mediados del siglo XVIII hasta principios del XIX, forman parte de nuestro patrimonio cultural, ya que se trata de piezas de gran valor histórico y militar", ha destacado el alcalde, Fulgencio Gil, mientras supervisaba el armamento.
"Entre las piezas más destacadas de esta colección se encuentran una escopeta de caza atribuida a la prestigiosa armería catalana de Pedro Esteva, así como dos pistolas del núcleo de armeros de Eibar, posiblemente construidas a finales del siglo XVIII por los renombrados armeros Guisasola. También se incluye una pistola del año 1840 de la fábrica de Oviedo y del armero Larrosa, originario del País Vasco pero establecido en el Principado de Asturias", explicaba Gil Jódar, que añadía que "dos piezas de esta colección aún esperan ser identificadas, a pesar de contar con las marcas de sus fabricantes. Se trata de una pistola y una escopeta corta, o petrinal, que datan de finales del siglo XVIII o comienzos del XIX".
Además de las armas de fuego, la colección incluye una pieza muy curiosa que no estaba inventariada dentro de los bienes de la conocida como 'Casa de las Columnas' y que fue descubierta durante el proceso de restauración de uno de los armarios. Se trata de un molde de tenacillas que se utilizaba para la fundición de balas de plomo, fabricado en acero y conocido como 'turquesa' o 'balero', ha señalado el alcalde de Lorca.
Las armas, que muestran la maestría artesanal de su época, están hechas de una variedad de materiales como acero, latón, madera, nielados de plata y grabados al oro que presentan a veces trabajos de talla, fundición e incrustación, así como algunas decoraciones a punzón o cincel. "A pesar de su belleza, estas piezas históricas presentaban en su estado original profundas corrosiones por oxidación, suciedad adherida, desajustes y maderas agrietadas. Gracias a una cuidadosa intervención realizada por los alumnos del taller de restauración perteneciente a la Concejalía de Desarrollo Local, se ha logrado preservarlas y protegerlas", indicaba Fulgencio Gil.
El primer edil señalaba que "los trabajos de restauración se han centrado en conservar las armas eliminando los problemas que inciden en su deterioro progresivo y, cuando ha sido posible, restituir el equilibrio de su primer momento, protegiéndolas del medio ambiente agresivo. La eliminación de la corrosión se llevó a cabo mediante una limpieza manual escasamente agresiva, utilizando bisturí, punzones, espátulas de madera o de fibra de vidrio, y útiles de caucho-grafito. En casos de concreciones más resistentes, se utilizó una disolución de ácido oxálico al 8%. Finalmente, se aplicaron acetatos y ceras microcristalinas para la inhibición y protección final de las piezas ante un medio agresivo, proporcionando una consolidación final a las mismas".
La presentación de esta colección de armas restauradas es un adelanto de lo que tanto los lorquinos como los visitantes podrán apreciar en este lugar emblemático, que atesora parte de la rica historia y el arte de nuestra ciudad. "Este armamento no solo enriquece el legado cultural de Lorca y del Palacio Guevara, sino que también destaca el constante compromiso del Ayuntamiento en salvaguardar y fomentar el patrimonio material tenemos en nuestro municipio", concluía Gil Jódar.
Según informa Efe, el montaje y desmontaje del belén municipal en el patio del palacio lorquino de Guevara, que comenzarán el 20 de noviembre y terminarán tras Reyes, retrasarán la apertura de este edificio barroco como museo hasta la segunda quincena de enero, según el concejal de Cultura, Santiago Parra, que inicialmente la preveía para finales de noviembre.
Aunque para ese momento está previsto que las obras de musealización del palacio hayan concluido, los trabajos de montaje del belén monumental en el patio porticado obligarían a cerrar de nuevo el monumento a las visitas hasta Navidad, motivo por el que el consistorio habría decidido postergar la inauguración hasta enero.
Está previsto que cuando el palacio comience a funcionar como museo cambie de forma definitiva la ubicación navideña del belén municipal, el más grande de entre todos los de los ayuntamientos murcianos, que podría ser instalado en el patio con lucernario del edificio del casino artístico-literario, cuya restauración aún no ha concluido.