MURCIA.  Este piso de los años 60 situado en pleno centro de Murcia, con unas vistas inmejorables al estar en una planta doce, presentaba un problema muy común en las viviendas de esta época: una compartimentación y distribución que nada se ajustan a las necesidades actuales. Así que sus propietarios, una famila con niños, encargaron al estudio murciano Arkhé Arquitectura y Diseño el proyecto de reforma que transformaría un piso anticuado en un hogar moderno, elegante y de atmósfera atemporal, en el que la cocina juega un papel vertebrador, además de ser considerada como "el mirador de la casa". De hecho, el proyecto se llamó 'Piso Mirador'.

Los arquitectos Irene Jiménez Godoy y Pepe López Garrido recuerdan que la vivienda de 180 m2 "estaba terriblemente distribuida y desaprovechada pese a las grandes posibilidades que poseía al ser toda exterior y a la altitud de la planta, por lo que decidimos trazarla totalmente de cero, a medida para nuestros clientes". Ellos son una joven pareja que pasa bastante tiempo en la cocina con sus niños pequeños, por lo que desde el estudio murciano decidieron que ésta fuera el eje central y articulador alrededor del cual se organizara la vivienda. "Quisimos crear un espacio diáfano en el que hubiera continuidad entre salón, cocina y comedor. Diferenciando muy bien la zona de día y la zona de noche", señalan. 

Hay un elemento en la casa que llama la atención, tanto por su diseño como por su utilidad. Y es que como nexo entre el salón y el comedor los arquitectos crearon una bancada de madera fresada que oculta en su interior los radiadores y acomoda distintos armarios, muy útiles para el almacenamiento de la vivienda. "De esta manera creamos un elemento que une dichas estancias y permite sentarse tanto a contemplar las vistas, leer o disfrutar de la compañía en las distintas estancias", explican.

Materiales naturales y cálidos

Irene Jiménez Godoy y Pepe López Garrido cuentan a Murcia Plaza que para ellos siempre ha sido muy importante "la materialidad de la vivienda". En este caso, concretamente, buscaron "crear una atmósfera atemporal que transmitiera paz y para ello elegimos materiales naturales, cálidos, con presencia de madera de roble, piedra y textiles neutros en tonos arena, blancos y crudos, siempre en conexión con la tierra".

Asimismo, apuntan que la cocina, por su ubicación y vinculación a la zona pública, "necesitaba hablar el mismo lenguaje que el resto de la vivienda, por ello que decidimos articularla alrededor de una isla central hecha en madera de roble natural y combinada con el resto de los armarios en blanco roto que combinaba a la perfección con la encimera". Ventanas y grifería en negro ponen un acento diferente y con mucho efecto. 

Además, integraron en uno de los muros una gran cristalera de tal manera que "permitiera poder cerrar la cocina cuando se necesitara, pero siempre manteniendo las bonitas vistas que se tiene de la ciudad mientras se cocina, a la vez que quedara oculta cuando estuviera abierta y no rompiera esa continuidad espacial. Para nosotros era el 'mirador' de la casa".

Para finalizar este recorrido por la metamorfosis de esta vivienda, no podía falta una referencia a la incorporación de un gran vestidor exterior que goza, con privacidad, de las vistas de la ciudad. "Queríamos que fuera luminoso, amplio y elegante y que permitiera, de un vistazo vislumbrar todo su contenido".

Irene Jiménez Godoy y Pepe López Garrido decidieron durante la pandemia establecer definitivamente su estudio de arquitectura en Murcia (tras haber tenido su sede en Madrid y oficina en Zaragoza). Fruto del aprendizaje en grandes firmas internacionales como Foster and Partners o Amanda Levete Architects, señalan que "desde nuestro nacimiento como estudio apostamos por continuar con los más altos estándares de calidad, eficacia, diseño y acompañamiento a nuestros clientes como aspecto diferenciador".

"Nuestros proyectos tiene la identidad de nuestros clientes, que serán los que habiten y utilicen los espacios que diseñamos, nosotros únicamente somo el catalizador necesario para conseguirlo", señalan esta pareja de arquitectos "apasionados del arte, la naturaleza y las personas... y por supuesto nos apasiona lo que hacemos".