Foto: ÁREA SALUD CARTAGENACARTAGENA. La obesidad, una de las enfermedades más preocupantes de nuestro tiempo, influye también durante un proceso tan complicado como es la anestesia. Una investigación realizada por el especialista del servicio de Anestesia y Reanimación del Hospital Santa Lucía César Augusto Candia Arana concluye que el evento extubación traqueal se anticipa de manera proporcional en los pacientes obesos, lo que significa que estos pacientes se despiertan de la anestesia con mayor rapidez.
Parte de estas conclusiones se reflejan en la tesis doctoral Tiempos de extubación y análisis farmacocinético no compartimental en pacientes obesos y no obesos anestesiados con un dispositivo controlado por objetivo para sevoflurano, que ha defendido Candia hoy en el Hospital Santa Lucía y que ha estado dirigida por los doctores Luciano Consuegra Sánchez, cardiólogo del recinto hospitalario de Cartagena, y María Elena Estellés Montesinos, exjefe del Servicio de Anestesia y Reanimación del Complejo Hospitalario Universitario de Cartagena.
En esta tesis se comparó en población obesa y no obesa, el tiempo de extubación, el nivel de profundidad anestésica, y los consumos de fármacos, Además, se evaluó la rapidez con que ocurrió el evento extubación y sus variables explicativas. También se realizó un análisis farmacocinético de las concentraciones del anestésico volátil.
El trabajo también ha encontrado una modificación del efecto o interacción, producida por la edad. En los obesos menores de 50 años, el evento extubación se anticipó en promedio; mientras que en los obesos mayores de 50 años, ocurrió lo contrario.
Los pacientes que requieren anestesia general necesitan asistencia respiratoria durante la cirugía. Para proporcionar dicha asistencia, el anestesiólogo puede insertar a través de la boca, un tubo en la tráquea y así ventilar los pulmones.
La extubación traqueal es realizada generalmente en el quirófano al finalizar la intervención, con el paciente en un estado superficial de anestesia, y posteriormente recupera la consciencia sin tener recuerdo de esta maniobra.
Además, la obesidad después del tabaquismo, es la segunda causa prevenible de muerte, y preocupa que uno de cada cinco adultos es obeso en España. Por tanto, el manejo del paciente con obesidad, es un desafío para el anestesiólogo. Implica dificultades inherentes a los cambios fisiológicos y anatómicos producidos por esta patología.
En este sentido, el ajuste de las dosis de los fármacos en ellos es complejo. En primer lugar, los pacientes obesos son excluidos de la mayoría de estudios farmacológicos con los que se aprueban los medicamentos. Por tanto, las dosis recomendadas de fármacos anestésicos para los obesos, se realizan con base en estudios posteriores a la aprobación del fármaco. Requiriéndose, una titulación cuidadosa e individualizada de las dosis por parte del anestesiólogo.
El dispositivo utilizado para la administración del anestésico en esta tesis, es el resultado de un proyecto del investigador principal iniciado hace 28 años, que finalizó en el 2008 con la colaboración del profesor de la UPCT Joaquín Roca González, con el desarrollo de la tercera versión del dispositivo TCI sevoflurano, para las máquinas de anestesia del complejo hospitalario de Cartagena.
El dispositivo electrónico permite reducir un 75 por ciento las emisiones de anestésicos volátiles (gases con efecto invernadero) a la atmósfera, comparadas con las producidas por el uso tradicional del vaporizador de anestesia. Además, esta tecnología cuantifica exactamente el consumo de mililitros del anestésico volátil.
