de las artistas María Dolores Conesa, Maribel Beneyto y Rosa Conesa

Tres formas de mirar y sentir confluyen en el Luzzy de Cartagena: exposición 'Garum: El sabor de nuestra tierra'

27/01/2022 - 

CARTAGENA. El grupo Garum, integrado por las artistas María Dolores Conesa, Maribel Beneyto y Rosa Conesa, expone hasta el 11 de marzo, en la primera planta del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy de Cartagena, la muestra Garum: El sabor de nuestra tierra, en la que concluyen tres miradas sobre el entorno en el que vivimos.

"Nuestra tierra es el atrezo que viste nuestra pintura,  con tres miradas que nutren nuestros pinceles en una relación de simbiosis con el entorno donde habitamos", explican las artistas, quienes añaden que "son nuestros ojos interpretando lo que vemos, plasmando nuestras individualidades como artistas. De la mente al lienzo pasando por la materia, óleo, acuarela. Somos tres pintoras contemplando un mismo lugar de nuestra tierra con diferentes sensibilidades, diferente formas de mirar".

La acuarelista María Dolores Conesa es una apasionada de la creatividad en cualquiera de sus manifestaciones. "La acuarela para mí está en relación simbiótica con la tierra, el mar y la luz; asumiendo la belleza de la normalidad: calles, plazas, árboles, sus paisajes y el mar", señala la artista, quien considera que "pasamos los días sin tener conciencia del aquí y el ahora, sin darnos cuenta de la belleza de los momentos, de los rincones, capturar la belleza de esa quietud del paisaje es lo que deseo llevar a cabo con mi acuarela. Mi pintura es carpe diem, sin prisa y sin justificación academicista. Es la sanación de mi alma".

Por su parte, Maribel Beneyto Mora expone por primera vez con motivo de esta muestra. "Siempre he sido una persona discreta, formándome de forma autodidacta y haciendo mi vida artística lo más práctica posible", dice, al tiempo que recuerda que el arte siempre ha estado presente en su vida y que ya de pequeña coleccionaba cromos de arte de Goya, Murillo y Velázquez. Con 18 años se matriculó en Artes y Oficios y, más tarde, en la Escuela de Arte, Diseño y Decoración. "Alterno mi vida cotidiana con la pintura, dedicándome a hacer retratos por encargo, que es mi pasión. Plasmar la personalidad de las personas sobre el lienzo es algo que hay que vivir para saber lo que se siente", añade.

Finalmente, Rosa Conesa manifiesta que "sumergirme en la pintura es para mí un proceso doloroso que no acaba nunca. Ni siquiera cada vez que finalizo una obra, porque al mismo tiempo ya tengo otra en mente… y vuelta a empezar". La belleza del entorno, del paisaje, del mar… "no es algo que quiera plasmar con el óleo porque esa belleza es única e inimitable, no hace falta reproducirla, tan solo observo y se queda en mi retina una parcialidad encantadora que consigo reflejar en mis lienzos. Con eso me conformo, porque consigo justo lo que me propongo y eso contrarresta el sufrimiento del proceso de una obra", afirma.

next