MURCIA. Más allá de la huelga del transporte que tiene en jaque a toda la industria, el sector de la distribución alimentaria se encuentra en un momento de profunda transformación. La pandemia no solo trastocó la forma de vida, sino que también asentó nuevos hábitos de consumo, que en muchos casos han llegado para quedarse. Este es el caso de la compra online que, aunque en ciertas categorías como moda ya iba al alza, ahora también penetra con fuerza en la alimentación.
De hecho, cada vez son más las compañías de ecommerce que van surgiendo para hacer más rápida y sencilla la compra diaria. Nuevas fórmulas que han llevado a muchas cadenas de distribución a acelerar sus procesos de digitalización para ofrecer nuevos servicios de experiencia al cliente. Una batalla por la fidelización que avanza a toda velocidad.
No obstante, por el momento, los españoles mayoritariamente prefieren acudir al supermercado. Así consta en el último informe publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que refleja que el canal de compra preferido por el consumidor español es el supermercado y el autoservicio, que en 2020 acumuló el 47% del total de la facturación. Sin embargo, experimentó un descenso de 0,8% respecto a sus cifras del año 2019.
Por detrás se sitúa la tienda tradicional, con un 18% del total facturado; le sigue el hipermercado (13% y bajada del 0,5%) y la tienda de descuento (13% y sin variaciones respecto a 2019). Y es que la compra online de productos de alimentación fue la gran beneficiada durante el año 2020 al aumentar un 72% por las restricciones de movilidad. No obstante, su cuota y volumen total es aún minoritario (2%).
Según apunta un informe de la consultora Savills Aguirre Newman, la pandemia ha supuesto unos nuevos hábitos en los consumidores que han provocado una transformación de la distribución con una venta online que se va consolidando. Y, en este contexto, también han aflorado otras fórmulas para prestar este servicio a través de las nuevas tecnologías.
Uno de los ejemplos más claros es la irrupción del delivery, que ha cambiado las reglas del juego. Ya no solo es un servicio a domicilio de comida, sino que han surgido plataformas que hacen la compra y la llevan a casa. Por tanto, uno de los principales retos del sector de la distribución es precisamente dar una respuesta a la necesidad de flexibilizar los modelos de negocio con nuevos conceptos. "La propuesta de valor de las cadenas de alimentación debe ir más allá de la compra a precios bajo, sino que debe incluir factores como calidad, servicio y experiencia", señalan desde la consultora.
Una de las tecnologías que están cambiando la forma de hacer la compra es el modelo implantado por Amazon del Just Walk Out. Se trata de una fórmula por la cual los clientes pueden entrar en el establecimiento, elegir su cesta de la compra y pagar con una tarjeta de crédito sin necesidad de interactuar con nadie. "Amazon lleva varios años probando su modelo de supermercados sin cajas en Estados Unidos y ha anunciado que abrirá 260 tiendas físicas llamadas Amazon Go en los próximos años y en diferentes países del mundo entre los que se encuentra España", explican desde la consultora.
Otro formato es el Smart Shop Pick & Go, que ha establecido la cadena de alimentación Sainsbury’s, una de las mayores en Reino Unido, a través de la cual el cliente abre una app, escanea el código QR incluido a la entrada del establecimiento y realiza sus compras tal y como lo hace habitualmente. A la salida, pasa de nuevo la aplicación por el código y automáticamente se carga el importe de los productos comprados, recibiendo vía email la factura.
Pero, más allá de estos formatos, si hay un factor que está protagonizando las nuevas formas de consumo es la agilidad a través de las entregas ultrarrápidas, el conocido como Q-commerce. En Francia, por ejemplo, el Grupo Casino ha llevado a cabo un acuerdo con la alemana Gorillas para las entregas de pedidos online, mientras que Carrefour ha puesto en marcha un servicio de entrega urgente denominado Sprint, por el que entrega sus productos en menos de 15 minutos, una iniciativa que cuenta con Uber Eats y las dark stores de Cajoo.
En España, la entrada de Glovo en el sector de las plataformas de supermercados ha supuesto una verdadera revolución en el mercado de la alimentación logrando absorber en poco tiempo parte del negocio. También ha irrumpido la startup londinense Dija, que garantiza el reparto a domicilio en Madrid en menos de 10 minutos y, en caso contrario, regalan 3 meses de delivery. Su funcionamiento está basado en el uso de seis dark stores ubicados dentro de áreas densamente pobladas de la capital y con de más de 2.000 productos disponibles a un precio similar al de los supermercados convencionales.
Pero las grandes cadenas de supermercados no se quedan atrás y se van sumando a esta tendencia. Este es el caso de Alcampo, que da un paso más en su política de proximidad cerrando el 2021 con cinco nuevos puntos de recogida en el centro de Madrid. También la cadena de supermercados Aldi está implementando dos nuevos tipos de venta. Por un lado, en Bélgica ha implantado ‘ANIKo 2.0’, un nuevo concepto enfocado hacia una alimentación saludable, mientras que en Zúrich (Suiza) ha puesto en marcha un nuevo servicio piloto de entrega urgente desde la tienda.
Se trata de tecnologías y fórmulas para adaptarse a las nuevas demandas del consumidor y a la que poco a poco las grandes cadenas de distribución tradicionales se van sumando para no quedarse fuera del mercado. Y lo seguirán haciendo con nuevos formatos y fórmulas con las que fidelizar a un cliente cada vez más digital.