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Seis planes para disfrutar del otoño sin salir de la Región de Murcia

23/10/2022 - 

MURCIA. Con la llegada del otoño, los planes de ocio cambian. La playa va perdiendo sitio, aunque el clima durante todo el año no la destierra del todo, y los planes que en verano son descartados por las altas temperaturas recuperan su espacio. Aquí os proponemos seis planes para disfrutar del fin de semana sin salir de la Región.

Rutas por las baterías de costas

    

La batería antiaérea de Roldán se encuentra en el monte del que recibe su nombre, a poniente del núcleo urbano de Cartagena, en la pedanía de Canteras. Desde su considerable altura (495 m sobre el nivel del mar) domina buena parte de la costa, como los embarcaderos de las Algamecas, la playa de la Parajola, la pequeña ensenada del Portús, etc.

La batería antiaérea de Roldán se creó conforme a los diferentes proyectos para fortificar Cartagena y su base naval emanados del Plan de Defensa de 1926.Así, los emplazamientos artilleros contemplaban también, además de las piezas preparadas para efectuar fuego a los buques enemigos, la lucha contra una nueva y terrible arma: la aérea. Tuvo un papel activo durante la Guerra Civil (1936-39), y fue finalmente desactivada en 1965. Actualmente está dentro de los terrenos pertenecientes al Ministerio de Defensa, y se encuentra en total estado de abandono.

Batería de Cenizas

La batería de Cenizas es en la actualidad un espacio natural protegido que se caracteriza por la abundante vegetación. Está enclavada sobre una escarpada línea de costa, a algo más de 300 metros sobre el nivel del mar. Se incluye en el término municipal de Cartagena, aunque está próximo el de la Unión, al que pertenece la vecina bahía de Portmán.

Este emplazamiento se construyó para montar dos de los cuatro grandes cañones Vickers de 381 mm que irían destinados a las fortificaciones de la base naval de Cartagena tras su compra a la casa británica como consecuencia del Plan de Defensa de 1926. Asociadas a ésta resultó la antiaérea de Negrete y la batería de La Chapa, enclavadas en sus cercanías. Tras su abandono a finales de siglo ha sufrido un considerable expolio y ruina. La Batería de Cenizas se ha convertido en un popular destino de excursiones a pie por la zona.

Villa romana de Los Villaricos

    

La conquista romana de la Península Ibérica provocó la aparición de nuevos núcleos de población en zonas rurales, que se llamaron Villae. Villaricos es una de estas áreas residenciales que se dividen en una zona termal, espacios domésticos y áreas de trabajo donde se elaboraban productos como el aceite o el vino. La parte doméstica de la villa se divide en un peristilo, un patio que divide las estancias de la villa y las termas, que forman parte de los baños que se podían tomar tanto fríos como calientes. Cuando se abandonó la villa, la zona residencial se transformó en una especie de basílica donde se han documentado numerosos enterramientos.

Fuentes del Marqués

   

El Paraje de las “Fuentes del Marqués”, es uno de los grandes atractivos del municipio de Caravaca de la Cruz. Sus características lo convierten en un parque natural en las afueras de la ciudad, de la que se encuentra a poco más de dos kilómetros. Se encuentra localizado a los pies de la Sierra del Gavilán y el Buitre, con una extensión de 17.4 Hectáreas. El especial microclima de la zona, caracterizado por la presencia de agua, proporciona al medio biótico y al físico especial peculiaridad, encontrándose en una reducida área gran cantidad de especies animales y vegetales que otorgan al paraje una clara singularidad.

Parte importante de las Fuentes es el paraje de las Cuevas del Marqués, situadas sobre una colina dominando las Fuentes. En este magnífico paraje, encontramos el Centro de Interpretación de la Naturaleza, ubicado en el llamado Torreón de los Templarios, (siglo XVI). En él, se ha tratado de aprovechar las idóneas condiciones del paraje, fomentando la información y formación ambiental, potenciando la oferta educativa, lúdica y cultural de Caravaca de la Cruz.

Casas encantadas

     

Encender las sirenas y tener a mano el equipo de protones es el mejor consejo si se tiene pensado ir al antiguo sanatorio de tuberculosos de Sierra Espuña. Su pasado como hospital de pacientes terminales y su emplazamiento apartado y rodeado de bosques, hacen de este uno de los sitios de la Región más frecuentados por cazadores de psicofonías y seres ectoplasmáticos.

Era el edificio más grande que jamás se había levantado en Sierra Espuña. Los casi 2.600 m2 de planta y 7.276 construidos harían de este hospital una de las obras de mayor envergadura de la historia de estas montañas, diseñado con capacidad para 56 enfermos, aunque la saturación de ingresos en determinadas épocas fue tal, que el número de camas se hubo de multiplicar hasta por tres para atenderlos. Se inauguró en 1935 y cerró definitivamente el 10 de mayo de 1962. 

     

Otro de nuestros lugares con un pasado más espeluznante es la Casa Cayitas de Alcantarilla. Un escudo con la cruz, la espada y el laurel anuncia que aquí estuvo instalado durante los siglos XVII y XVIII el Tribunal Comarcal de La Inquisición. En la actualidad, se encuentra ubicado el Archivo Municipal y se usa también como sala de exposiciones.

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