MADRID (EP). El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido la cohesión social y territorial frente a la "competencia fiscal a la baja" por la que abogan algunos presidentes autonómicos del PP. A su juicio, por esta cohesión ha velado el Gobierno tanto durante la gestión de la pandemia como ahora con las consecuencias de la guerra de Ucrania.
"Una respuesta de clara inspiración progresista y, si me permiten, socialdemócrata", ha aseverado en su intervención en el décimo aniversario de 'eldiario.es' en la plaza del Ayuntamiento de València, unas jornadas en las que participa este sábado la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Además, ha resaltado que si España tardó una década en recuperarse de la crisis financiara, en "apenas dos años" se han retomado los datos de empleo previos a la pandemia, lo que a su parecer demuestra que es inevitable preguntarse "cuánto dolor se hubiera podido evitar con políticas distintas" en 2008.
El jefe del Ejecutivo ha insistido en rechazar los "vientos de austeridad" y ha puesto como ejemplo una fecha, la del 26 de marzo de 2020 cuando se reunió por videoconferencia el Consejo Europeo para abordar la respuesta a la pandemia. En ese encuentro ha destacado que propuso una respuesta "unificada, potente y eficaz" para amortiguar el impacto de la crisis y evitar "sembrar semillas de desafección y división".
Es algo que ha ligado con el logro de la 'excepción ibérica' al gas para "proteger a la clase media y trabajadora y a muchas industrias presentes en la Comunidad Valenciana como la cerámica". "Dimos la batalla y la estamos dando ahora para reformar el mercado eléctrico", ha recalcado, junto a la captación de los fondos europeos Next Generation EU para "hacer frente a retos colosales".
Para Sánchez, esta postura refleja que España "al fin" se puede sentir reconocida en Europa, algo que ve fundamental para recuperar el "crédito" del proyecto europeo entre la ciudadanía, "donde más lo perdió hace una década", con políticas en defensa de la mayoría social.
Sánchez ha celebrado este viernes la estimación del Instituto Nacional de Estadística (INE) de que la economía española elevó su crecimiento un 1,5% en el segundo trimestre del año, cuatro décimas por encima de las previsiones que él mismo trasladó hace unos meses en el Debate sobre el Estado de la Nación.
"Esto nos anima porque creemos que, protegiendo a la mayoría social y haciendo inversiones para poder modernizar nuestra economía y hacernos más competitivos, es el camino para sortear una situación tan complicada como la derivada de Putin en Ucrania". Sánchez ha destacado que la estimación al alza del PIB es "un dato muy importante" para hacer frente a la situación de "muchísima incertidumbre" a la que se enfrentan España y la Unión Europea, "con una guerra a las puertas de Europa como telón de fondo". Una "curva" que, en su opinión, se podrá doblegar como se logró con la covid-19.
En este contexto, ha hecho hincapié en que "nadie duda" de que la respuesta debe ser distinta a la de la crisis financiera de 2008: potenciando el Estado del Bienestar en lugar del rescate bancario, las subidas "indiscriminadas" del IVA o la "amnistía y regalos fiscales a la minoría más pudiente".
De cara al futuro, ha garantizado que el Gobierno no buscará "excusas" para no profundizar en la transición ecológica o en políticas sociales que hoy se cuestionan en "democracias consolidadas" como Estado Unidos. "No aplazamos las conquistas sociales", ha dicho, y ha augurado que España será un "país mejor" dentro de una década.
También se ha referido a la relación con Catalunya para reiterar su intención de mantener la agenda de diálogo y "reencuentro para cerrar heridas y reconstruir la convivencia". "Entre todos estamos contribuyendo a garantizar de verdad la unidad de España --ha proclamado-- con diálogo, no con imposiciones ni confrontación".