Andrea Manfredini pública, junto al ilustrador José Manuel Serrano Sánchez, su primer cómic. Una historia de aventuras que se asoma al Japón de finales del siglo XVI
MURCIA. Es habitual en las historias bélicas que uno o dos personajes, habitualmente los protagonistas, sean los que logren combatir al enemigo. Da igual si son dos contra cientos que miles, como buenos héroes darán fin a la guerra, aunque las probabilidades reales sean más bien pocas. En su primer cómic, el castellonense Andrea Manfredini ha querido dejarse de "milagros" y, aunque hay dos personajes sobre los que recae el peso de la trama, es gente corriente y en apuros la que tiene un papel determinante. "No queríamos que la gente del pueblo que está en problemas, fuera pasiva. Los protagonistas ayudan a salvar la situación, pero también las personas corrientes se ocupan de sus problemas", explica el autor de Rise of Ronin.
Fue en el Japan Weekend de Madrid, celebrada la semana pasada en Ifema, cuando el guionista presentó su debut junto a José Manuel Serrano Sánchez, quien se ha encargado de la parte de la ilustración. Publicada por la editorial independiente Apache Libros, la novela se sitúa en el Japón de finales del siglo XVI, en el período Sengoku, una época especialmente convulsa donde las batallas entre clanes estaban a la orden del día. También revisita el periodo de Azuchi-Momoyamja Jidai, cuando la postguerra y sus radicales medidas afectaron fuertemente a las clases bajas. Rise of Ronin se sitúa en algún momento de estás últimas décadas previas al 1600 para asomarse a su realidad y destilar una aventura que refleje una pincelada de aquel fascinante y atroz pasado.
La trama la protagonizan dos samuráis. En este caso, un zorro de carácter más contenido y frío, y un sapo bastante pícaro y dicharachero. Unos samuráis que no sirven a nobles, sino a su pueblo. Ambos guerreros echarán una mano a los ciudadanos japoneses para salvaguardar sus vidas e intereses. Una historia de aventuras en la que sus autores han tratado de ser, sobre todas las cosas, fieles al contexto histórico en el que se ubican.
"Hemos hecho el cómic que nos gustaría leer, aunque suene tópico", asegura Manfredini. Amante del manga desde pequeño, su cómic bebe del cine de los años 70 y 80. La influencia de films como Los siete samuráis, dirigida por Akira Kurosawa, en cierta manera está presente. De hecho, que cada una de sus viñetas estén coloreadas en blanco y negro no es casualidad. "Decidimos que lo mejor era mantener una escala de tonos grises, ya que nos hemos inspirado en un contexto histórico real y en el cine clásico. De esta manera da una mayor sensación de tiempo pasado. No es una historia actual y eso se ha de notar", justifica el castellonense.
Fue en 2020, durante el confinamiento, cuando Andrea Manfredini empezó a desarrollar el guión de esta historia casi como una vía de escape. Su contacto con el mundo del cómic había empezado mucho antes por su participación en varios fanzines, pero esta iba a suponer su primera publicación seria. Por su parte, José Manuel Serrano ya había publicado un fanzine: Vidas cruzadas, sobre el acoso escolar. Juntos, y por medio de videollamadas, empezaron a dar forma a la novela Rise of Ronin que, como cuentan, no fue fácil de publicar.
"Al ser nuevos en esto, fue muy difícil que las editoriales nos prestaran atención. El primer portazo llegó semanas antes de la publicación- en realidad iba a salir a la venta en el verano de 2021- cuando la editorial rompió el contrato. Nos dijeron que no tenía la calidad suficiente", explican sus autores. Pese a esto, guionista e ilustrador continuaron contactando con gente de la industria hasta que toparon con Apache Libros. "Que esta editorial nos dijera que sí fue una sorpresa y satisfacción. Que en tu primera novela te digan algo así puede hundirte, por eso fue como devolvernos la autoestima", reconoce el guionista de Benicàssim.
A partir de aquí, ambos creadores esperan lograr repercusión para asegurar el futuro de su historia, que está perfectamente abierta a segundas partes. Fue su paso por el Japan Ween un buen primer paso. De hecho, iba a ser la presentación en una librería de Talavera de la Reina (Toledo), de donde proviene el ilustrador, pero terminó siendo en este evento con cientos de personas. "Me temblaba la mano incluso al firmar. No había mucha gente esperándonos, pero tener ahí a decenas de personas dispuestas a que les firmes e intercambiando ideas es muy emocionante", asegura Manfredini, que añade: "Deseamos ampliar la historia, aunque somos conscientes de que el mercado editorial español está tocado. No es fácil que una obra se convierta en éxito de ventas, pero si no lo conseguimos aquí trataremos de buscar nuevas oportunidades fuera y tampoco descartamos la autoedición".