MURCIA. El retrato como cortejo... Esto es lo que se plantea el artista José Carmona Ros, quien le dedica una exposición en la galería babel de Murcia a nada menos que la cantante Rosalía, cuyos 'looks' cambiantes ya se han convertidos en imágenes icónicas que inspiran obras de arte. Como las que se podrán contemplar hasta el 23 de marzo en el espacio de la calle Apóstoles dirigido por Javier Cerezo.
La exposición Rosalía y el retrato como cortejo reúne una serie de obras protagonizadas por la catante y compositora catalana, en las que el autor recurre a la geometría y a mosaicos de imágenes y logotipos de marcas para dar forma al personaje. Una fragmentación que el artista aprovecha para hablar de la cultura del consumo, de la falta de individualidad y del aislamiento humano contemporáneo.
"¿Es el arte un cortejo, una seducción, que se hace al espectador para llevar hasta él las ideas del artista?", se pregunta el director de Babel, quien señala que Carmona "opina que sí" y, para evidenciarlo, "ha construido su discurso a través de una serie de retratos de uno de los personajes más seductores de los últimos años: Rosalía". Para ello, el artista muestra en estos retratos al ser humano contemporáneo como un croquis enigmático que llega a convertirse en un laberinto, buscando el paralelismo con las composiciones musicales de la autora de Motomami y cómo fusiona los distintos géneros en sus canciones.
Otra cuestión que plantea esta exposición es si los retratos ayudan a conocer a las personas, a mostrar quiénes son. ¿Es el retrato una imagen verdadera o es una ilusión que creamos para construir una parcela de sueños y deseos? En este sentido, el propio Carmona ha señalado que no ha dejado de sorprenderse e impresionarse por la cualidad que tiene Rosalía para posar ante la cámara. "Ella es un misterio, pero también la certidumbre, por lo que el fotógrafo y la cámara solo pueden documentar y certificar la genialidad que la artista tiene, no siendo posible ir más allá con nuestra intención e imaginación de lo que ella propone, porque cada foto suya es un retrato definitivo", señala al respecto el director de la galería.
Los retratos de José Carmona muestran, asimismo, la constante lucha entre el caos y el orden, lo simple y lo complejo, el olvido y la memoria, y lo colectivo y lo individual que existe en todo ser humano. Fruto de todos esos contrastes, los retratos de José Carmona se presentan como nítidos y difusos al mismo tiempo.
Sobre la técnica utilizada, el director de Babel apunta que José Carmona recurre a "un lenguaje propio del antiarte". "Se sirve la impresión digital, rechaza la manualidad, pero sus creaciones reivindican la autoría intelectual humana: la idea que nace en la mente del artista como motor de la creación haciéndonos la propuesta de mirar al mundo, no como una complejidad de formas y colores, sino de significados", explica.
Añade que Carmona busca en su ejecución artística la intensidad y que sus trabajos sean tan penetrantes como las personas a las que retrata, porque la imagen que obtiene, sea una fotografía u otra interpretación plástica, deja de ser un hecho cuando se produce para convertirse en una vivencia, en una opinión. Y es que José Carmona piensa que "las historias, incluso los sucesos más comunes y aparentemente intranscendentes, nunca terminan por completo, sino que se unen a otras encadenándose y manteniéndose siempre vivas".