MURCIA. Un otoño ‘caliente’ aguarda a los principales partidos políticos, inmersos en la segunda oleada de la pandemia. La covid-19 acecha con fuerza en la Comunidad, con una evolución preocupante, por lo que contener el virus y paliar los efectos de la crisis es la máxima prioridad. Cada uno desde su posición: unos, como miembros del Gobierno; otros, como responsables de la oposición. Todos coinciden en pregonar el llamamiento a la unidad. Pero, de momento, el gran acuerdo político, tan manido en boca de todos y tan exigido por la sociedad, no se ha producido. Sigue pendiente esa meta.
Los partidos también afrontan el curso con otros desafíos. Desde afianzar sus políticas para ganarse la confianza de la ciudadanía hasta resolver asignaturas internas, como, por ejemplo, consolidar los liderazgos. Repasamos los retos y los deberes pendientes de los cinco partidos con representación en la Asamblea Regional: PP, Ciudadanos, PSOE, Vox y Podemos.
Si en los primeros meses de la pandemia Fernando López Miras reforzó su imagen, con decisiones y declaraciones públicas que le granjearon un cierto reconocimiento, esta 'segunda ola' del coronavirus, sin embargo, pone a prueba al Gobierno regional. Recuperadas las competencias y con el control del mando, el Ejecutivo murciano encara el desafío de atajar al virus. Los números, por el momento, son preocupantes: la incidencia se ha disparado en agosto y septiembre, al pasar de los apenas 100 casos activos de junio a los más de 8.000 actuales.
Un asunto interno que el PP tiene que solventar en esta legislatura es la imposibilidad, con la ley en la mano, de que López Miras se presente de nuevo como candidato en una cita electoral. El artículo 7.2 del Estatuto del Presidente y del Consejo de Gobierno establece que "no podrá ser elegido presidente de la Comunidad quien ya hubiese ostentado este cargo durante dos mandatos". Está por ver cómo resolverán los populares esta papeleta. El nombre de Patricia Fernández, alcaldesa de Archena, ha sonado en los mentideros políticos, pero por el momento no ha ido más allá: es sólo un rumor sordo en un partido que no discute el liderazgo de su presidente.
El PP prefiere evitar públicamente este tema porque "no es el momento". La urgencia es otra. "El principal desafío es hacer frente al coronavirus y arrimar el hombro junto con el Gobierno de la Región para frenar su expansión y contener sus efectos económicos, sociales y sanitarios", asegura a este diario Joaquín Segado, el portavoz parlamentario, quien remarca que su grupo está volcado en esa tarea: "Vamos a seguir siendo una correa de transmisión en el Parlamento regional de los problemas de los ciudadanos y daremos el impulso político a sus propuestas para solucionarlos".
Segado, aunque incide en que "ahora más que nunca la sociedad exige a los políticos entendimiento y no enfrentamiento", sostiene que desde el PP están "para ayudar y no para confrontar, que es donde se ha situado el PSOE", cuyas políticas tacha de "oportunistas e irresponsables". Con todo, los populares no dudarán en alzar la voz contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez. "Es importante que el Gobierno de España colabore y ponga de su parte para atender las necesidades de la Región", señala, recalcando que hay temas por solventar como la crisis migratoria, la infrafinanciación autonómica y la ocupación ilegal de viviendas. "Y daremos la batalla para que sean atendidas nuestras reivindicaciones porque, además, son justas", advierte. "Las comunidades peor financiadas deben ser compensadas a través de un fondo extraordinario. No puede ser que cuando llega el momento de repartir los 'fondos covid', Pedro Sánchez deje a la Región a la última en el reparto".
El PSOE regional se marca el doble objetivo de mostrarse implacable como principal partido de la oposición a la vez que se compromete a llegar a acuerdos con el Ejecutivo. Hasta el momento han sido reiteradas las muestras de manos tendidas, incluso hubo un fallido intento exprés de sellar los Presupuestos que no prosperó, pero solamente se ha logrado un gran acuerdo entre Gobierno y oposición: las enmiendas de la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor, pactadas casi al 90% entre PP, Ciudadanos y los socialistas.
"Continuaremos exigiendo al Gobierno regional el refuerzo de profesores y maestros para rebajar las ratios y garantizar la seguridad higiénico-sanitaria que reclama toda la comunidad educativa", reivindica a este periódico el portavoz del PSRM, Francisco Lucas. "La covid nos ha demostrado que nuestro sistema sanitario se encontraba debilitado y que debe virar hacia el paradigma de la medicina preventiva". Por ello, apostilla, "seguiremos reclamando al Ejecutivo de López Miras este refuerzo para potenciar la Atención Primaria y las labores de medicina preventiva, que tan buenos resultados está dando a Asturias".
El PSOE también aboga por "ser muy escrupulosos en la labor de fiscalización de la ley del Mar Menor, para garantizar su cumplimiento" y para que la laguna salada "vaya recuperándose de los 25 años de mirar hacia otro lado del PP". Igualmente los socialistas trabajarán por alcanzar "un gran pacto social donde sean reforzadas todas las políticas de atención a los que más lo necesitan", así como exigirán "acciones concretas para la mayoría de la población y no dejar a nadie atrás".
Orgánicamente, el partido sufrió en junio sus primeras críticas internas tras la salida de Emilio Ivars. Eran las primeras turbulencias desde que Diego Conesa llegara a la Secretaría General en 2017. Las aguas, por el momento, se han tranquilizado en Princesa y el liderazgo de Conesa no se cuestiona en un partido históricamente habituado a vivir batallas internas y que en 2021 prevé celebrar un congreso regional.
Ciudadanos espera poner fin esta semana al periodo de interinidad que ha regido el partido desde enero, cuando se constituyó la gestora. La formación liberal aguarda la designación de su nueva coordinadora-portavoz, una elección que adoptará ‘a dedo’ la dirección nacional y que apunta a que recaerá en la portavoz del Gobierno, Ana Martínez-Vidal. El Comité Ejecutivo Nacional se reúne este lunes. El nombramiento era inminente desde mayo, pero se ha alargado en el tiempo hasta ahora. El pretexto oficial era que la formación ha estado ocupada con las negociaciones con el Gobierno central. Está por ver en qué situación quedaría Isabel Franco, número uno de la lista de las pasadas elecciones autonómicas y que se postuló públicamente para ser la nueva líder del partido en la Región.
En el ámbito político, el reto principal de Ciudadanos es "poner de acuerdo a todas las fuerzas del Parlamento regional", explica Juan José Molina, el portavoz liberal en la Asamblea. "Quitando a Ciudadanos, el resto [de partidos] no se pueden ver entre ellos. Es imposible sentarlos en una mesa y conseguirlo nos ha costado mucho tiempo, como se ha visto en la ley del Mar Menor", comenta, convencido de que su formación "está haciendo política útil y está quitando enfrentamientos entre bloques para llegar a acuerdos".
Otra cuestión pendiente es el estudio exhaustivo de los entes de la Comunidad "para ver cuáles son útiles y, si no lo son, adelgazar la Administración". La Ley de Servicios Sociales y la ley de Gobierno Abierto -registrada en la Asamblea, aunque todavía no llevada a pleno- son otras de sus prioridades. "También queremos mejorar las listas de espera; mejorar las ratios de nuestros alumnos y trabajar por el Mar Menor", cuya comisión especial preside Ciudadanos, agrega Molina.
Vox afronta el nuevo curso legislativo bifurcado en dos direcciones. Por un lado, los tres diputados cuyo partido expulsó, no reconocidos como sus representantes; por otro, Pascual Salvador, el único parlamentario respaldado por la dirección nacional. El grupo parlamentario, en la oposición pero también un elemento clave en asuntos importantes como la investidura de López Miras y los Presupuestos, se abre en dos opciones para la coalición de Gobierno, que necesita de, al menos, un voto para sacar adelante sus propuestas.
Pese a la escisión, el portavoz, Juan José Liarte, ya avanzó que "ideológicamente" siguen siendo los mismos, sin matizar ni un ápice las ideas del partido de Santiago Abascal. Pero esta vez ya no responden a instancias superiores. Y eso se ha demostrado en ciertos temas de la Asamblea, como el rechazo a crear una comisión de investigación del llamado ‘concurso de las ambulancias’. Mientras que Liarte, Campuzano y Carrera se pronunciaban a favor, Salvador votaba en contra y la iniciativa no salió adelante.
El curso, reflexiona Liarte, está condicionado por la evolución de la pandemia "y las mil necesidades que aflorarán". La puesta en marcha de un plan de reactivación "es el segundo gran desafío". El portavoz también destaca que el Mar Menor "será otro pilar de la legislatura". Y otro de sus objetivos será "el refuerzo de la neutralidad ideológica de los poderes públicos".
Por su parte, Salvador apunta que todavía quedan pendientes "determinados compromisos del acuerdo de investidura y de la negociación de los Presupuestos", una circunstancia que, avisa, "se tendrá en cuenta a la hora de negociar las próximas cuentas". Dicho esto, añade, su principal reto es "centrar todos sus esfuerzos en que las familias, autónomos y empresas de la Región no paguen las consecuencias de tener un Gobierno nacional incapaz de responder de forma adecuada a la crisis". También trabajará "por seguir eliminando cualquier subvención a la patronal, sindicatos y ONG que colaboren con la inmigración ilegal y los chiringuitos del género", así como quiere retomar "la tramitación de la Ley de Protección Integral de la Familia que por falta de interés del resto de partidos languidece en la Asamblea".
En cuanto a la estructura interna de Vox, José Ángel Antelo será previsiblemente proclamado como nuevo presidente del partido en la Región. El concejal de Murcia fue el único que logró los avales, por lo que la formación no celebrará primarias. No obstante, uno de los aspirantes, Alfonso Galdón, ya avanzó que impugnará el proceso. La dirección regional -provincial, como así la denomina Vox- está en manos de una gestora desde noviembre.
Podemos cumplió este fin de semana un año de su mayor tormenta interna, la salida de su anterior líder, Óscar Urralburu y su mano derecha, María Giménez. La formación asegura haber superado ya esa etapa, que le llevó a remar a contracorriente en las elecciones de noviembre de 2019. La pandemia aplazó la renovación de su dirección regional, que se puso en manos de una gestora, pero al final la nueva ejecutiva vio la luz en junio, con el diputado nacional Javier Sánchez Serna como nuevo coordinador -un cargo denominado anteriormente secretario general-.
"No ha sido un año fácil, pero sí lleno de bastantes satisfacciones, como fue conseguir que Sánchez Serna renovara su escaño en una situación muy difícil", reconoce el secretario de Organización, Ángel L. Hernández. "Este tiempo nos ha servido para ver que el partido había tenido una cierta dejadez en la implantación territorial. Y ese es uno de nuestros retos: conseguir que Podemos tenga una estructura sólida en todos los municipios", expone, detallando que están finalizando un proceso de inscripción de militantes. "Estamos haciendo asambleas por todas las localidades, con la idea de que en el próximo año se llegue a una implantación territorial que permita conocer las necesidades y estar presentes en todos los municipios".
En el plano político, Hernández subraya que las políticas del PP "han dejado una situación difícil". Un gran desafío para Podemos es el Mar Menor, cuya lucha siente que defiende en solitario en la Asamblea, donde cuenta con dos diputados. "Nos sentimos un poco decepcionados con el PSOE, que firmó el 'pacto del nitrato'. Nos hemos quedado solos con los colectivos ecologistas reclamando que la laguna se convierta en un parque regional", asevera. "Haciendo políticas valientes podemos recuperarlo".
Otra prioridad será la defensa de los servicios públicos, porque están "bastante tocados y deteriorados después de muchos años de recortes y políticas privatizadoras". Y, por último, otra preocupación es el auge de la extrema derecha en la Región. "Aunque a nivel interno [Vox] tiene muchos problemas, en la Región la extrema derecha sigue avanzando y nos preocupa. Parece que va calando el extremismo casi fascista, lo que nos lleva a cuestionar consensos establecidos, como la tolerancia y la libertad".