Manifestación en Madrid de los regantes del Levante contra los recortes al Trasvase Tajo-Segura. Foto: ÁLVARO MINGUITOMURCIA. Los acontecimientos políticos, económicos y sociales que hemos vivido durante el año que está a punto de terminar han marcado significativamente nuestra forma de vida, condicionando nuestra respuesta ante los grandes desafíos de la humanidad para conseguir un mundo más justo y libre.
La pandemia covid-19 y las consecuencias de la guerra de Ucrania han continuado impactando en la economía mundial. La escasez de materias primas, las subidas de los tipos de interés y el encarecimiento de los alimentos y la energía han provocado el empobrecimiento generalizado de las familias, sobre todo en una debilitada Europa que ha mostrado su excesiva dependencia externa para mantener la actividad económica.
El terrorismo islámico volvió a tomar protagonismo con el infame atentado que con inusitada crueldad golpeó salvajemente a Israel, violando, secuestrando y asesinando a bebés, niños, mujeres y hombres. Nos rescató de la memoria la shoá (Holocausto) de los años 1935-45 que asesinó a más de 6 millones de judíos.
"Las mayorías de centroderecha están recuperando las políticas moderadas de progreso y libertad que tan buen resultado dieron años atrás"
Las restrictivas normativas que impulsan los acólitos de la doctrina 2030 están provocando el abandono de las explotaciones agrarias. Por ello, el mundo rural de diferentes países de la UE se está organizando en torno a un nuevo movimiento ciudadano para defender la producción agropecuaria europea, el mantenimiento del empleo, combatir la despoblación y hacer frente a la competencia desleal de terceros países.
En España, las elecciones locales y autonómicas de mayo pusieron de manifiesto la necesidad de articular pactos entre distintas fuerzas políticas para asegurar la gobernabilidad de ciudades y comunidades autónomas. Las nuevas mayorías de centroderecha que gobiernan la mayor parte de las ciudades y comunidades autónomas están recuperando las políticas moderadas de progreso y libertad que tan buen resultado dieron años atrás.
Las elecciones generales de julio no otorgaron al bloque de centroderecha los apoyos suficientes para cambiar el gobierno. El PSOE, con el fin de conseguir los votos necesarios para superar la investidura, ha cedido a las exigencias de la extrema izquierda y de los independentistas en cuestiones muy controvertidas como la amnistía, las cesiones de competencias nacionales o la financiación a la carta, provocando una polarización política sin precedentes en nuestro país.
La agricultura inteligente y sostenible del Campo de Cartagena, comprometida con el medioambiente y la mitigación del cambio climático, ha liderado la defensa del Mar Menor. Ante la pasividad de la administración ha conseguido demostrar la importancia de las aguas residuales en la degradación del ecosistema marino y por tanto la necesidad de modernizar y reformar los sistemas de depuración para evitar su vertido al Mar Menor.
Además, la gestión sostenible del agua y los agroquímicos ha permitido reducir su uso para producir más y crear un gran manto verde captador de CO2 que minimiza los vertidos de nitratos y combate la desertización. Los agricultores cumplen, mientras el Mar Menor continúa esperando de las administraciones soluciones estructurales y permanentes.
El déficit estructural de agua y la defensa del regadío ha seguido siendo una de las grandes debilidades de la región para lo que no se encuentran soluciones adecuadas. El trasvase Tajo-Segura del que depende buena parte del desarrollo regional ha sido recortado por decisiones políticas sin fundamento científico, poniendo en peligro la continuidad de la actividad agroalimentaria que es el principal motor de la economía regional.
El año 2023 ha sido un año muy difícil para el conjunto de los ciudadanos y especialmente para el sector agropecuario que, sin embargo, ha demostrado su capacidad de resiliencia para superar las dificultades. Con ciencia, inteligencia y datos ha contrarrestado el falso relato que le demoniza, demostrando que con determinación y perseverancia es posible cambiar para seguir avanzando.
¡Feliz y esperanzador Año Nuevo!
Miguel Ángel Cámara Botía
