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"algunos llevan años", dicen los vecinos

La proliferación de grafitis que no cesa en el patrimonio de Cartagena 

20/02/2021 - 

CARTAGENA. No es nuevo el dilema entre los grafitis y su encaje en el paisaje de la ciudad. Sucede, sin embargo, que desde hace tiempo algunos individuos confunden arte con vandalismo. Proliferan de manera preocupante las pintadas en distintos enclaves de Cartagena sin que las autoridades pongan remedio. El Molinete, el Parque Torres, la plaza del CIM o el Parque de la Cornisa, en su zona alta, son algunos de los enclaves en los que aparecen pintadas que dañan la imagen de una ciudad turística y, en teoría, preparada para acoger turistas cuando la pandemia lo permita. Un problema, el de las pintadas y la suciedad, que no es nuevo. En más de una ocasión se ha denunciado por parte de la ciudadanía los botellones que se celebraban en el Molinete de forma reincidente.

"Soy un ciudadano como otro cualquiera y cada vez que paseo por la ciudad es que se me van los ojos a esas pintadas. Hay zonas arqueológicas que clama al cielo que se permita dañarlas. Entiendo que es culpa del vándalo, pero las autoridades deben poner solución a esto", señala Jorge, un ciudadano hastiado de ver como se suceden las pintadas en algunos lugares emblemáticos de la ciudad. "Algunas son de hace 5 años. Que una ciudad turística como Cartagena tenga este tipo de vandalismo me parece increíble", añade.

Desde el Ayuntamiento sostienen que llevan desde hace años, a través del programa 'Urban CT', con una labor de educación, promoción de artistas y habilitando espacios para que los artistas urbanos puedan desarrollar su obra. "Tenemos gente del mundo del grafiti muy importante a nivel internacional y eso no lo podemos perder", señalan desde la concejalía de Juventud. Otro de los problemas que esgrimen desde el Ayuntamiento de Cartagena es la falta de conocimiento del valor del patrimonio de Cartagena.

"Me fastidia mucho este tipo de cosas porque lo veo casi como un atentado al arte. En mi opinión, creo que tiene una solución muy clara: más vigilancia. Hace unos años, el estacionamiento en el Parque Torres de una pareja de policías locales generaba un efecto disuasorio que eliminaba la presencia de pintadas. Desconozco porqué, pero dejaron de vigilar y aparecieron pintadas”, afirma Jorge. "Desde el Ayuntamiento saben que hay tres o cuatro sitios en los que se colocan los que realizan las pintadas. Si dejas que existan esas pintadas, el resto entienden que se puede hacer y generas un efecto llamada", añade. Las pintadas siguen generando indignación entre los vecinos.

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