del derecho y del revés / OPINIÓN

Problemas de la 'Generación Z'

9/03/2023 - 

Crecer nunca fue fácil y ahora tampoco lo es, a pesar de la aparente normalización de todo tipo de conductas, tanto públicas como privadas, en nuestra sociedad. A pesar de ello, la realidad sigue siendo complicada para los adolescentes de hoy, que viven gran parte de su tiempo en una realidad paralela, la de las redes sociales, más atrayente que la de carne y hueso, dado que en general les aporta más satisfacciones a corto plazo. A fin de cuentas, en esa realidad virtual nuestros jóvenes pueden representar el papel de esas personas que querrían llegar a ser, y eso resulta tremendamente atractivo, a la par que adictivo.

Nuestra sociedad, vana y superficial, aplaude a los más bellos, delgados, ricos, con éxito y con seguidores y desprecia los verdaderos méritos, que van más allá de la pura apariencia física. Puesto que todos envejecemos lo único verdaderamente importante y que puede trascender es nuestra esencia, lo que nos va a acompañar toda la vida cuando las arrugas y la ley de la gravedad campen a sus anchas por nuestros cuerpos. Solo el ser permanece.

Los perdedores, los que se salen de la media por algún motivo, incluso por estudiar demasiado y poder ser calificados de empollones, pueden no estar a salvo ni en su propia habitación. La vertiente negativa de las redes sociales, la híper comunicación, hace que cualquier insomne, cualquier desaprensivo o cualquier imbécil pueda invadir nuestra intimidad también a cualquier hora del día y de la noche. Si ya a los adultos nos falta en muchas ocasiones la capacidad de poner freno a estas intrusiones en nuestra intimidad, que a veces andamos mandando mensajes de audio a las doce de la noche y metidos en la cama con nuestra pareja, ¿qué no pasará con los jóvenes? Los jóvenes que están siendo acosados no pueden, como nos sucedía a algunos de nosotros cuando un desgraciado nos amenazaba en la clase de COU, irse a casa y encontrar allí el refugio necesario para poder afrontar el día a día. Con un móvil en la mano no hay fronteras.

Llevamos un tiempo con noticias preocupantes relacionadas con jóvenes. Suicidios e intentos de suicidio por encima de lo normal, si es que se puede considerar normal que un niño o un joven tome tal decisión. La desesperación que tiene que albergar una persona para tomar esa vía es tremenda. No ven salida y deciden dejar de padecer, cuando aún les queda tanto por vivir, como las gemelas de Sallent. Duele pensarlo.

Que la vida no es un camino de rosas es evidente, pero vale la pena ser vivida. Debemos ayudar y acompañar a nuestros jóvenes con todos nuestros recursos, a fin de que consigan superar el difícil tránsito de la niñez a la juventud. Son nuestro futuro y todo el esfuerzo por asegurarles que van a salir adelante es poco. Muchos se sienten solos, desatendidos, incomprendidos e ignorados. Los problemas de salud mental han crecido exponencialmente desde la pandemia, hasta el punto de que el cuadro de psicólogos está siendo uno de los principales atractivos en la contratación de seguros de salud.

El Síndic de Greuges ha abierto esta semana una investigación de oficio a las consellerias de Sanidad y Educación por los intentos de suicidio de varios estudiantes del instituto La Moreria de Mislata. El organismo reclama a cada departamento "un informe detallado y razonado" sobre los hechos y da un mes de plazo para enviarlo. Tras la dimisión del equipo directivo del IES por los "escasos recursos" para tratar 15 casos de conductas suicidas, el organismo dirigido por Ángel Luna ha reclamado a los dos departamentos datos para conocer qué protocolos de actuación se han activado a raíz de lo sucedido y qué medidas se desplegaron mientras esto sucedía. A renglón seguido, el Consell anunció la creación de una unidad de atención específica, una 'taula' de salud mental, más orientadores en los centros educativos y la puesta en marcha de un programa piloto, basado en el modelo de aprendizaje socioemocional CASEL, para prevenir el suicidio y las conductas autolesivas en la población infantil y adolescente. CASEL es un modelo creado por el prestigioso psicólogo Daniel Goleman, con el objetivo de establecer un aprendizaje social y emocional.

He sabido de varios jóvenes a los que, a pesar de tener varios intentos de suicidio, les han dado cita para salud mental con más de seis meses de tiempo de espera. Esto es completamente inaceptable y vergonzoso. Así las cosas, ¿por qué hay tan pocas plazas de PIR (psicólogos de la Sanidad pública) cuando el problema de salud mental es tan acuciante?

Los problemas de los jóvenes son variopintos. Muchos no ven el futuro que los aguarda y tiran por la vía de la violencia. El otro día detuvieron en València a 21 jóvenes entre 15 y 22 años, de los que 18 eran menores de edad, por las quedadas delictivas. Los arrestados actuaban en grupos de entre diez y quince personas para robar a sus víctimas, muchas veces también jóvenes que se cruzaban con ellos por la calle, a quienes amenazaban y agredían, lo que acababa en ocasiones en peleas tumultuarias con heridos por arma blanca. Cabría saber si estos jóvenes están estudiando o trabajando, o bien son ninis, su entorno familiar, nacionalidad y mil datos más, para tratar de entender este fenómeno y, en la medida de lo posible, tratar de ayudar a estos jóvenes y atajar el problema social.

Aún queda un camino largo por recorrer, si bien la atención a la educación emocional de los adolescentes va en la dirección correcta. De hecho, es imprescindible hacerlo. Y, de paso, no estaría mal que se ayudara también a los padres a educar emocionalmente a los hijos, aunque para ello nos tendrían que educar previamente a nosotros. Veremos si las medidas del Consell no se quedan en agua de borrajas y postureo de cara a las elecciones.

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