CARTAGENA. Poco a poco se van conociendo nuevos detalles del nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Cartagena que está a punto de iniciar su tramitación y someterse al Pleno municipal. Antes, el concejal de Urbanismo, Diego Ortega, acompañado por algunos técnicos del área ha iniciado una ronda de reuniones, tal y como adelantábamos hace unos días, con entidades empresariales, vecinales, políticas y portuarias, a fin de que todas ellas conozcan los aspectos básicos de la nueva normativa, puedan expresar sus inquietudes y sepan cuál será el camino para su aprobación y puesta en marcha definitiva.
Lo que hemos podido saber hasta ahora es que la llegada del nuevo PGOU prevé la construcción de cerca de 60.000 nuevas viviendas en el término municipal de Cartagena, de las que 20.000 estarían en el casco y 20.000 en el resto del municipio. Esto, según los estudios que se han venido efectuando, supondría triplicar la población del municipio, hasta alcanzar los 600.000 habitantes.
Hay dos aspectos que preocupan a los vecinos, empresarios y políticos y que han sido ya analizados por los técnicos y el edil Diego Ortega. El primero se refiere al crecimiento de los núcleos en las diputaciones y la afección de los flujos preferentes y zonas inundables determinadas por la Confederación Hidrográfica del Segura. Los crecimientos en los pueblos depende de esta delimitación, ya que en los terrenos afectados por los flujos preferentes no se puede construir, mientras que las zonas inundables cabe la posibilidad de readaptar la urbanización de los mismos. Afecta, principalmente a la zona norte como La Aljorra, el Albujón y Pozo Estrecho, zonas afectadas por la Rambla del Albjujón.
El Ayuntamiento de Cartagena ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), que modifique el modelo geométrico de los cauces de las ramblas que ha utilizado para determinar las Zonas de Flujo Preferente (ZFP) del municipio, ya que, según el estudio que encargó a la Universidad Politécnica de Cartagena, es erróneo. Consideran que el modelo que han utilizado para determinar la inundabilidad de algunas zonas del municipio se basa en cauces con perfiles que no se ajustan a la realidad y, por tanto, son erróneos. Piden que se modifique el modelo para que los cálculos sean reales y, de esta forma, saber con exactitud qué zonas se verían afectadas por posibles inundaciones. La propia CHS ha mostrado a abrirse al estudio y reinterpretación de las mismas tras analizar el documento.
Por otro lado, se encuentra el crecimiento urbanístico en la zona del Mar Menor. A falta de la aprobación definitiva de la Ley del Mar Menor, la Alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, ha sostenido por convertir en no urbanizables la finca de Lo Poyo, donde estaba prevista la construcción de 12.000 viviendas en la urbanización Novo Cartago, y desclasificar El Vivero, donde se podrían construir cerca de 1.000 viviendas y alojamientos turísticos, además de La Loma de Mar de Cristal, en la que podrían autorizarse unas mil viviendas. “50 años después del Vivero y 20 años después de Novo Cartago debemos ser mucho más exigentes porque la situación del Mar Menor es muy delicada. Ahora debemos centrarnos en protegerlo, en recuperarlo y en dejar a nuestros hijos un Mar Menor mejor”, ha aducido sobre este asunto.
Pero ¿qué dice su compañero de gobierno municipal, Vox, sobre este asunto? En el pacto de Gobierno entre PP y Vox se firmó un acuerdo con 70 puntos de obligado cumplimiento. En los puntos 48 y 49 se decía que se comprometen 'a finalizar todos los trámites municipales para que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana entre en vigor en esta Legislatura. El plan diseñará un crecimiento natural para los núcleos rurales, descartará los grandes desarrollos urbanísticos previstos en el litoral del Mar Menor y dispondrá modelos de menor impacto para atender el imprescindible crecimiento de la oferta hotelera y residencial orientada al turismo'.
Además, se añade que 'el Mar Menor es una prioridad ambiental. Trabajaremos para conseguir su recuperación integral, sin menoscabar el medio ambiente ni los medios de vida de las poblaciones de la laguna, haciendo compatible su uso turístico, agrícola y urbano con el respeto a la naturaleza. Para eso mejoraremos la red de saneamiento y haremos proyectos para evitar el impacto de crecidas e inundaciones'.
Sabemos que Vox ha mantenido su propuesta de desarrollo urbanístico y residencial en el Mar Menor, aunque confirma el propio portavoz del partido en el gobierno cartagenero, Gonzalo López Pretel, que se ha apostado por una decisión de espera, para conocer cómo afecta la ley del Mar Menor en estos desarrollos. Así pues, no se construirá en la vertiente costera del Mar Menor, pero sí se podrían desarrollar proyectos en otras zonas como el entorno de Los Belones en su zona norte y en la que se sitúan todos los complejos residenciales como Hyatt La Manga. "Es una zona con mucho suelo para hacer viviendas en el entorno, que no se vería afectado por la norma", explica López Pretel, quien ratifica el principio de prudencia. "Vamos a esperar a ver qué dice la Ley del Mar Menor, porque avanzar algo que la normativa luego no admite, sería como perder el tiempo y volver a empezar en algunos aspectos de este desarrollo. Lo que sí podemos decir es que el entorno es compatible con el desarrollo residencial, turístico y el agrícola y esta zona no se va a quedar huérfana porque, como he indicado, la zona de Los Belones es apta para construir".
Para lograr un PGOU que responda a las necesidades y aspiraciones de la ciudadanía, la participación activa de diversos actores es fundamental. Autoridades locales, empresas, asociaciones vecinales, colectivos sociales y ciudadanos en general deben tener la oportunidad de expresar sus opiniones y propuestas. Un proceso participativo transparente y efectivo permitirá alcanzar un consenso que beneficie a todos. Goza, por tanto, del potencial para transformar la ciudad en un lugar próspero, sostenible e inclusivo. Sin embargo, para alcanzar este objetivo, se requerirá abordar los retos de manera conjunta. La participación activa de todos los actores involucrados, la protección del medio ambiente y la búsqueda de la calidad de vida son claves para navegar hacia un futuro prometedor para Cartagena.