MURCIA. El plan de movilidad de Murcia sigue coleando en la actualidad política municipal de Murcia. Y con un claro protagonista, como desde el principio, el Barrio del Carmen. Y es que si allí surgió el movimiento que se levantó contra el proyecto impulsado durante el mandato del socialista Serrano, y ahora, ya en la oposición, el PSOE lo defiende y pide explicaciones al PP de Ballesta sobre cómo se está ejecutando en la actualidad.
La concejala socialista Carmen Fructuoso, cuyo departamento impulsó estos trabajos en la pasada legislatura, ha exigido al actual equipo de Gobierno que "deje el oscurantismo" y explique "a todos los agentes implicados qué pretende hacer con las obras". Así pide que se constituya "una comisión de control y seguimiento· de la ejecución de las obras de movilidad que permita conocer los posibles cambios en los proyectos y despeje las dudas sobre el futuro de esos trabajos, que se iniciaron en noviembre de 2022.
Y es que en una vuelta de tuerca, y tras basar el PP parte de su oposición al anterior proyecto en que el PSOE no sometió al escrutinio de los vecinos las obras, ahora Fructuoso reclama que "en algo tan importante como la transformación de Murcia a un municipio más sostenible y verde" es necesario que la ciudadanía tenga toda la información sobre las modificaciones de los proyectos "y si estas van a repercutir negativamente en el bolsillo de los murcianos".
Las obras de movilidad, tal y como estaban planteadas en la anterior legislatura, remarca Fructuoso, preveían una reducción del tráfico a la mitad "en zonas saturadas como el Barrio del Carmen", así como la disminución de un 30% en emisiones de gases contaminantes y niveles de ruido, cumpliendo con las recomendaciones de la OMS.
Las obras del plan de movilidad de Murcia, las que levantaron a barrios como el propio El Carmen, Vistabella o Espinardo, siguen marcando la agenda política. Y lo cierto es que Ballesta cumplió su palabra y ha conseguido la moratoria que solicitó al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para ampliar hasta el 31 de diciembre de 2023 el plazo de finalización y justificación de las obras.
Gracias a esta prórroga, el nuevo alcalde obtiene así un tiempo de maniobra para realizar un "proceso de reflexión colectiva que el Equipo de Gobierno ha iniciado con asociaciones vecinales y expertos de prestigio nacional e internacional", como aseguraba el concejal de Movilidad, José Francisco Muñoz.
Además, tal y como pedían los comerciantes y había prometido Ballesta, el 7 de julio se reabrió al tráfico el Puente Viejo, el gran emblema de la controversia del proyecto de Serrano. La noticia de su reapertura desencadenó una protesta de centenares de vecinos en el Puente Viejo en contra de la decisión, apoyados por una veintena de colectivos. Según el plan de movilidad previsto por la anterior Corporación, este puente sólo iba a permitir el paso a autobuses, bicicletas y vehículos de movilidad personal (patinetes o motos eléctricas).
Mientras, el PP de Ballesta remarcaba que lo abría para poner fin a la barrera de acceso al Barrio del Carmen, lo que contribuye a permeabilizar el entorno, "favoreciendo la vertebración territorial y fomentando la dinamización económica de esta zona de Murcia".
Pero poco después de la reapertura se realizó una marcha fúnebre por parte de los vecinos a favor de que siguiera cerrado. Y es que nunca llueve a gusto de todos y no es lo mismo desarrollar el proyecto que verlo desde la oposición.