MURCIA. La covid-19, entre enero y octubre de este año (2020), es decir, entre 9 meses, ha causado más de un millón de muertes en el mundo sin tener un conocimiento profundo de esta infección, causada por un virus cuyo origen no está aclarado y sin haber encontrado el tratamiento más apropiado, que influyera significativamente en disminuir la mortalidad. A pesar de la multitud de estudios, no se ha dado con su clave y esta pandemia ha cambiado la faz de la tierra y del mundo en que vivimos. No obstante, en la actualidad, los facultativos especialistas que atienden a estos pacientes en los distintos centros hospitalarios han aprendido de la experiencia terrorífica del primer brote. Esto ha posibilitado la realización de Guías Prácticas, para obtener un enfoque racional de la enfermedad.
Por otra parte, se han abierto nuevos horizontes de investigación, que permitan mejorar su atención médica y beneficiar a los enfermos, obteniendo su mejor pronóstico.
En este sentido, se han puesto en marcha una serie de estrategias, como nuevas perspectivas en su prevención, profilaxis, tratamiento, para lograr una disminución de sus complicaciones y de su mortalidad que en España es del 11,6%.
"El avance más significativo por ser más natural, como la joya de la corona, es el tratamiento que ha recibido el Presidente trump"
Así, es importante conocer que las personas que desarrollan la covid-19 se encuentran inmersas en un escenario multifactorial. La mayor edad es un factor preferente en favorecer su presentación, asociado posiblemente con estados de déficit de nutrición. Así, se ha encontrado en casos de descenso de las concentraciones de zinc y vitamina D.
Por ello, se recomienda aportación nutricional suplementaria, para disminuir esta susceptibilidad frente al Coronavirus SAR-CoV2 que produce la COVID-19. Por ejemplo, zinc, a dosis > 50 mg se ha encontrado eficaz en los COVID para acortar el periodo de estado de la enfermedad. Su deficiencia, observada en el 17% de la población global, con más frecuencia en los pacientes de >75 años o con diversas patologías, aumenta la susceptibilidad para desarrollar la infección. Por ello, se considera que 23 mg/día podría ser otro elemento de interés en su profilaxis. Se encuentra en los anacardos entre otros alimentos. La vitamina D precisa administrar un mínimo de 3000UI día durante 7-10 días para alcanzar concentraciones altas, que benefician, a los potencialmente pacientes, por medio de una activación de su inmunidad celular. Igualmente sucede con acido ascorbico (vitamina C) a dosis de 2g/d durante 7-10 días, actúa potencializando la vitamina D.
Finalmente, en un pequeño estudio se ha encontrado que la Glutamina, aminoácido importante para el musculo y con actividad inmunomoduladora, a dosis de 30mg día, influye positivamente en la mejor evolución de estos pacientes. En este sentido, dosis de 5-10 mg/d podría tener su utilidad en su profilaxis, aunque no existen datos que lo ratifiquen.
La covid, en este segundo brote, ha mostrado diferencias significativas en relación con el primero, que fue como la erupción de un volcán. En primer lugar, es más frecuente en las personas jóvenes, de predominio asintomático o con muy pocos síntomas, con una edad media de 35 años, a diferencia de su comienzo que llegaba a 60-65 años. La mortalidad global, lógicamente ha descendido, pero la gravedad del proceso no ha cambiado. En la actualidad, conocemos mejor la situación clínico-epidemiológica y además, disponemos de algunos agentes terapéuticos, que antes no teníamos o que solo era posible utilizarlos en los pacientes hospitalizados y las Farmacias extrahospitalarias no podían obtener.
Hoy día, además, se realizan muchísimos test diagnósticos (PCR- COVID-19), a diferencia de sus comienzos, que solo se realizaban en los pacientes que ingresaban en el hospital o tenían criterios del Ministerio de Sanidad, ya que existía una limitación de elementos para su estudio microbiológico correcto.
En cuanto a su tratamiento, el momento presente se tiene que ajustar a su clasificación de acuerdo con su gravedad, pudiendo distinguir cuatro estadios: leve, moderado, severo o critico. El leitmotiv de todos los enfoques terapéuticos reside en realizar de forma conjunta tratamientos combinados de dos o más agentes. Estos tratamientos se fundamentan en que su mecanismo de acción actúa en los tres niveles fundamentales de su patogénesis, minimizando el desarrollo del proceso infeccioso, disminuyendo su gravedad, complicaciones y mortalidad.
Los tres niveles son: a.- bloqueo receptores ACE2 de ingreso del virus en el organismo y disminución de su carga viral. b.-Inhibiendo la producción de enzimas inflamatorios "tormenta de citoquinas" y protrombóticos. c.- Activación de la inmunidad celular y humoral.
No obstante, de acuerdo con la revisión critica muy reciente de la famosa Mayo Clinic de Rochester (Minnessota, EE.UU), todavía, no se ha encontrado el fármaco de referencia.
Sin embargo, podemos significar que existen algunos avances en investigación de gran interés. Así, la combinación de un moderno bloqueador de los receptores ACE2, nafamostat mesylate en combinación con el antiviral, favipiravir, obtienen remisiones en neumonías graves por covid-19 en ancianos y en los pacientes críticos con infecciones refractarias, de igual forma que la combinación entre ruxolitinib inhibidor de las citoquinas y eculizumab anticuerpo monoclonal anti complemento (antiC5).
El avance más significativos por ser más natural, como la joya de la corona, es el tratamiento que ha recibido el presidente de los EE.UU. (Trump). Plasma del convaleciente, con títulos altos de anticuerpos, que ha pasado la covid-19. En un estudio del Methodist Hospitals de Houston, han evaluado 25 pacientes, que han recibido transfusiones de plasma de convaleciente, obteniendo remisiones a los 14 días, superiores a las logradas por remdesivir (76% vs 68%).
(AJP, 8 Agosto 2020). Estos resultados pueden mejorar con su uso combinado con remdesivir y corticoides, que es probablemente el tratamiento utilizado con el presidente.
Todas estas alternativas están incluidas en estudios de investigación o ensayos clínicos y por lo tanto no están en todos los hospitales, y sus indicaciones tienen que ser valoradas por los especialistas expertos e investigadores de estos apartados. Por todo ello, tenemos que seguir insistiendo que el cumplimiento adecuado de sus normas de protección y de seguridad sigue siendo el punto clave para su control. Su eficacia esta demostrada a lo largo de toda la historia de la humanidad, por lo que en la actualidad llevar siempre bien puesta la mascarilla tendría que ser de obligado cumplimiento, así como respetar las distancias, limitación de reuniones y no fumar en sitios con poco espacio libre. La responsabilidad es una cuestión personal e intransferible como la vida misma.
En resumen, nos encontramos dentro de la más grande pandemia conocida y solo podemos vencerla, con sensatez, prudencia, perseverancia y siempre acercándonos a la naturaleza. Goethe decía que el que vive con la naturaleza está más cerca de Dios.
Joaquín Gómez Gómez
Catedrático emérito del Área de Infecciosas del Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Murcia.