el ritmo de crecimiento se ralentizará en los próximos seis a nueve meses

La OCDE confirma el empeoramiento de las perspectivas, sobre todo en Europa

13/06/2022 - 

MADRID (EFE). La OCDE confirma el empeoramiento de las perspectivas económicas en sus países miembros en el contexto de la guerra en Ucrania, en particular en Europa, por el doble efecto de las tensiones inflacionistas y de los bajos niveles de confianza de los consumidores.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) explicó este lunes, al publicar sus indicadores compuestos avanzados, que el ritmo de crecimiento se ralentizará en los próximos seis a nueve meses.

En un comunicado, destacó que los indicadores (que señalan por adelantado inflexiones en el ciclo económico) apuntan a esa ralentización para la zona euro en su conjunto y en particular para los tres grandes países que la componen (Alemania, Francia e Italia), así como para el Reino Unido.

El de la zona euro cayó por noveno mes consecutivo en mayo 18 centésimas hasta 99,67 puntos, es decir, por debajo del nivel 100 que marca la media de largo plazo.

Las bajas en mayo fueron de 17 centésimas para Alemania, a 100,01 puntos; de 21 centésimas para Francia, a 98,74; de 27 centésimas para Italia, a 99,41, y de 31 centésimas para el Reino Unido hasta 99,55.

El descenso fue algo menos fuerte para España (siete centésimas) pero su indicador se situó en 99,74 puntos, también por debajo de la media de largo plazo.

Fuera de Europa, el indicador se mantuvo casi estable para Estados Unidos (disminuyó dos centésimas, a 99,81 puntos) y para Japón (subió cuatro centésimas, a 100,70). La OCDE considera en los dos casos que las perspectivas de crecimiento son estables.

Para los grandes países emergentes, que no forman parte de la organización, los expertos anticipan un menor crecimiento en China y en Brasil, y una evolución estable en India.

El indicador mensual para China bajó 9 centésimas hasta 98,84 puntos y 7 centésimas en Brasil, a 98,42.

La semana pasada, la OCDE publicó su informe semestral de Perspectivas Económicas en el que rebajaba sus previsiones por la guerra sobre todo en Europa por su importante dependencia de Rusia y Ucrania.

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