una región en marcha / OPINIÓN

Nunca es tarde

10/09/2022 - 

MURCIA. Las altas temperaturas que hemos sufrido este verano vuelven a obligar a estar pendientes de las previsiones meteorológicas para las próximas semanas y mirar al cielo con la esperanza que las temibles DANAS no azoten de nuevo a nuestro maltrecho Mar Menor.

Miles de días malgastados en estériles discusiones y en una enfermiza búsqueda de responsabilidades de unos u otros, para que, una vez más, uno de los más singulares ecosistemas marinos del litoral mediterráneo se encomiende a la madre naturaleza ante la incapacidad de las administraciones por acometer las soluciones.

"agricultores del Campo de Cartagena son claro ejemplo de buenas prácticas agrícolas y compromiso medioambiental"

Numerosos estudios relacionan la presencia de fósforo en el Mar Menor con los vertidos de aguas deficientemente o no depuradas. En 2016, con los primeros episodios de anoxia distintos investigadores pusieron de manifiesto la necesidad de controlar y reducir estos vertidos ya que son la principal fuente de fósforo en las aguas de la laguna, elemento limitante para el desarrollo de los procesos de eutrofización de las aguas.

En numerosas ocasiones se ha puesto de manifiesto la necesidad de implantar redes de saneamiento separativas, así como modernizar y ampliar las plantas depuradoras de los municipios de la vertiente para evitar vertidos de aguas residuales mal depuradas. Sin embargo, poco o nada se ha avanzado en este sentido.

El Gobierno de la nación ya lo reconoce abiertamente y ha destinado recientemente 20 millones de euros para mejorar las redes de saneamiento y los sistemas de depuración de los municipios de la cuenca vertiente al Mar Menor.

Se admite, después de años de incidir únicamente en la agricultura, que los municipios presentan significativos problemas en la gestión diaria de sus redes de saneamiento, que aumentan en los días de lluvia sobre todo en episodios de fuertes lluvias.

Es evidente que para mitigar los efectos que el desarrollo humano ejerce sobre el ecosistema es necesaria la implicación política y la colaboración de todos los sectores socioeconómicos: turismo, comercio, industria, agricultura, administraciones publicas, etc.

En este sentido los agricultores del Campo de Cartagena, especialmente sensibilizados con recuperar el Mar Menor, son claro ejemplo de buenas prácticas agrícolas y compromiso medioambiental. Además son un referente internacional en gestión sostenible del agua y los fertilizantes, innovación y creación de empleo.

"Se dedica más energía a las discusiones y enfrentamientos que a generar recursos para financiar las obras"

No es complejo revertir la situación del Mar Menor y reducir los factores de riesgo que le afectan. Se trata de evitar la entrada de agua dulce superficial a la laguna, mantener un flujo estable de entrada de agua del mediterráneo a través de las golas y controlar el vertido difuso de las aguas subterráneas.

La ampliación del bombeo del Albujón para posibilitar el desvío del 100% de las aguas fuera del Mar Menor junto con la mejora de los sistemas depurativos de aguas residuales y la construcción de las redes separativas de pluviales son indudablemente acciones fundamentales y prioritarias que benefician la estabilidad ambiental de la laguna.

Es posible recuperar el buen estado ecológico del Mar Menor, compatible con las actividades socioeconómicas (ocio, vacaciones, agricultura, residencial, etc.). Hay fondos europeos suficientes para financiar las medidas y corregir la deficiente gestión de la problemática ambiental del Mar Menor. 

Se ha dedicado más energía a las discusiones y enfrentamientos que a generar recursos para financiar las obras imprescindibles. Se ha permitido demonizar a la producción agrícola como excusa ante la inoperancia y ausencia de soluciones.

Es el momento para que las distintas administraciones, sin excusas, materialicen la financiación de las restantes actuaciones para evitar los vertidos de agua dulce. Demasiado se ha demorado la toma de decisiones confiando únicamente en que las lluvias no incidan con fiereza sobre el Mar Menor.

Nunca es tarde para rectificar y recuperar el tiempo perdido. 

Miguel Ángel Cámara Botía

Catedrático de Química Agrícola

Director Cátedra de Ecoeficiencia Hídrica

Universidad de Murcia

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