HECHO A MANO / OPINIÓN

Ayer lo di todo

1/01/2023 - 

MURCIA …Y hoy lo estoy pagando. No me lo cuente, usted está como yo: cuerpo escombro. No aprendemos, los veinteañeros que llevamos dentro nos tienen por el camino de la amargura. A poco que te tomes dos tercios, empiezan a asomar como Alien por nuestra boca. ¿Y qué son dos tercios? El conductor perfecto de la huida, el escape de la realidad, la inhibición del día a día y ¡zas! ahí estaba usted, secuestrado por su yo de veinte años, con su camiseta gris ajada, sus Levis 501 y sus zapas rodeado de colegas y amigas. Nosotras, con el vestido más corto que encontramos en el armario, tirando hacia abajo todo el santo día porque se nos veía hasta el higadillo.

Claro que ayer nos lo pusieron a huevo. Treinta y uno de diciembre y sábado, ¿qué más se podía pedir? Ya lo estoy viendo. Quedada con los amigotes para el aperitivo. Plaza con solecito. Un quinto, dos quintos… cinco quintos ¡Joder, qué bien entra esto en buena compañía! Andaaaaa, si está ahí Pepón, el que se fue a trabajar a una multinacional en Madrid. ¡Cuánto tiempo, tío! Los hombres: abrazos de machotes, palmadas en la espalda que le sacas la mano por el pecho. Tú no quieres ni mirar, porque te colgaste de él como una pava a los veintidós, te prometió amor eterno y volvió del master del IE con un tarjetón perlado invitándote a su boda en la calle Serrano. Lo sé, chata. Esa herida no se cierra así como así.  

"Si pudieras darle marcha atrás a la moviola, nunca te hubieras fumado ese primer cigarro"

Empieza el tardeo, que no se nos haga tarde para ver a la Pedroche. En el garito no te puedes ni mover, se calienta el ambiente. Cae Feo, fuerte y formal, ese eres tú: un malote con un corazón entregado a los amigos. Brazos por encima del cuello. Amigo, ¡cuánto te quiero! Es verdad, lo habéis vivido todo. Inseparables desde parvulitos. Empieza a sonar La Mujer de Verde y entre saltos te desgañitas rindiendo pleitesía a vuestro himno (porque en el grupito sois mucho de indie). En este momento un piti te parece una buena idea, pues venga ¡que la vida son dos días! Ay, dos días. Si pudieras darle marcha atrás a la moviola, nunca te hubieras fumado ese primer cigarro.

Llegaste como una moto a la cena, pero no pasa nada porque después de las uvas siguió la fiesta. Por cierto, el vestido de la Pedroche, otra mierda como siempre. Más alcohol, más amigos, más música, más cantar, más bailar. El veinteañero estaba desatado porque ayer solo había matasuegras, alegría y buen rollo. Un balón de oxigeno para mucho tiempo. Han sido tiempos duros desde la pandemia y solo queda disfrutar.

Pero hoy, señores míos, es uno de enero, el día después. Quizá todo aquello que le pareció tan buena idea ayer (los jagger, los chupitos de tequila…) sólo de pensarlo le produzcan arcadas. La carroza se ha convertido en calabaza y el exultante veinteañero en un cuarentón con una colitis ulcerosa despierta para un mes.

¡Anda! ¿Qué hace Pepón en mi cama? Seguramente de todas aquellas buenas–malas decisiones que tomaste ayer, esta haya sido la mejor. ¡Que se joda la pija del Barrio de Salamanca y que se joda Pepón! La venganza se sirve fría y veinte años más tarde, congelada. Ahora sí, dos ibuprofenos y un caldo con pelotas.

Rezo por usted para que no tenga comida con la suegra.

Le deseo un Feliz 2023 lleno de salud y que todos sus sueños se cumplan.

Gracias por su lectura.

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