"No podemos ni queremos tener en la Región un Benidorm; nuestra oferta turística debe ser diferente"

CARTAGENA. Bartolomé Vera González, cartagenero de 48 años, se convertía hace unas pocas semanas en presidente de la Asociación empresarial de hoteleros de la Región de Murcia. Recién salidos de la pandemia, aunque las secuelas son más que evidentes, Vera coge el bastón con el entusiasmo que siempre ha puesto en cada proyecto, tal y como ha desarrollado en el hotel Los Habaneros, donde es el gerente. Sus propuestas son inacabables, porque entiende que el turismo es la gran tabla de salvación para la Región. Ahora necesita que todos crean que eso es posible -las administraciones, pero también el resto del sector servicios- y se borre de una vez por todas ese acomodamiento y adocenamiento que acaba convirtiéndose en un lastre para el desarrollo hotelero.

-Nadie ha estado exento de las circunstancias que han sacudido la economía española fruto de la pandemia, pero el sector hotelero ha sufrido como el que más. ¿Ha cerrado algún establecimiento hotelero en la Región fruto de la situación?

-No ha habido ninguno, que nosotros tengamos constancia. Están todos operativos.

-¿Están libres de que eso suceda en los próximos meses?

-A punto de cerrar no hay ninguno, pero sí que esta crisis nos ha dejado un enorme agujero en la economía de nuestras empresas. Las ayudas que nos dieron vinieron de maravilla, pero no cubren el déficit que estamos soportando. Cada uno lo habrá hecho con recursos propios o préstamos ICO. El verano ha sido un empujón, pero ni mucho menos para pagar el coste que supone un hotel cerrado todo el año pasado y, si hablamos de inversión para mejorar, ha sido prácticamente cero.

-¿Sale más o menos fortalecido el sector hotelero?

-Mucho más fortalecido. Esta situación da una lección clara. Piensas que lo tienes todo controlado y la realidad te dice lo contrario, que no había nada previsto. El cuento de la lechera te lo cambia por completo. Hay que mirar hacia adelante, pero también crear unos buenos cimientos para que esto no nos vuelva a ocurrir.

-¿Hay alguna lección que hayan aprendido tras la covid?

-Tenemos que salir de la zona de confort, hay que innovar y eso nos dará más destreza para capear el temporal. No podemos quedarnos sentados esperando a que lleguen los clientes.

-¿Tiene la Región un déficit histórico de hoteles?

-En determinados momentos del año, por supuesto. ¿Cuándo existe ese déficit?, pues cuando tenemos que dar cobertura a grandes eventos y no tenemos suficientes plazas para llevarlo a cabo. La Región es un polo de atracción para celebraciones deportivas, actos culturales, congresos, conciertos, etc… El patrimonio, la playa, la gastronomía, la accesibilidad por el hecho de ser una Región pequeña... Para que los hoteles de la costa sean capaces de desestacionalizarse, hay que lograr que durante al menos 30 semanas al año tengamos eventos de calidad, para así utilizar los establecimientos que nos van a dar ese plus de habitaciones y que nadie nos descarte como destino.

Los hoteles han de salir de la zona de confort, hay que innovar y eso nos dará más destreza para capear el temporal. No podemos quedarnos sentados esperando a que lleguen los clientes

-¿Cómo pretendiendo ser el turístico uno de los sectores que tire de la economía tenemos ese problema?

-Creo que hay buena calidad, en general, de establecimientos, pero tenemos que seguir arreglando habitaciones. Cuanto mejor instalaciones seamos capaces de ofrecer, mejor será el turista que nos venga. Un cliente con una solvencia económica importante, no se va a comer un menú barato, todo lo contrario. Si está dispuesto a pagar 100 euros por una noche de hotel, también lo está para pagar 40 euros en una comida. Si al final lo que nos viene es un cliente ‘low cost’ de 40 euros la noche, tendremos un turista de marinera y caña, y poco más.

-¿Nos hemos dado cuenta ya de que el Turismo es un sector que apunta a ser definitivo para el despegue económico de la Región?

-La Región tiene un potencial turístico enorme. No sé cuándo nos vamos a dar cuenta de que debemos creérnoslo. Los que estamos en este sector sí que lo sabemos, ahora falta que el resto también lo vea, porque mi realidad es que con cada cliente que hablo de mi hotel que viene a hacer turismo, se queda gratamente sorprendido de lo que ve. Uno de los responsables de La Manga Club nos ha dicho en alguna charla que la Región de Murcia es un secreto, que estamos ahí y nadie lo sabe. Necesitamos dejar de ser un secreto y convertirnos en líderes en el sector.

-¿Hay que ser, por tanto, un sector proactivo y no verlas venir?

-Yo lo entiendo así. Soy el primero que recomiendo, acompaño y hasta hago de guía improvisado si hace falta con mis clientes. Eso no sabes cómo lo agradecen los turistas, que apuntan en su agenda una próxima visita casi asegurada. Además, creo que tenemos la obligación de ayudar a las administraciones en las promociones que ponen en marcha. Si a mi me dice Puerto de Culturas que va a hacer un ‘Fun Trips’, tengo la obligación de ayudarles.   

Alguien ha dicho en alguna ocasión que la Región de Murcia es un secreto, que estamos ahí y nadie lo sabe. Necesitamos dejar de serlo y convertirnos en un líder en el sector

-¿Qué necesita el sector alojativo de la Región para acercarse mínimamente a sus compañeros alicantinos?

-Lo he dicho en alguna ocasión. No debemos compararnos con la Comunidad Valenciana, porque ellos ofrecen cosas que no tenemos nosotros,, pero también al contrario. No vamos a tener nunca un Benidorm, ni nos interesa, por lo que hay que pensar en otra cosa. Debemos sacar rendimiento a lo que tenemos y explotarlo al máximo. La oferta debe ser diferente: rutas del vino, senderismo, playa, turismo cultural, patrimonio, etc...

-¿Qué trabajo es el más urgente que deben hacer?

-Terminar el Plan Estratégico 2020-2030. Además, hay que mejorar las infraestructuras, en la medida que se pueda, con apoyo del Info (turismo rural, playa, urbano) y ofrecer más producto. Además, le he dicho al consejero de Turismo -Marcos Ortuño- que es básico ser un destino inteligente. Estoy convencido de que lo que no esté en un móvil, dejará de existir. El ITREM ya trabaja sobre ese camino, pero es necesario que vayan de la mano con los empresarios.