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en las instalaciones de cartagena, Ferrol, Cádiz y Madrid

Navantia incrementa en un 44% el presupuesto para frenar las intrusiones al quedar desierto el anterior contrato

8/06/2022 - 

CARTAGENA. Navantia tiene decidido poner en marcha un nuevo plan de seguridad que afecta directamente a sus factorías y de ahí que pretenda contar cuanto antes con los servicios de una empresa que sea capaz establecer un sistema de control de intrusión al interior de las plantas ubicadas en Cartagena, Ferrol, Cádiz y Madrid. 

Por tal motivo, sacó el servicio a licitación a finales del pasado año, con un coste estimado de 545.000 euros, pero el proceso quedó desierto, lo que ha supuesto que tenga que volver a licitarlo, pero en esta ocasión no ha tenido más remedio que incrementar un 44% el presupuesto destinado para cubrir dicho servicio. De esta manera, el importe actual se eleva a los 785.500 euros (240.000 euros más).

El objetivo, con este contrato, por parte de Navantia es el diseño, suministro, instalación y puesta en marcha del sistema de control de intrusión (SCI) para todas las instalaciones de Navantia. El contrato requiere una unidad para la dársena de Cartagena; tres unidades para la bahía de Cádiz (1 en San Fernando, 1 en Cádiz y 1 en Puerto Real), dos unidades para la ría de Ferrol (1 en Ferrol y 1 en Fene); una unidad para la central corporativa de Madrid y, por último, una unidad para un centro de pruebas e integración CPI.

Las principales razones para la actualización del Sistema de Seguridad Industrial en Navantia son las de mantener la seguridad en los niveles de exigencia acorde a los requisitos contractuales en el mercado actual y adecuarse al proceso de transformación digital de la compañía.

Recordemos, por otro lado, que este proceso que controle la intrusión a las factorías debe proporcionar a la plataforma de seguridad de Navantia los eventos de intrusión que se produzcan en el sistema. A su vez, procederá a la identificación de los estados de los sensores de intrusión del sistema (volumétricos, magnéticos, sísmicos, barreras de infrarrojo, etc...) y dispondrá de capacidad de detección de averías de los equipos instalados.

El alcance de los trabajos abarca los sensores. El suministrador deberá realizar una revisión tanto de los sensores como de su cableado para reponer aquellos que se encuentren averiados. Por su parte, los multiplexores actuales son equipos adquiridos a la empresa Indra. El suministrador debe proporcionar los multiplexores que considere necesarios en función de su arquitectura. Por último las URAM son unidades remotas de adquisición y control proporcionados por la empresa Indra. 

El suministrador deberá incluir en su oferta las unidades que necesite para hacer de puente entre los sensores (y multiplexores) y la plataforma de seguridad de Navantia o el middleware o cualquier otro elemento según su arquitectura.

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