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Los dos últimos de la serie se encuentran en la fase de armamento estructural (S-83) y construcción del casco resistente (S-84)

Navantia Cartagena avanza en la serie S-80 con el cierre del casco resistente del submarino S-82 a lo largo de este semestre

3/02/2024 - 

CARTAGENA. El S-81 ha marcado un momento fundamental a la par que histórico en la construcción de naves para defensa en Navantia. Su entrega a la Armada española el pasado mes de noviembre ha supuesto un gran trampolín para la empresa española y más concretamente para su factoría ubicada en Cartagena, gracias a las capacidades de la nave, su evolucionada tecnología y su posicionamiento en el sector en el ámbito internacional.

Pero, marcado este primer paso, nada baladí, por supuesto, la factoría está metida de lleno desde hace años en la construcción del resto de sumergibles de la serie. Cada paso que se da supone un escalón más en avances tecnológicos en la serie de sumergibles más moderna de Europa. El S-82, llamado Narciso Monturiol, es el siguiente en la rampa de lanzamiento. El submarino, hermano del que ya navega a los mandos de la Armada, el Isaac Peral, está en una fase decisiva de su construcción, el cierre del casco resistente. Éste se producirá a lo largo de este primer semestre -en la actualidad se encuentra en fase de armamento definitivo- , si no hay inconvenientes que lo obstaculicen, convirtiéndolo en el gran protagonista del año.

Las imágenes son del cierre del casco resistente del S-81

 

Y es que el cierre del casco resistente es un hito fundamental en la construcción de un submarino puesto que éste queda constituido como buque completo. Previamente, se ha llevado a cabo el embarque de todos los módulos principales y un nivel de terminación de las secciones muy elevado. El siguiente paso es la finalización de los trabajos de armamento y el comienzo de la etapa de pruebas.

Este hito supone un cambio de fase en la obra. Los trabajos en el submarino se enfocarán a partir de entonces hacia su puesta a flote, para lo cual se sigue un proceso formal y reglado basado en la superación de hitos de seguridad. Este proceso comienza con el hito de puesta en tensión, en el que el submarino empieza a recibir corriente en sus cuadros principales; continúa con el hito de embarque de baterías, en el que se gana la capacidad de ser autónomo en la generación de energía, y culmina con el propio hito de puesta a flote, en el que el submarino se desplaza al muelle de armamento para el comienzo de las pruebas de puerto. Estas pruebas suelen alargarse al menos un año. Todas estas pruebas fueron superadas con éxito por el pionero Isaac Peral, el S-81. Eso sí, el S-82 estará desprovisto del sistema de Propulsión Independiente de Aire (AIP) hasta su primera parada técnica (año 2029/30).

Respecto a los plazos de entrega y aunque en un primer momento se preveía que la misma se produciría a la Armada a finales de este 2024, lo más probable es que se lleve a cabo -a falta de confirmación oficial- a mediados de 2025.

Su construcción, como los del resto de la serie, se realiza cumpliendo con los estándares de seguridad de la NASA, un sistema de armas muy complejo comparable como reto de ingeniería con los vehículos espaciales. De hecho, Navantia se decantó por apuntar a los protocolos de ingeniería de sistemas de la NASA a la hora de planificar el proyecto. Los S-80 tienen diseño y construcción completamente españoles.

S-83 y S-84, distintas fases para los buques más avanzados tecnológicamente hablando

En cuanto a los otros dos submarinos de la serie, hay que indicar que el S-83, que fue bautizado como Cosme García -cuya entrega a la Armada está prevista para finales de 2026-, se encuentra en fase de armamento estructural, mientras que en el S-84 -Mateo García de los Reyes- (entrega en 2028) se está construyendo el casco resistente.

Hay que recordar que los dos últimos sumergibles de la serán los primeros de la serie en incorporar ya de serie el Sistema de Propulsión Anaerobia (AIP, en sus siglas en inglés), lo que les permitirá generar su propia energía eléctrica y, así, navegar durante semanas sin salir a la superficie, proporcionando unas capacidades tácticas y de discreción no existentes a fecha actual. A diferencia de los submarinos convencionales, que necesitan subir prácticamente a la superficie para realizar operaciones de snorkel frecuentes para recargar sus baterías, los S-80 podrán hacerlo en inmersión, siendo así menos vulnerables y detectables.

Los submarinos de la clase S-80 tienen un desplazamiento en inmersión de casi 3.000 toneladas (2.965 t), una eslora de 81 metros y un diámetro de casco resistente de 7,3 metros. Su velocidad en la superficie será de 10 nudos y en inmersión de 19 nudos. En su interior alberga 180 sistemas y 60 km de cablesEl S-80 es el submarino convencional más avanzado del mundo. Sus principales características son:

  • Eslora 80,81 m
  • Manga Total 11,68 m
  • Puntal Total 13,69 m
  • Diámetro: 7,30 m
  • Desplazamiento en superficie/inmersión: 695 / 2.965 t
  • Acomodación :32 dotación + 8 fuerzas especiales
  • Submarino convencional de alta autonomía dotado de propulsión anaerobia
  • Firma acústica extremadamente baja
  • Maniobrabilidad excelente a baja velocidad
  • Sistemas con alta automatización
  • Sistema de combate de última generación
  • Sistema propulsión independiente del aire (AIP) – Estado del arte
  • Diseño integrado de alta complejidad.

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