MURCIA. El Real Murcia mantiene el modelo alemán, ese que impide que cualquier persona se pueda hacer con la mayoría de las acciones del club grana, y ha declarado una deuda de 33 millones de euros, todo un lastre para un club cuyo primer equipo compite en Segunda División B una temporada más.
El 96% de los accionistas han votado a favor de impedir el acceso de un gran inversor, como pasó en tiempos pretéritos con Jesús Samper, por ejemplo.
Así se ha acordado en la junta general de accionistas celebrada telemáticamente por las restricciones propias de la pandemia del coronavirus este sábado desde el palco de honor del estadio Enrique Roca con un quórum del 49,25%, o lo que es lo mismo 1.513.843 euros representados. En ese espacio han estado presentes todos los miembros del consejo de administración de la entidad grana, con el presidente Francisco Tornel al frente, y el secretario del club, Antonio Rubio, ha sido el encargado de dirigir una reunión en la que se han aprobado ocho puntos.
La junta, que ha tenido lugar en segunda convocatoria después de que el viernes no se alcanzara el quórum necesario, ha comenzado con el visto bueno a las cuentas anuales.
Por otra parte, se ha creado una línea de préstamos convertibles para el aumento del capital social de hasta dos millones de euros para pagar a acreedores.
Igualmente se ha decidido incrementar el número de integrantes del consejo, que ha pasado de cinco a ocho personas con la incorporación al mismo de Francisco García Sánchez, Francisco José Pérez Alcázar y Antonio Martínez Cascales, quien se suman a un grupo en el que continúan Tornel, Daniel Moreno, Francisco Cobacho, Francisco Miró y Álvaro Ruiz.
Tras acordarse continuar con los estatutos que actualmente rigen el club, se han restaurado las insignias para los socios de más de 25, 50 y 75 años de antigüedad y se ha aprobado rendir un homenaje al ex jugador del club José Vidaña, recientemente fallecido, con un busto.
Además, se ha creado una comisión de estudio sobre el año de fundación del club y se ha nombrado al ex entrenador de la entidad Vicente Carlos Campillo y al ex futbolista Juanjo Díaz de Guereño como figuras de relaciones institucionales del Real Murcia.
Esos acuerdos han sido dados a conocer por el club sin más detalles en su comunicado hecho público, pero la junta de accionistas ha contado con decisiones de calado y se han aportado números como que el pasado curso se cerró con unos beneficios de dos millones y medio de euros y que existe una deuda de 17,5 millones con las administraciones públicas, más de la mitad de los 33 millones de deuda total de la entidad.
Ante esta situación, Tornel ha pedido al ayuntamiento de Murcia y a la Comunidad Autónoma que respalden a la institución.
El presidente también ha aludido al hecho de seguir apostando por el modelo alemán, que se implantó a comienzos de año limitando que un gran inversor se haga con el poder del club, aunque no se ha cerrado en banda a cambiar los estatutos si "alguien viene poniendo 15 millones de euros".