la fotografía postmortem y el duelo están presentes en su novela 'anoxia' 

Miguel Ángel Hernández: "Hoy la muerte se quiere expulsar porque mancha la ilusión de la felicidad"

9/02/2023 - 

MURCIA. (EUROPA PRESS). El escritor murciano Miguel Ángel Hernández reflexiona en la novela Anoxia (Anagrama) con el poder de las imágenes para "mitigar el dolor", lidiar con el duelo y guardar la imagen de los que se han ido, en una obra que recupera la tradición popular en el siglo XIX y principios del XX de la fotografía 'postmortem'.

El escritor ha explicado que es su "primera novela novela de ficción ficción" después de tres anteriores en las que había mucho de autoficción, y en la que el protagonismo recae en una mujer de 60 años, viuda y propietaria de un estudio fotográfico en un pueblo de la costa del Mar Menor, que recibe el encargo de retratar a un difunto el día de su entierro.

Hernández ha remarcado que se interesó por este tipo de fotografía tras ver la película Los otros, de Alejandro Amenábar, y ha subrayado que pasó de parecerle algo macabro en un inicio para comprender que era una "práctica vinculada con el amor, la última imagen de quien iba a desaparecer".

El escritor ha remarcado que eran "imágenes de memoria que funcionaban en un contexto íntimo" y que en algunos casos era la única instantánea que se hacían en la vida, una tradición que a partir de la segunda mitad del siglo XX fue desapareciendo y que él recupera en un presente novelado en que todavía se realizan. Hernández ha remarcado que en la actualidad existe una relación diferente con la muerte, que se quiere "quitar de en medio, expulsar porque mancha la ilusión de la felicidad".

En la novela, la imagen de estos difuntos son importantes para el duelo de los protagonistas, la fotógrafa viuda y el jubilado que regresa a España tras pasar la vida en Francia y que la introduce en la práctica de este tipo de fotografía y del daguerrotipo, y cómo las imágenes sirven para "curar y cauterizar heridas".

Parada en el tiempo

Hernández ha afirmado que la protagonista tiene una manera corriente de ver el mundo y, tras el fallecimiento de su marido en un accidente, "ha ido desapareciendo, haciéndose invisible, se queda parada en el tiempo", y es a través del encuentro con el jubilado y la fotografía 'postmortem' que se reactiva.

"Fotografiar la muerte le sirve para vivir y mitigar el dolor de los demás le sirve a ella para asumir su duelo", ha subrayado el escritor, quien ve en este redescubrimiento de la fotografía un acto de respiración de la protagonista.

Hernández ha apuntado que la historia se enmarca en un pueblo de la costa del Mar Menor de los que sufrieron las grandes inundaciones entre 2019 y 2020, y que la protagonista fotografía para que la sociedad sea "consciente de la transformación" y tomar conciencia de la potencia de la fotografía.

Ha remarcado que las tramas de la fotografía 'postmortem', la protagonista y la situación en la costa murciana se articulan alrededor de la cuestión del duelo y el poder de la fotografía, que la protagonista realiza en blanco y negro al ser "refractario al tiempo".

Sobre el título, ha dicho que anoxia se refiere a la falta de oxígeno y que se ha convertido en un tema "bastante común" en Murcia tras las catástrofes naturales, y ha remarcado que en la novela lo ha utilizado como metáfora de la pérdida de aire de aquel que ha perdido a quien más ama y le cuesta respirar

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