LORCA. La judería del Castillo de Lorca acoge el inicio de una nueva excavación arqueológica realizada, de manera coordinada, desde el área de Historia Medieval de la Universidad de Murcia y el Museo Arqueológico Municipal de Lorca. El concejal de Cultura, Santiago Parra, quien visitó los trabajos a principios de semana, ha explicado que "este proyecto, que continúa con los que se han ido desarrollando desde el año 2002, se perfila como una nueva oportunidad para comprender la vida de la comunidad judía que habitó en el barrio de Alcalá, en los años inmediatamente posteriores a la conquista castellana del siglo XIII.
Desde el pasado mes de noviembre, el 'Proyecto de excavación arqueológica en la judería del Castillo de Lorca. Campaña de 2023' se ha puesto en marcha bajo la dirección de los doctores Jorge Eiroa Rodríguez, profesor de la Universidad de Murcia; Andrés Martínez Rodríguez, director del Museo Arqueológico de Lorca; y José Ángel González Ballesteros, centrándose, sobre todo, en la casa XVI y su entorno.
El objetivo principal es descubrir los tesoros que guarda la judería del Castillo de Lorca, proporcionándonos así una visión más completa de la rica diversidad cultural que ha conformado nuestra ciudad a lo largo de los siglos. Para ello, estos trabajos arqueológicos de campo se centran en la excavación de la casa XVI, específicamente los espacios 22 y 33.
La investigación continuará con un estudio interdisciplinar de aspectos históricos, arqueológicos, arqueozoológicos, arqueobotánicos, constructivos y de conservación, ya que se analizarán tanto las estructuras como los materiales y bienes muebles recuperados.
Cabe destacar que las excavaciones arqueológicas son siempre impredecibles, por lo que también está contemplado que se pueda estudiar cualquier otro aspecto que sea susceptible de ser investigado.
Estas excavaciones, relevantes a nivel nacional e internacional, constituyen un esfuerzo colaborativo entre el Ayuntamiento de Lorca, destacados arqueólogos y expertos en historia medieval.
De este modo, cuenta con la participación de cinco arqueólogos titulados, incluyendo a la doctora Alicia Hernández Robles y a la investigadora predoctoral María Isabel Molina Campuzano, que abordarán el estudio interdisciplinar de las estructuras, materiales y bienes muebles recuperados; y de la doctora Mireia Celma que desempeñará su trabajo como arqueobióloga, gestionando los muestreos carpológicos, antracológicos y palinológicos.
Al equipo se unen también tres universitarios en prácticas, un topógrafo, un dibujante, y un fotógrafo profesional, respaldados por dos obreros proporcionados por el Ayuntamiento de Lorca, reflejando así el compromiso conjunto en este proyecto arqueológico.
Dentro de la labor investigadora de este proyecto, a partir de enero de 2024, se analizarán nuevas muestras cerámicas y bioarqueológicas en el laboratorio de la Universidad de Murcia, lo que supondrá una oportunidad para seguir explorando y comprendiendo la influencia de la comunidad judía en la identidad cultural de Lorca y profundizando en el estudio de la presencia judía en la península durante la Baja Edad Media (siglos XIV-XV), estableciendo la conexión de nuestro pasado con las comunidades judías en otros lugares del mundo.
A medida que las capas del tiempo se desvelan, Lorca se consolida como un destino imprescindible para aquellos que quieren conocer el pasado judío-serfadí.
Estas excavaciones tendrán un gran impacto en las investigaciones históricas y en la promoción de Lorca como un referente cultural de primer orden, ya que las actuaciones de difusión de esta campaña arqueológica incluirán la continuidad de la web interactiva ('judería.um.es'), difusión en redes sociales, la realización de conferencias, la publicación de trabajos científicos en revistas especializadas y la participación en diversos congresos científicos.
Los costes del proyecto serán asumidos por la Universidad de Murcia, gracias a dos proyectos de investigación coordinados por Jorge Eiroa Rodríguez, con la colaboración del Consistorio lorquino, y financiados por la Fundación Séneca y la Comisión Europea.