CARTAGENA. "Ir a Cartagena siempre es especial porque mi abuelo Nicolás es de allí y viene toda la familia", afirma Marta Soto al hablar del concierto que dio en Cartagena dentro del ciclo Live the Roof. Esta onubense de Punta Umbría saltó a la fama gracias a que Alejandro Sanz se enamoró de una versión que la artista hizo de su tema A que no me dejas. Su posterior aparición en El Hormiguero la puso en el mapa. El resto es cosecha propia. Desde entonces, hace ya más de cinco años, la cantante ha sacado un disco y está a punto de sacar el segundo (saldrá en febrero). Su talento y su sencillez, y una dulzura en la voz mientras se desgarra en cada nota, la han colocado entre los nombres propios del panorama musical español. Con ella repasamos su momento actual, sus inicios y el momento actual de la industria musical. Su último single se titula Me preguntaron por ti.
- Decía que el confinamiento le había traído inspiración. ¿Sigue componiendo o ahora está en una fase de ordenar todo lo que tiene?
Ahora se vienen cositas, que se dice ahora. Estoy más centrada en organizar lo que tengo, como dices. Tenía un disco preparado, pero al final cambiamos un poco todo. He dejado algunas canciones de las que ya estaban y hemos producido algunas nuevas. Va a haber un poquito de todo.
- Alejandro Sanz es la persona que nos presenta a la Marta Soto artista. ¿Recuerda como fue ese día en el que comparte su versión de A que no me dejas?
Claro que lo recuerdo. No se me olvidará nunca. Estaba en San Fernando y para nada te esperas algo así. Recuerdo que subí esa versión de A que no me dejas pero sin pretensión ninguna. Mi única motivación era darme a conocer y presentar las canciones que a mí más me gustaban por ese momento, las que más me inspiraban. Cuando de pronto Alejandro Sanz la comparte, veo que me apoya en redes sociales…Yo me puse a temblar. Me puse a pegar saltos. Pensaba: ¡Esto no puede ser verdad! Llamé a mi familia, se lo conté…Era algo surrealista. No daba crédito a lo que acababa de pasar. Lo recuerdo con mucho cariño. Fue lo que me impulsó a decantarme por la música. Tenía 18 años recién cumplidos, ahora tengo 24, y fue el impulso que me ayudó a profesionalizarme.
- ¿Cómo logra asimilar el hecho de no ser conocida a salir en El Hormiguero y de repente empezar una carrera musical?
De alguna manera no fue todo de cero a cien. Ha habido un proceso en el que han surgido eventos y situaciones personales que me han ayudado a que fuera todo algo gradual. En ningún momento fue levantarme por la mañana y la gente ya me conocía. Tuve la suerte, gracias a Alejandro Sanz y Pablo Motos, El Hormiguero y todo su equipo, de poder cantar y presentar esa versión de A que no me dejas, pero por entonces yo solo tenía dos canciones propias. Entonces fue todo un proceso paso a paso. Recuerdo llegar a la discográfica, cuando me decido a trabajar con Warner, y lo primero que dije fue (esto creo que no lo he dicho nunca): “Yo no quiero sacar un disco del tirón”. Yo quería trabajar primero bien el estilo musical y definirlo, saber lo que quería hacer. Fue un proceso gradual. No sentí de un día para otro ese boom. Fue más una cuestión de trabajo durante años.
De igual manera, es evidente que hubo un cambio muy grande en mi vida, que fue dedicarme plenamente a la música. De pronto empiezo a ser un personaje público. Para todo eso la mayoría de los artistas cuentan con una ayuda profesional. En este caso, mi psicóloga me ayudó a gestionar sobre todo el tema conciertos. Era como muy extremo el estar delante de un público y luego llegar al hotel y estar sola. Para ese tipo de gestión emocional es importante tener las herramientas adecuadas para poder sobrellevarlo. Eso y tener un buen entorno. Tener gente que te diga lo bueno y lo malo. Que no te trate como artista sino como persona. Esos son los dos pilares fundamentales para no volverte loco.
- Decía Alejandro Sanz que conforme han pasado los años, la fama le ha hecho ser más desconfiado. ¿Le ha pasado lo mismo?
Lo ideal sería no tener ningún tipo de predisposición. Es verdad que, al ser una persona pública, tiendes a pensar que hay intereses de por medio. La música para mí es un trabajo y lo veo así. Me siento muy afortunada pero lleva unos intereses aparejados que, al conocer a alguien, el punto de partida no es el mismo que si no fuera conocida. Por mi parte trato de que no haya una diferencia desde el principio. Al final, todos volvemos a casa, arreglamos nuestra casa, limpiamos…No tiene que haber una predisposición diferente. Ni por mi parte, ni por la persona que hay enfrente. Intento que sea lo más normal posible.
- Lleva tres años en Madrid. ¿Se ha adaptado a la ciudad o tiene momentos de querer volver a casa?
Adaptarme me he adaptado, aunque me faltan muchos años para hacerme a lo grande que es Madrid y a la cantidad de oportunidades que hay. Creo que aunque pasen los años, esté donde esté, el deseo de volver a casa siempre va a estar. Enfrentarse a eso es madurar, seguir creciendo. Yo vine a Madrid por dedicarme a la música, es fundamental, pero nos pasa a todos ese pensamiento. Vuelvo a casa por Navidad, llevamos una semana allí y cuando vuelves piensas: “Otra vez a mi casa, tener mis responsabilidades…”. Volver a casa es como un parón a las responsabilidades que tienes ahora y todos echamos de menos estar con la familia. Sentirte pequeñito otra vez, adolescente.
- Le leí en una entrevista a Cepeda que, hasta que no salió de Operación Triunfo, no supo lo que era cantar de verdad. ¿Le ha sucedido lo mismo al pasar de cantar en su casa o sitios más pequeños a grandes recintos?
Estoy totalmente de acuerdo. Hasta que no te expones a un público, no sabes en que tienes que mejorar. Yo sigo aprendiendo cada día. Cada escenario es diferente y cada público es diferente. Hay una base con la que tienes que cumplir, así me lo exijo yo al menos, pero cada escenario es diferente. Yo sigo aprendiendo cada día. Es una cuestión de experiencia, equivocarte…Espero seguir aprendiendo cada día, porque lo contrario significaría que me he estancado. Y eso no mola. Hay que moverse y evolucionar.
- ¿Le cuesta volver a un equilibrio emocional cuando deja de interpretar sus temas? Son de una carga emocional fuerte.
Lo bueno y lo malo de escribir canciones es que abres y cierras heridas. A la hora de interpretarlas en público me transporto a ese momento en que escribí la canción, a ese sentimiento. Esa es la clave de la música en general. Transmitir ese momento que pasaste, ya fuera bueno, malo o regular. Es volver a revivirlo una y otra vez. Llega un punto que lo interiorizas y se convierte en una mecánica. Lo contrario sería mentirte. No siempre que canto una canción la siento como el día que la escribí. Es verdad que hay momentos en los que, por la situación que te rodea llegas a conectar con ese sentimiento. Ha habido conciertos en los que he tenido que parar porque estaba llorando sin darme cuenta. Eso en realidad es lo bonito de la música. Cuando escribes canciones hay veces que ni entiendes porque escribes algo. Y con el tiempo cobra sentido.
- Desde que empezó hasta ahora, ¿en qué siente que ha evolucionado?
Siento sobre todo que, a nivel letra, cuento las cosas desde otro punto de vista, pero también a nivel musical me he interesado por otros géneros. No he estado tan etiquetada en un género musical. He tratado de hacerlo siempre. Las etiquetas para los que venimos de los 90 en adelante están muy difuminadas. Hay una libertad que a lo mejor no había antes. Quizá también por la manera en la que se consume la música. Ahora coges el móvil y puedes tener la canción que quieras en Spotify. Tenemos la facilidad de poder escuchar muchos géneros diferentes. A nivel musical sí siento una evolución de atreverme con otros estilos, sobre todo en las últimas canciones que he hecho, sin juzgarme. Sin decirme, ¿esto eres tú? No me etiqueto. Me atrevo a escribir y a componer en cualquier género, porque si salen de mí, me representan. Y a nivel letras, escribo de más cosas a medida que me han pasado más cosas.
- Hace poco hablaba con Ainoa Buitrago sobre la forma de consumir música actualmente. Ambas son ‘hijas’ de la era Youtube, Alejandro Sanz mediante. Ella me decía que nota cierto cansancio en la necesidad de tener que estar sacando contenido constantemente. ¿Cómo valora esta tendencia?
Hay una tendencia a favor de la inmediatez. Lo que está en auge es Tik Tok, y los vídeos en esa red social duran 15 segundos. Es decir, la gente no dura ni 15 segundos viendo algo. Hay una tendencia a que todo vaya muy rápido. A nivel musical, de alguna manera, llegas a sentir algo de ansiedad porque es contraproducente. No siempre estás inspirado, ni siempre tienes una buena canción. O, más que buena, una canción en la que sientas que estás a la altura de lo que crees que puedes sacar. En ese sentido sí hay una presión.
Por otro lado, todo esto me motiva muchísimo para seguir componiendo. A seguir adaptándome. Tengo24 años y siento que todo esto de la inmediatez me pone las pilas. Si no estuviera ocurriendo esto, me acomodaría, no le daría importancia a las redes sociales y no me partiría el coco en pensar que subir, de que manera presentar una canción nueva, en promocionarla… Entonces, es un poco agobiante cuando no te sale nada, pero, a la vez, me pone mucho las pilas esta nueva era musical.
- Una de sus últimas colaboraciones es la que tiene con Miriam Rodríguez de su tema Puedes contar conmigo. Es fascinante la manera en la que empastan ambas voces. ¿Cómo ha sido trabajar con Miriam?
Te agradezco mucho que te guste. Para mí es muy especial haber compartido ese tema con Miriam. Surgió de una manera muy especial, muy orgánica. Creo que la misión de la canción era esa, compartirla con Miriam. Por eso nació esa canción, aunque no lo supiera. El proceso de grabación fue muy bonito, muy natural, apenas hubo cambios. Cuando te encierras en el estudio a grabar tiendes a pensar en todas las tomas que haces, en lo que quieres cambiar…Fue de las canciones que menos tomas ha necesitado. La grabamos creo que cuatro veces, dos cada una, y así se quedó. Fuimos al estudio con la emoción de pensar que somos amigas, compartiendo esta canción, que precisamente va de eso, de la amistad, y se formó un aura en el ambiente que hizo que la canción creciera de esa manera. Miriam lo hizo muy fácil. Es una crack.
- ¿Cómo se conocieron Miriam y usted?
En la Academia de Operación Triunfo. Yo llegué a la Academia un poco de forma improvisada. Estaba en Barcelona de promoción y me llamaron para preguntarme si quería ir a la Academia a dar unos consejos a los chicos. Imagínate, yo ,que acababa de sacar mi primer disco, pensaba: “¿Y qué tipo de consejos les puedo dar? ¡Si estoy igual que ellos!”. Llegué un poco asustada porque pensé que no me iba a conocer nadie. De pronto, llego allí y Miriam empieza: “Buah Marta Soto, me encanta”. Y pensé: “Gracias por el cable que me acabas de echar”. Luego hemos ido coincidiendo en varios eventos y nos hemos hecho amigas por inercia. Nos llevamos súper bien desde el principio.
- Tocó en formato acústico en Cartagena. He leído que le gusta mucho este formato porque siente que presenta las canciones tal cual nacieron. ¿Qué le da este formato a diferencia de cuando va con banda?
Me da intimidad y desnudez. Subir a un escenario siempre es un reto, pero, si además siento que no estoy igual de arropada que con la banda, ahí es cuando no hay trampa ni cartón. No se pueden tapar los fallos, va todo a una. Es muy especial además porque en este formato puedo hablar mucho más con el público. No es la misma dinámica que cuando voy con banda o en recintos más grandes. Hay menos chances de mirar a la gente a la cara y preguntarles como están. Eso es una parte súper bonita de los acústicos.