La expectativa al freno de la FED ya se nota en el mercado, que descuenta que los tipos suban en la reunión de diciembre 50 puntos básicos en lugar de los 75 previstos
MADRID. La semana pasada estuvo marcada por la expectativa del mercado ante el dato del índice de precios de EE UU y la sorpresa fue mayúscula. La publicación correspondiente al mes de octubre dejó a los mercados con los ojos abiertos ante la fuerte caída en los precios, principalmente de la energía y el transporte y que situaron el indicador general o principal en el 7,7%, muy alejado de la expectativa del mercado del 8% y aún más alejado respecto al dato del mes anterior en el 8,2%. Y los mercados se dieron la vuelta.
Si bien hay que andar con cautela porque el dato base, que no considera los precios de los combustibles y el transporte, también retrocedió aunque no al mismo nivel. Concretamente fue del 6,3% cuando el mercado esperaba un 6,5% frente al 6,6% del año anterior. Son datos positivos y no debemos ignorarlos, pues el mercado no lo hace.
El comportamiento posterior tanto en la renta variable como en el mercado de bonos fue claro. Este dato de IPC podría cambiar la agresividad con la que la FED está subiendo los tipos de interés precisamente para conseguir que este parámetro macroeconómico de Estados Unidos caiga. Recordemos que la expectativa a medio plazo -para un año- es que la inflación se sitúe en el 5%. O lo que es lo mismo: niveles que dejamos atrás en junio de 2021. Mientras que para el largo plazo -a cinco años vista- la expectativa es del 2,9%. Veremos qué ocurre. En cualquier caso, la expectativa al freno de la FED ya se nota en el mercado, que descuenta que los tipos suban en la última reunión del año en diciembre 50 puntos básicos, en lugar de los 75 puntos básicos inicialmente planteados tras la última reunión.
Pero, ¿está alineado el sentimiento inversor (mercado) con el sentimiento de los consumidores (economía)? Aparentemente no. Las alzas en los tipos de interés han puesto la zancadilla a algunos sectores como el inmobiliario, que tienen un gran peso en la economía de Estados Unidos. La expectativa del endurecimiento de las condiciones económicas motivadas por las subidas de tasas ya tienen su primer impacto: el alivio en el IPC.
Todo ello supone que el objetivo de la FED se podría estar cumpliendo y, por tanto, se está destruyendo a una parte de la demanda a través de diferentes factores. Una mayor carga fiscal para trabajadores y empresas, una menor facturación -y por ende una caída de los márgenes y beneficios-, que resultan inexorablemente en un incremento de las tasas de desempleo... y eso es malo.
Por lo tanto, estamos siendo estrictos con nuestro discurso de los últimos meses. Estamos más cerca de la recesión que hace un mes y aunque el mercado está comprando una menor agresividad de los bancos centrales, no quiere decir que estos no sigan incrementando los tipos de interés. Algo que sabemos que ocurrirá. Asi que ha empezado el tramo de montaña y apenas llevamos un par de curvas de todo el recorrido que nos queda por delante.... y el invierno que viene por delante va a ser muy frío.
Darío García es analista de XTB