CARTAGENA. Manuel Padín (Cartagena, 1953) es un hombre que se rige por la ilusión y por el compromiso. Aunque tiene faena, como él dice, con siete hijos y quince nietos, Cartagena es un trozo de su corazón y no puede distanciarse de la ciudad y los vecinos tan fácilmente. Es el líder de Ciudadanos y desde su posición entre el Partido Popular de Noelia Arroyo y los exsocialistas, dirigidos por Ana Belén Castejón dedica cada segundo a Cartagena, que "está y estará siempre: son 3.000 años de historia, es nuestra grandeza".
Goza de mucho bagaje profesional y político: ya décadas atrás formaba parte del equipo de Adolfo Suárez, cuyas enseñanzas sigue predicando y aplicando en las calles de esta ciudad mediterránea. Es concejal de Turismo, Comercio, Consumo y Sanidad.
-En relación a Consumo y Comercio, ¿qué mensaje ha transmitido a los comerciantes y PYMES para potenciar el sector?
-Hemos reactivado el Consejo de Comercio, porque entendemos que es la mejor herramienta para impulsar de nuevo el comercio en el municipio. Tengo fe en este órgano consultivo, en cuyo seno se van a tomar las decisiones que permitan cuanto antes la recuperación del sector. El día 1 de septiembre celebraremos una nueva reunión para fijar las líneas de las dos comisiones creadas: la de Dinamización y Estética y la de Eventos.
Nuestra actuación debe basarse en el realismo, en tener los pies en el suelo, basándonos en tres cuestiones: que lo que organicemos se pueda hacer; que no se anule a mitad del camino; y que sea algo que reactive el comercio en cualquier circunstancia.
El contacto con los comerciantes es constante y más aún en estos momentos de crisis sanitaria. Los planes de futuro para este año es incentivar las compras en el comercio local, también mediante rifas y sorteos, potenciar el turismo nacional y regional, desarrollar el comercio online de nuestros comercios...
-¿Qué previsiones existen para la economía de Cartagena tras la caída del turismo derivada de la pandemia?
-La caída del turismo se ha evidenciado en programas como 'Cartagena, Puerto de Culturas': la venta de entradas se ha desplomado un 70% en museos y otras zonas de visita. La pandemia nos ha puesto a prueba y creo que estamos aprobando con nota este examen. Cartagena está y estará: son 3.000 años de historia, es nuestra grandeza, y está más bonita que nunca.
No bajamos la guardia. Ayudamos de forma directa al sector hotelero con campañas como la de las noches de hotel. Uno de nuestros últimos spot turístico es “Cartagena: tendrás que elegir”, donde se evidencia que en Cartagena hay multitud de posibilidades que escoger para disfrutar.
La Autoridad Portuaria ha anunciado que se van a retomar los cruceros y trabajamos sin descanso para que Cartagena sea un destino seguro. Tampoco dejamos de insistir en el turismo regional: nuestros hermanos, nuestros vecinos de la Región de Murcia tienen Cartagena abierta, ahora y siempre.
Cartagena es la puerta del turismo y la cultura de nuestra Región, como evidencia la arqueología, los más de 40 kilómetros de costa, las reservas marinas en Cabo de Palos y en Cabo Tiñoso, los parajes como La Algameca y los paisajes de nuestras fortalezas y montes. La Región es preciosa, desde Ojós hasta Cieza, desde Caravaca a Mazarrón. Debemos ser transversales y estar unidos, dando el todo por el todo.
-Hablemos de la política como relaciones de poder. ¿Ve este tripartito con la suficiente fuerza como para aguantar otros tres años más?
-Estoy seguro. Esto ha sido algo que tenía que pasar en la historia, y ha pasado en Cartagena. Mi tristeza es que otros no hayan copiado a nivel nacional nuestro ejemplo. Ciudadanos es un nexo de unión, y veo siempre la misma firmeza que nos llevó a pactar. Éramos conscientes de que era un acuerdo único y necesario para que Cartagena avanzase. Veo esta unión con fuerza para los próximos tres años y para mucho más si los ciudadanos confían en nosotros.
Cada uno debe dar el trigo en su parcela y en su partido. La política es la negociación, y quien no lo asimile se ha equivocado de profesión. De otra persona que no voy a nombrar que fue alcalde recibía insultos, a pesar de incluso haberle ayudado a aprobar sus Presupuestos. Pero no me ha desanimado nunca.
Siempre veía gente tanto en el PP como en el PSOE con los que podríamos trabajar unidos por Cartagena, por crear un modelo que funcione y se base en el consenso, en el sentido de municipio. Este era mi sueño, y lo cumplí el día de la investidura. Ni yo, ni la alcaldesa Castejón, ni la vicealcaldesa Arroyo estamos dispuestos a quebrar este sueño, porque estamos unidos.
-¿No se ha arrepentido nunca del pacto?
En absoluto, jamás. Al contrario, estoy complacido y satisfecho de que mis socias de gobierno pensaran como yo y no fuera tarde. Está claro, como en cualquier casa, que no todo es color de rosa: existen desacuerdos, pero no hay nada que no pueda solucionarse con diálogo y sensatez. La política es para mí un trabajo de vocación y servicio a los ciudadanos, pese a que hay gente a la que le gusta enredar y marranear las cosas.
NUNCA ME MOVIÓ LA AMBICIÓN DE LIDERAR POR MANDAR. MI VERDADERA ILUSIÓN ES EL CONSENSO, Y NADIE ME LA VA A QUITAR JAMÁS
-Quiere repetir esta fórmula en 2023, pero es casi imposible que Castejón repita por el PSOE ¿Tiene intención de ser de nuevo candidato por Ciudadanos a la alcaldía de Cartagena?
-Llevamos un año de gobierno en que hemos sufrido dos DANA y una pandemia global. A pesar de esto, llevamos cumplido ya un 25% de nuestro acuerdo programático de gobierno, y esperamos no defraudar a quienes confiaron en nuestra promesa. Si me lo pienso mucho, con 'sólo' quince nietos y siete hijos tengo ocupación suficiente (dice entre risas), pero también está mi ciudad y mi vocación.
La política está muy rara, por no calificarla de otra forma, y hay gente que viene aquí por el sueldo. Yo no creo ser así, porque es una vocación. Como decía Adolfo Suárez, "las cosas no hay que hacerlas de forma excelente, sino hacerlas de forma regular, pero hacerlas". Si a mi ciudad le hiciera falta en tres años, yo estaré, pero también podría venir nueva gente.
Utilizo mucho una metáfora en mi vida, y es que todos tenemos un jardín en el que algunas árboles necesitan jardineros para que, con el paso de los años, den el mejor fruto, sin que otros lleguen y lo talen o destrocen el fruto.
-¿Imaginó alguna vez codirigir el gobierno municipal?
-La verdad es que no, porque yo pensé en ser alcalde. Para mí, ahora estamos en una mesa de tres patas: Castejón, Arroyo y yo. Me siento muy orgulloso de este equipo y de este proyecto. Me presenté para ser alcalde con mis compañeros, aunque algunos se fueran yendo en el camino, pero nunca llueve a gusto de todos.
Nunca me ha movido la ambición de liderar por mandar, del poder por el poder, sino de coordinar, de consensuar: eso me encanta, de ahí nace mi ilusión, y no me lo va a quitar nadie jamás, hagan lo que hagan y digan lo que digan.
Estoy unido a dos señoras como Ana Belén y Noelia para trabajar por nuestra ciudad, la que nos vio nacer y crecer. Creo que somos un ejemplo para muchos otros colegas de la política, y quizás otro gallo nos cantaría.
-¿Cómo definiría a Castejón y Arroyo en la cercanía?
-Son personas maravillosas y responsables. Como te he dicho, tengo siete hijos y algunos son de su edad, y creas que no también influye. Tienen su propio estilo y forma de ver la vida, pero saben dialogar, que es lo fundamental. Ana Belén y Noelia lo dicen mucho.
Como creo que dijo San Agustín, la verdad está siempre por encima de la razón, y nos regimos por eso. Hay quien se empeña en vender fanatismos y cuentos que en la historia han acabado en el fracaso si no en el desastre. Sobra enfrentamiento y falta unidad y trabajo. Una cosa es predicar y la otra es dar trigo, y creo que nosotros estamos dando el trigo con ilusión y con ganas frente a otros que sólo buscan dar titulares.
QUIERO SER RECORDADO COMO ALGUIEN ATENTO Y QUE DICE LA VERDAD, AUNQUE PASE DESAPERCIBIDO, PORQUE MUESTRA QUE LA DEDICACIÓN ES EN CUERPO Y ALMA
-Hay tres partidos o grupos gobernando. ¿Hay también intrusismo entre las concejalías?
-No, no lo hay. Me sorprende el trabajo de este equipo, porque prima la coordinación. Hemos desterrado los egos y los protagonismos desde el primer día, sabemos mantener el respeto digno para estas labores. Nuestro gobierno local no tiene nada que ver con el caos que MC daba al ayuntamiento y a su equipo cuando era alcalde. Lo que ocurre en este ayuntamiento no es una fórmula milagrosa: básicamente es respeto y ganas de trabajar por los ciudadanos.
-¿Cómo le gustaría ser recordado por los cartageneros?
-Pues me gustaría ser recordado como una persona atenta a la que le importaban las cosas del día a día y se preocupaba por atender a todos. Hace unos días me acusaron de no responder un escrito, y de forma sarcástica, siempre con respeto, respondí que le cojo el teléfono hasta a los de Vodafone. Quiero que me recuerden por ser una persona que siempre estaba cuando se necesitaba, pero también que decía la verdad y no lo que cada uno quería escuchar, aunque doliese, porque no voy a mentir. Procuro siempre buscar soluciones antes de que las cosas se atasquen y exploten, aunque después pase desapercibido. Quizás pasar desapercibido sea la mejor prueba de que me he dedicado a la ciudadanía en cuerpo y alma.