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el gato en la talega / OPINIÓN

Los corrillos sin visillo

18/10/2022 - 

MURCIA. En esta nueva entrega estaba por la labor de escribir un artículo sobre visillos en clave irónica y liviana. El texto se fraguaba en torno a la manida imagen de los líderes y lideresas políticas de todos los colores, de los de los aparatos corporativos, también los de algunas asociaciones, grupos religiosos, equipos y demás masas, en las que aparecen corrillos de fondo como tiras de muñecos recortables en torno a la persona que ejerce de portavoz mientras hace declaraciones en los medios de comunicación o hacia un auditorio. Afloraba mi vena bordesica con autocrítica incluida, ya que yo misma he sido portavoz de noticias y me he visto en ese brete.

"en la sociedad marmenorense no debería haber nada que tape lo que no se debe tapar" 

La intención del decorado humano es buena, porque se trata de dar esa sensación de equipo unido y poseedor de la verdad absoluta, de arropar a la cabeza visible y de difuminar su cara en un ejercicio iniciático de lo personal a lo colectivo. Cuando en mi etapa política activa debía, por la cosa de los criterios de expertos en masas, disponer de semejante decorado, ni en aquellos momentos y mucho menos en estos, he llevado bien el asunto por dos motivos: el primero es que entiendo la representación de un grupo como absolutamente democrática y carente de uniteralidad, con la natural consecuencia de que lo que se transmite es la mayoría de lo expresado por el grupo, y el segundo motivo trata sencillamente de que, como persona sorda, me molesta tener gente encima de mi expresión corporal a la hora de hacer una declaración que sale de mi propia boca y con la que me he comprometido. En realidad, ambos motivos son solo uno: la ridiculez que a mis ojos es esa medida de decorado colectivo.

Fíjense en el variopinto Grupo Mixto de nuestra inefable Asamblea Regional que abarca de izquierda a derecha del espectro político español. Cuando la persona que desempeñe su Portavocía vaya a comunicar algo será toda una experiencia ver la imagen del corrillo en la que aparezca una riqueza faunística impresionante entre caras sonrientes, mohines serios, gestos de ofensa, despistados, buscando la cámara, asintiendo, empujones sutiles, y cuantas acciones humanas alejadas de la naturalidad encuentren. El presidente de la Asamblea declaró sin corrillo detrás que el aplazamiento de la Junta de Portavoces se debe a "la incertidumbre" y que "por un breve espacio de tiempo, a la espera de los informes de los Servicios Jurídicos de la Cámara". Incertidumbre; nos toman por lerdos, que se veía venir a la legua. Y lo de los servicios jurídicos, pues como que viene a ser la coletilla de toda situación desagradable por motivos políticos.

En fin, que de esto iba a escribir cuando han seguido cayendo visillos, a veces con semicírculo detrás y otras, dada la gravedad de lo declarado, con estampidas. Estoy hablando de que en la sociedad marmenorense no debería haber nada que tape lo que no se debe tapar. El visillo pertinaz y raído que quedaba en la Sierra Minera de La Unión se cayó de golpe hace poquitos días, con unas prácticas tan aberrantes como ignorantes e impunes, capaces de mover metales pesados y diseminarlos alegremente a la vista del resultado. Por si fuese poco, se intenta poner en tela de juicio las conclusiones de un servicio, el Seprona, de reconocido prestigio y cuyos trabajos están ayudando, incluso en su precariedad de medios, por salvaguardar la última brizna medioambientalmente sostenible que nos queda ya sea sobre la tierra, en el mar o incluso en las cabezas pensantes en nuestra zona. Luego vienen con la película de que si la juventud no tiene referentes y todo se cuestiona. Acabáramos, si ni siquiera podemos confiar en profesionales titulados y con experiencia que además han hecho un juramento de servicio público y están sujetos al mismo, ya nos contarán.

El visillo está prácticamente desaparecido desde el magnífico documental de La Gran Chapuza, de Ana Tudela y Antonio Delgado (Datadista). Hoy asistimos a una convocatoria del sector agrario por parte de la Fundación Ingenio titulada La Gran Mentira. Todo es grande en el Mar Menor, excepto el propio mar. Grande es la pérdida de rumbo. Triste el lenguaje de arenga, con frases totalitarias destinadas a un público considerado manipulable. Pero no es, así señoras y señores, no es un público que no sepa pensar por sí mismo. No me cansaré de decir que aquí y en el otro lado de mi país, el sector agrario, los sectores productivos primarios, no son sinónimo de sector manipulable, codicioso o analfabeto. Ni hablar. El legado de la tierra, más allá del comercio cortoplacista que mueve indecentes cantidades de dinero, es el futuro de su familia, incluso para esos hijos e hijas que no desean continuar la sufrida profesión. Flaco favor informar a un sector cuya información les sobrepasa. Lo que quieren son soluciones y buscarlas donde se reitera el error, el enfrentamiento y el impacto es retroceder sin avanzar.

Recapitulando, que las ventanas en el campo de Cartagena ya no tienen visillos, entra la luz a las estancias de las casas. Casualmente, quizá sea por la magia de la luz, leo a Cynthia Fleury, filósofa y maga del psicoanálisis político, diciendo: "El resentimiento es una gangrena para las democracias". Las nuevas generaciones, dejando de lado el resentimiento de perder el poder casi absoluto, cogen el testigo de afrontar los cambios necesarios, agotado un modelo insostenible, pero con ilusión y sin rabia. No porque lo digamos algunos, sino porque es la tierra y también este mar que los ha acogido en sus juegos de niños, quienes les hablan.

Celia Martínez Mora

Investigadora

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