MURCIA. Los autocares han vuelto a echarse a las calles para exigir soluciones económicas a la difícil situación por la que están atravesando.
la práctica paralización del transporte discrecional por la cancelación de servicios y las limitaciones en el aforo de viajeros ha llevado a las empresas a un extremo de crisis y la puesta en peligro de miles de puestos de trabajo.
Al igual que hicieron el pasado día 10, durante la mañana de este viernes las empresas han sacado los vehículos por la ciudad de Murcia y han paralizado el tránsito en las principales avenidas de la ciudad, especialmente la Gran Vía.
La marcha estaba organizada por la patronal Direbús y ha tenido sus réplicas en la mayoría de las ciudades españolas.
Direbús representa a unas tres mil pequeñas y medianas empresas en España, de las que unas 2.400 tienen carácter de empresa familiar.
Las empresas de este segmento del transporte de viajeros aseguran que la crisis las "ha situado al borde de la ruina y sin posibilidad de resurgir en varios meses" y que se trata de un colectivo "tradicionalmente olvidado".
Definen las actuales circunstancias como "dramáticas con miles de autocares parados, sin actividad, sin posibilidad de obtener ingresos a corto y medio plazo, y sin poder desligarse de todas las cargas y obligaciones exigibles de gastos fijos".