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El cuadro 'Los Auroros del Rincón' de Muñoz Barberán se queda a vivir en el Museo de la Ciudad de Murcia

25/10/2022 - 

MURCIA (EUROPA PRESS). El Museo de la Ciudad de Murcia expone de forma permanente el cuadro Los Auroros del Rincón, pintado por el artista lorquino Manuel Muñoz Barberán en 1970. La incorporación de esta obra ha sido posible gracias a la generosidad de su hijo, Manuel Muñoz Clares, según señalan fuentes municipales.

Para ubicar el cuadro, de grandes dimensiones, el Museo de la Ciudad ha tenido que reestructurar un espacio de su segunda planta, donde ya está expuesto junto a la campana y el farol donados en su día por la Campana de Auroros Nuestra Señora del Rosario, de Rincón de Seca, y la escultura alegórica de la Aurora, obra del escultor José Molera.

El concejal de Cultura, Pedro García Rex, ha agradecido a la familia la donación de una obra "que proyecta una de las manifestaciones más identificativas del acervo cultural de nuestro municipio, con gran arraigo en la huerta de Murcia".

Para presentar la obra y agradecer públicamente la donación, el Museo de la Ciudad ha organizado un acto en el que participantes representantes de la Hermandad de Auroros de Nuestra Señora del Carmen de Rincón de Seca, que entonarán sus voces este viernes, 28 de octubre, a las 20.30 horas.

Sobre 'La aurora murciana'

Los cantos de los auroros de la Región de Murcia, conocidos como 'La aurora murciana', fueron declarados Bien de Interés Cultural en 2012. Se trata de una expresión musical de la cultura popular ligada a la figura de la Virgen María en sus diferentes advocaciones, en torno a las que, desde el siglo XVII, pero especialmente en los siglos XVIII y XIX, un grupo de fieles constituyeron lo que se denomina campana o hermandad.

Los miembros de estas hermandades, llamados auroros, entonan sus salves de alabanza a la Virgen con sus voces y con el único acompañamiento de una pequeña campana. Lo hacen en diferentes lugares de la huerta de Murcia, en el tiempo difuso entre el fin de la noche y la llegada de las primeras luces del día. Las campanas de auroros son coros de carácter antifonal en los que uno de sus componentes, el que guía el canto, es quien hace sonar también la campana.

En la obra que se incorpora al Museo de la Ciudad el artista plasmó ese momento de penumbra y de recogimiento. Muñoz Barberán retrata personajes reales cuya fisonomía se puede identificar. Uno de los miembros guía el canto con la campana en alto sobre su hombro, y tras él, vuela el estandarte del coro.

Sin embargo, después de recorrer la enorme tela, la mirada desciende finalmente a los dos cantores más jóvenes que podrían simbolizar el futuro, el nuevo día que llega, el relevo en el coro: a uno de ellos, de espaldas, se le ha confiado el farol, mientras que al otro, de perfil, lo acaricia el reflejo luminoso de la aurora, que brilla en sus ojos y enciende el rojo de su abrigo, la única nota de color del cuadro.

Uno de los grandes nombres de la pintura murciana

Manuel Muñoz Barberán (Lorca, 1921-Murcia, 2007) es una de las grandes figuras de la pintura murciana del siglo XX. Autodidacta, amigo de escultores como José Planes y Juan González Moreno y de algunos de los pintores más relevantes del momento como Molina Sánchez, Hernández Carpe, Medina Bardón, Almela Costa, Mariano Ballester o Luis Garay, Muñoz Barberán se especializó pronto en la obra mural religiosa.

También cultivó géneros como el paisaje urbano o el bodegón, en los que mostró la solidez de su dibujo, la pincelada densa y los volúmenes definidos por la luz. Además de pintor, fue escritor y un estudioso de las tradiciones murcianas.

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