MURCIA. Resulta que Charles Chaplin se quedó prendado de la cupletista Raquel Meller y de la canción que la había hecho famosa, La Violetera, que utilizó sin permiso como tema principal de Luces de la ciudad. El maestro Padilla tuvo que llevar al mismísimo Charlot a los tribunales para que se reconociese su autoría... ¡y ganó! Esta y otras anécdotas, historias, entresijos y reflexiones sobre todo un mundo -en muchos casos de resistencia femenina y reivindicación de la homosexualidad-, que había tras las coplas, los cuplés o las zarzuelas que escuchaban nuestras abuelas, han sido recopilados por Lidia García en su libro ¡Ay, campaneras!; mismo título que el famoso podcast que sacó en pleno confinamiento y que se convirtió en uno de los programas revelación de la pandemia. La investigadora del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Murcia presentará la publicación este viernes, a 19 horas, en el Aula Antonio Soler del Aulario de La Merced (UMU), en el transcurso de una charla con la ilustradora muleña Ilu Ros (Federico).
El buen rato está asegurado, ya que la autora de Ay, campaneras dice no concebir "la divulgación sin el humor"; el mismo con el que recuerda que comenzó con esta actividad "en el baño de mi casa, con mi ordenadorcico, que ni siquiera tenía micrófono y utilizando el bidé como soporte del portátil, que es para lo único que lo he utilizado en la vida, que yo me ducho".
A raíz de este podcast, que va a volver a retomar tras un descanso, Lidia García comenzó a escribir el libro, que lleva como subtítulo Canciones para seguir adelante, donde amplía muchos de los contenidos que se han podido escuchar en su programa -"porque soy una rata de biblioteca"-, metiéndose en jardines como el de la españolidad, el poderío femenino, el amor tóxico, la representación LGTB o la clase social.
Raquel Meller, la que le dio calabazas a Chaplin, Lola Flores, Sara Montiel o Rocío Jurado, entre otras muchas, acompañan a Lidia Garcia en este recorrido por las historias que están detrás de estas canciones pobladas de transgresiones femeninas y un ansia de libertad que, pese a todo, se colaba por cada resquicio que encontraba. Y es que las copleras, asegura, fueron mujeres poderosas y adelantadas a su tiempo, con independencia económica y una vida sexual que no se ajustaba al decoro de la época, conviviendo en aquella cultura popular el discurso oficial y la subversión.
El libro Ay, campaneras ha sido presentado ya en Madrid con una acogida que está haciendo feliz a su autora. En la librería Berkana, por ejemplo, ha estado acompañado por una exposición de ilustraciones en la que ha participado la propia Ilu Ros. Ahora toca su presentación en Murcia, en la casa de la autora, la UMU,... y seguir disfrutando con las historias y anécdotas que cuenta esta "bollera, coplera y de clase obrera", como se define en sus redes. Curiosidades como, por ejemplo y para acabar, que el mismísimo Nietzsche aseguró que "lo más fuerte" que había escuchado en su vida había sido la zarzuela La Gran Vía de Federico Chueca.
Así que, aunque Lidia García no cante ni baile, no se la pierdan.