MURCIA. Arqueólogo, arquitecto, investigador y grabador, el artista italiano Giovanni Battista Piranesi (1720-1778) inmortalizó aquellas arquitecturas que seguramente soñó con construir, rescatándolas de entre las ruinas y embelleciéndolas en composiciones teatrales. Las que más fama lograron fueron las bautizadas como Vedute di Roma (Vistas de Roma), grabados en los que recreó la ciudad fundiendo la realidad arquitectónica con la imaginada. Y tanta popularidad alcanzaron, que cuentan que el propio Goethe las conocía y sufrió un cierto desencanto cuando visitó personalmente aquellos escenarios recreados por el 'arquitecto veneciano', que era como firmaba Piranesi. Se ve que a muchos les gustaba más la Roma soñada por el artista que la real.
Una exposición en la galería murciana La Aurora abre un balcón a estas vistas de la Ciudad Eterna legadas por el artista italiano, coincidiendo, por esas casualidades de la vida, con la publicación de Piranesi, una novela sobre el sentido de la fantasía que supone el regreso editorial, tras 15 años, de la autora británica Susanna Clarke (Jonathan Strange y Mr. Norrell).
La veintena de grabados y aguafuertes que José Fermín Serrano ha reunido en su galería muestran los conocimientos y la pasión por la arquitectura del artista veneciano, que tuvo en aquella Roma, muy distinta a la actual, un negocio de edición de estampas que ya entonces les gustaba atesorar a los turistas que llegaban a la ciudad.
De hecho, los grabados de Piranesi, muchos de ellos de gran formato y ordenados en libros, se exportaron a Inglaterra y otros países, a modo de souvenirs del Grand Tour, antecedente del moderno turismo cultural. Esas láminas influyeron en la arquitectura palaciega, especialmente en las casas campestres inglesas.
En ellas, el artista italiano, que tenía fascinado a Borges con sus Cárceles Imaginarias, fantanseó con las ruinas arqueológicas, enamorado de lo clásico como estaba, pero también con la arquitectura más moderna y con diferentes paisajes romano. Otro aspecto a destacar de Piranesi fue su gran maestría, no solo como grabador -uno de los mejores de la historia-, también como aguafuertista, habiendo destacado los especialistas la modernidad de sus composiciones. "Creo que si me pidieran los planos de un nuevo universo, sería lo bastante loco para emprender esa labor", parecer ser que dijo.
