MURCIA (EP). La Universidad Católica de Murcia (UCAM) celebró este lunes su primera apertura de curso desde que su presidente y fundador, José Luis Mendoza, falleciera el pasado mes de enero. El acto, que se inició tras una eucaristía, presidida por José Manuel Lorca Planes, obispo de la Diócesis de Cartagena, ha contado con la presencia de la presidenta de la UCAM, María Dolores García Mascarell, acompañada por la rectora de la institución, Josefina García Lozano, el presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, el consejero de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar menor, Juan María Vázquez, y el rector honorario, Antonio Montoro.
La presidenta de la UCAM, ha recordado en su discurso los principios de la institución, "comprometida en formar a las nuevas generaciones; no solo en lograr grandes profesionales, sino en transmitir a los jóvenes los valores que emanan del Humanismo Cristiano y en facilitar el encuentro con Cristo".
Durante su intervención, ha resaltado la calidad en la enseñanza como una de las prioridades de la UCAM, que cuenta con 34 grados verificados y 42 programas oficiales de máster, integrados en 11 facultades.
La Universidad, ha asegurado, "ha participado en todos los procesos promovidos por ANECA, destacando la renovación de la acreditación de todos los títulos presentados en el curso 22/23 y la evaluación positiva de su Modelo de Evaluación de la Calidad de la Actividad Docente del Profesorado, a través del programa DOCENTIA".
De igual modo, ha recordado otros aspectos esenciales de la institución, como su implicación con la labor social, su apoyo al deporte, al emprendimiento y la investigación, con una inversión durante estos años de más de 200 millones de euros, más del 50% en los últimos 5.
Por su parte, la rectora de la UCAM, Josefina García, ha dado las gracias a los más de 23.000 estudiantes que han confiado este curso en la Católica de Murcia para recibir una formación "de máxima calidad", formándose "como profesionales y personas", y ha recordado que, en esta institución, "el estudiante es el centro de todo", señalando sobre el futuro de la institución que "la Universidad tiene sueños; algunos los dejó trazados nuestro presidente", al tiempo que ha advertido que la UCAM ha celebrado este acto "con un sentimiento que todavía nos pesa, el de la ausencia de José Luis Mendoza; a quien sentimos presente todos los días" y quien "fue generoso al designar a María Dolores García Mascarell al timón".
Durante su intervención ha reprochado a la Comunidad Autónoma que la institución siga sin recibir la distinción de Bien de Interés Público, lo que le impide iniciar obras en sus terrenos del Campus; "seguimos adquiriendo inmuebles, seguimos construyendo, pero nuestros espacios siguen ahí parados".
Por su parte, Fernando López Miras, presidente de la Comunidad Autónoma, también ha recordado al fundador de la UCAM, "quien dejó un legado humanista incuestionable en la Región y en España, y que dedicó parte de su vida precisamente a hacer mejor su tierra, la Región, gracias a esta institución".
Tras calificar a la UCAM como "referente del conocimiento a nivel regional, nacional e internacional", ha destacado que son más de 100.000 los estudiantes que han pasado por sus aulas, y ha reconocido su apuesta por el deporte y el emprendimiento; "su labor redunda en favor del progreso".
Además, López Miras ha avanzado que su Gobierno creará "una nueva Ley Regional de Universidades, consensuada con todas ellas, que dé respuesta a las necesidades del actual sistema universitario, y dirigida a potenciarlo con más talento, más emprendimiento, más investigación y más innovación".
José Manuel Lorca Planes, obispo de la Diócesis de Cartagena, se ha referido a la relación entre fe y razón; dos aspectos que "se necesitan", y ha recordado el ímpetu de José Luis Mendoza por crear "una universidad evangelizadora".
El profesor de Economía Civil de la Universidad de Bolonia y profesor adjunto de la Universidad Johns Hopkins (SAIS Europa), Stefano Zamagni, ha impartido la Lección Inaugural en la que ha disertado sobre el devenir transhumanista, lanzando la propuesta de remediarlo desde el neohumanismo.
"Vivimos una gran transformación" -ha dicho-, "las inteligencias artificiales no distinguen lo verdadero de lo falso, solo tratan lo verosímil, y surge el fenómeno de las falsas verdades, mucho más grave que el de las fake news".
También ha alertado sobre el singularismo "un paso más allá del individualismo, que hace a los jóvenes vivir como si su comunidad no existiera, estando en contacto con ella pero sin relación. Lo que también ocurre en la vida política".
Asimismo, ha señalado que "los transhumanistas no dicen, como los ateístas, que Dios no existe; sino que no hace falta, que es irrelevante".
Zamagni ha expuesto como ejemplo que "con la automatización, los robots sustituyeron los brazos de los trabajadores; la inteligencia artificial tiende a sustituir sus mentes".
Y ha animado a que prevalezca actualizada la Doctrina Social de la Iglesia "para interpretar a la luz de los mismos principios básicos las novedades de nuestro tiempo".