CARTAGENA. La restauración del sector occidental del Pórtico del Teatro Romano de Cartagena contará con un millón de euros de fondos europeos, tal y como ha indicado el presidente de la Región, Fernando López Miras, en el marco del Debate del Estado de la Región.
La alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, anunciaba la puesta en marcha de la segunda fase del proyecto de recuperación del Teatro Romano, “joya patrimonial y turística de la ciudad, además de museo más visitado de la Región. Arroyo ha recordado que en años anteriores, los trabajos se centraron en la recuperación del propio Teatro, pero aún quedan espacios por sacar a la luz, “en este caso se trata de un espacio porticado en torno a un jardín central, que hasta ahora no había podido ser investigado y en el que se pueden recuperar restos vegetales y elementos como parterres y fuentes de la época”.
Además de todos estos elementos de jardín, también se incluye en la actuación la recuperación de un panel mural, que se colocará en el Museo para su mejor visionado, que representa a dos personajes, de un metro de altura, que son Cayo y Lucio, nietos del emperador Augusto.
El proyecto de ejecución, excavación, consolidación y restauración del sector occidental de la Porticus post scaeam, Fase 1, está revisado, entregado a la dirección de cultura y autorizado. Corresponde al pórtico occidental y supone más de dos hectáreas de la ciudad romana y se unirá al teatro. El dinero de fondos europeos cubre la primera parte, que tiene el proyecto terminado y autorizado por Cultura. Las fases vienen marcadas por la dirección del teatro Romano, que es quien marca los tiempos desde criterios técnicos.
En la parte posterior del Teatro Romano de Cartagena, se desarrolla de forma aterrazada el porticus post scaenam
articulado con una doble galería porticada delimitada por un potente paramento de sillares de arenisca, que sirve de muro perimetral del pórtico y donde se abren sendas exedras semicirculares de 12 metros de diámetro.
Tal y como indican desde el Teatro Romano estos pórticos cumplían una función utilitaria tanto como protección para los espectadores en caso de inclemencias del tiempo, como para los preparativos de los actores, pasando por una indudablemente utilización como área de expansión y de recreo.
Junto a estas funciones, los pórticos son también un espacio adecuado para la autorrepresentación de las élites locales, y aparecen asociados en muchas ocasiones a aquellos teatros donde la intervención de la familia imperial o de una élite es más estrecha, como es el caso del de Cartagena, Volterra o Mérida, que se analizarán en las sesiones del congreso, mientras que en otros teatros el espacio se reduce a una pequeña galería porticada, caso de Douga o Leptis Magna.