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informe de la demanda de vivienda

La Región 'adora' sus casas: el 89% considera la calidad de sus viviendas buenas o muy buenas

2/12/2022 - 

CARTAGENA. La alta demanda de vivienda en un escenario de escasa oferta como el que ofrece la Región de Murcia, hecho que se repite en la gran mayoría de localidades de España, obliga a los ciudadanos de la Región a atinar mucho a la hora de decidirse a la compra de una vivienda. Por los datos que registra el estudio sobre la demanda de vivienda en la Región, la vivienda en la que residen los habitantes de la Región es un acierto.

Cuando los ciudadanos valoran las condiciones de la vivienda en la que residen, un 89,3% considera que dichas condiciones son buenas o muy buenas, mientras que sólo un 8,6% opina que el estado de conservación de su vivienda es regular, y un 2% que es malo o muy malo. Una percepción igual de positiva se produce cuando los ciudadanos valoran el entorno en el que se encuentra la vivienda. El 84,8% opina que el entorno de su vivienda está bien o muy bien, mientras que un 10,6% considera que está regular y, por último, un 4,6% que está mal o muy mal. Aquellos que residen en un edificio, el 81,9% de estos considera que  el estado del inmueble es bueno o muy bueno, por solo un 18,1% que lo valora como regular, mal o muy mal.

Aunque el porcentaje de ciudadanos que consideran que el estado de su vivienda o su entorno es malo o regular es bajo, el análisis no debe detenerse en este dato; un bajo porcentaje de viviendas de baja calidad puede tener una alta significación social si se concentra en algunos grupos específicos. Así, son los entrevistados que se autodefinen como clase baja o media-baja quienes tienen una peor percepción tanto de las condiciones de su vivienda como del entorno en el que esta se encuentra, mostrando la existencia de una relación entre la clase (recursos económicos) y la percepción de las condiciones de la vivienda y del entorno en el que está ubicada.

Como con el entorno y las condiciones de la vivienda, los datos apuntan a que la pertenencia a una determinada clase social se relaciona con la percepción de las condiciones la de edificación: las clases más altas residen en edificios con mejores condiciones que las bajas. Concretamente, los datos de la valoración de la clase alta duplican en la categoría de valorar como muy buenas las condiciones del edificio colectivo a los entrevistados que se ubican en la clase baja.

La buena consideración general de las viviendas no ha frenado, sin embargo, el ‘boom’ de reformas en las casas de la Región, fruto del cambio de percepción que provocó el confinamiento durante la pandemia. Hace un año, después de un tiempo sin el coste de viajar, con menos salidas, los ahorros se destinaban bien a comprar casa de segunda mano o bien a reformar la que tenían. Gran parte de la población tenían clara una cosa: la casa debía tener unas condiciones óptimas para poder hacer más vida que la de sitio para dormir.

En 2022, superadas las restricciones que el coronavirus provocó, el sector de las reformas sigue viviendo un momento dulce. O al menos, sin echar de menos el trabajo. Las empresas siguen recibiendo encargos, con todo el año ya completo y parte de 2023 con proyectos ya en marcha. Uno de los motivos para este ‘boom’ que vive el sector ya desde hace dos años es la falta de vivienda nueva. Esta circunstancia obliga a los compradores a la compra de vivienda de segunda mano o, en su defecto, a la reforma de la casa propia. "Seguimos teniendo mucho trabajo. Hemos tenido que ampliar plantilla. Ahora, además, nos piden en más ocasiones la reforma únicamente de habitaciones sueltas, pero en general el trabajo no ha disminuido sino todo lo contrario", apunta Ana María Díaz, de AZ55 Arquitectura. "La falta de vivienda nueva hace que el sector sigua trabajando al 100%, quizá a partir del año que viene baje un poco la actividad, pero en estos momentos tenemos todo cubierto", corrobora por su parte Diego Costa, otro empresario del sector.

A diferencia del pasado año, cuando los ahorros ante la falta de ocio durante el último año y medio se destinaron en muchas ocasiones a la reforma de la vivienda, en esta ocasión el alza de los precios, a consecuencia de la guerra en Ucrania, ha provocado una mayor contención entre los clientes. "Ahora nos piden más presupuestos para comparar. Piden más calidad a menor coste. Son más exigentes", afirman desde AZ55 Arquitectura. “Estamos, por así decirlo, en un momento de mantenimiento. La gente se contiene mucho más y son mucho más precavidos a la hora de gastar. El que tiene dinero le da igual gastar 8 que 10. Pero la clase media, que es la inmensa mayoría de la población, es mucho más contenida. Los presupuestos ahora mismo son mucho más ajustados”, señala Costa.

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