MURCIA. La prórroga de los ERTE aprobada este martes es un balón de oxígeno que va a permitir mantener a salvo a muchas empresas durante los próximos meses. En concreto, y de acuerdo con las estimaciones de la patronal empresarial Croem, entre 12.000 y 14.000 empresas regionales se verán beneficiadas por el acuerdo alcanzado por Gobierno, patronal y sindicatos.
"Esta prórroga va a ayudar a cualquier empresa que pase por dificultades debido a la pandemia en la Región", indica José María Albarracín, presidente de Croem. "El objetivo es salvar a todas las empresas que sea posible y protegerlas para mantener el empleo", ya que actualmente aún quedan unos 16.000 trabajadores en ERTE, recuerda, y esta herramienta "es fundamental de cara a los próximos meses que van a ser durísimos", subraya.
Albarracín apunta que "ahora sí que pensamos que prácticamente no se deja a nadie atrás. Ha sido un buen acuerdo aunque se debe seguir trabajando para la extensión en el tiempo. Pero estamos satisfechos con el trabajo realizado y contentos de que el Gobierno haya escuchado a los empresarios aunque haya sido a última hora".
El presidente de la patronal regional celebra que en este nuevo acuerdo se consolidan todos los ERTE que existen en la actualidad, el de fuerza mayor, por causas económicas o de productividad, y se crea el ERTE por limitación de actividad para cuando un sector se vea restringido debido a medidas temporales relacionadas con la gestión de la pandemia, y que por mandato de la autoridad competente deban cesar obligatoriamente.
"Recoge prácticamente todas las medidas que habíamos pedido. Hemos insistido mucho en la primavera pero ha sido imposible lo que llevará a tener que renovar en enero con total seguridad", apunta Albarracín. "La próxima vez hay que coger la negociación con más tiempo y perfilar los flecos que queden pendientes".
También estima adecuadas las exoneraciones a la Seguridad Social de la que se beneficiarán las empresas de octubre a enero: si la empresa cuenta con menos de 50 trabajadores, las exenciones serían del 100% en octubre, del 90% en noviembre, del 85% en diciembre y del 80% en enero. Si cuenta con más de 50 trabajadores, los porcentajes alcanzan el 90%, el 80%, el 75% y el 70%, respectivamente.
Los sectores de la hostelería y el comercio son críticos a la hora de valorar el acuerdo, no en vano se les ha incluido en el mismo in extremis a pesar de ser de los más perjudicados por las restricciones que se han puesto en marcha para controlar la propagación de la covid-19.
Carmen Piñero, presidenta de Coremur, la Federación Regional de Comercio, señala que en la actualidad hay un 30% de las empresas del sector afectadas por un ERTE, más los que se van a tener que incluir porque la situación "no tiene pinta de mejorar". "Deseo que disminuya pero no tengo ninguna certeza de que sea así porque la pandemia no está controlada. Ojalá en Navidad los comercios hayan podido recuperar a sus trabajadores y no tengamos que necesitar más prórrogas, pero es difícil".
La prórroga de los ERTE la considera "muy escasa, la verdad. Para que el tejido comercial no se destruya los ERTE se deben extender hasta finales de 2021" y, además, aboga por incluir otras medidas específicas para el sector que representa, como bonificaciones a la seguridad social si un comercio se ve a afectado por un contagio de covid.
"La mayoría de los pequeños comercios solo tienen una o dos personas, por lo que con una sospecha de contagio, todos deben ponerse en cuarentena y ese negocio cierra. La contratación es carísima, no es asumible por un comerciante. Así se evitarían muchos cierres", explica.
Respecto a la campaña de Navidad, "la época de consumo más intensa del año", no sabe qué esperar debido a la proliferación de los contagios. "Hay países que ya están barajando posibles escenarios de cara a esa fecha, confinando semanas a lo largo de diciembre que permitan también poder disfrutar de esas fechas", indica. "Creo que deberíamos mirar a los que están controlando la pandemia y seguir su ejemplo".
El presidente de la patronal de la hostelería, Jesús jiménez, indica que un 80% de la empresas del sector se verán beneficiadas a pesar de que también considera que el acuerdo "llega a última hora y se queda corto, porque solo alcanza hasta el 31 de enero".
"Hay que esperar al real decreto porque una cosa es el acuerdo y otra lo que refleja la ley", pero admite que, de momento, "es un balón de oxígeno para las empresas que permitirá una incorporación paulita de la plantilla conforme se vaya recuperando la actividad".
No obstante, defiende que la hostelería necesita un plan de rescate que ataje de forma definitiva todos los problemas que le acucian como los alquileres, el IVA, los impuestos y las tasas municipales, con el fin de que "permita mantener las empresas vivas al menos hasta Semana Santa".
Los jóvenes empresarios son otro de los colectivos damnificados por la pandemia y como señala Ginés Ángel García, presidente de AJE, "no tenemos el riñón que puedan tener empresas más consolidadas. La mayoría de nosotros hemos renunciado a la seguridad de las nóminas por un préstamo para poner en marcha nuestro negocio. En una situación como esta, toda ayuda es poca".
En su sector estima que entre 2.000 y 3.000 jóvenes empresarios se verán ayudados por este acuerdo, sobre todo en los sectores de hostelería y turismo, ámbitos en los que tienen bastantes proyectos empresariales, alrededor de un 20%. "Esto no puede ser café para todos, pero a los que lo están pasando mal hay que ayudarlos".