MURCIA. La colección de pinturas que el visitante puede contemplar en el Museo del Prado sería muy distinta -y con muchos espacios vacíos en sus paredes- si se obviara la destacada labor de mecenazgo y patronazgo que desempeñaron las mujeres de las casas reales. Esto es lo que quiere evidenciar 'El Prado en femenino', un itinerario expositivo que ha sido dirigido por una murciana, la profesora titular de Historia del Arte en la Universidad de Murcia Noelia García Pérez, y en el que a través de 32 grandes obras de arte se pone la lupa en aquellas mujeres que promocionaron, coleccionaron e inspiraron algunas de las obras de arte más emblemáticas de esta institución.
El itinerario que pone en su sitio a estas patronas del arte -y que va acompañado de unas cartelas renovadas en las que las ilustres retratadas dejan de ser "señoras de"- podrá ser seguido por los miles de visitantes del Museo del Prado hasta el 9 de abril. A lo largo de ese recorrido -que comprende el periodo que va desde de Isabel la Católica a Isabel Clara Eugenia (1451 a 1633)- se podrá conocer, además, numerosos datos y anécdotas relacionadas con el coleccionismos que llevaron a cabo estas reinas benefactoras del arte.
Así lo explica la profesora murciana en un vídeo del propio Museo, en el que destaca el papel fundamental de la primera de las monarcas con las que arranca el itinerario, Isabel la Católica, impulsora de una labor de mecenazgo del arte que seguirían desempeñando las mujeres de la casa de Austria que fueron sus nietas, bisnietas... Y es que, destaca Noelia García, la reina de Castilla "fue una gran promotora, con un gusto refinado y definido por la estética flamenca, que fue más allá de los usos prácticos y devocionales, ya que fue capaz de advertir el valor estético de la obra siendo como era una mujer enclavada en el mundo medieval".
Considera muy importante también la revisión de las cartelas que se ha llevado a cabo con motivo de esta iniciativa, ya que algunas de las reinas retratadas y que fueron 'patronas' del Museo aparecían en los títulos vinculadas a las figuras de sus maridos. Un ejemplo, señala, es el de María Tudor, que era nombrada como segunda esposa de Felipe II, cuando fue la primera reina propietaria de Inglaterra. "No necesita estar vinculada a la figura de su marido, aunque ese dato sí que debe aparecer en la información de cartela". Lo mismo ocurría con la emperatriz María, que era destacada como esposa de Maximiliano, mientras que en el retrato de éste, que está al lado, no hay ninguna referencia a su esposa. "Había que diferenciar entre reinas propietarias y consortes", apunta.
También era el caso de Catalina de Austria, anteriormente mencionada como 'doña Catalina, esposa de Juan III de Portugal'. Esta reina en concreto tuvo un papel destacado al ser Portugal un país muy rico por aquel entonces, instalando en el Palacio de Lisboa la primera cámara de las maravillas de la Península Ibérica. También desempeñó una labor de mediadora enviando obras a otros miembros de la dinastía Habsburgo. Así, por ejemplo, se cuenta que envió catorce mulas cargadas con objetos preciosos a sus sobrinas -"a mí me recuerdan a los camellos de los Reyes Mayos", dice Noelia García-. También era común obsequiar con especies botánicas y animales exóticos, como un elefante que regaló a su nieto don Carlos cuando tenía cinco años.
El Prado es probablemente el museo europeo en el que las mujeres han sido más decisivas en su configuración, ya fuera como coleccionistas y promotoras o contribuyendo determinantemente a su fundación y preservación. Obras como El descendimiento de Van der Weyden, Carlos V en la batalla de Mühlberg de Tiziano, las soberbias esculturas en bronce fundido de Felipe II y María de Hungría confiadas a Pompeo y Leone Leoni o La Sagrada Familia rodeada de santos de Rubens no formarían parte de las colecciones del Prado sin su esencial protagonismo.
Las obras que se incluyen en este itinerario están vinculadas a mujeres que no sólo destacaron en labores de patronazgo sino también en la promoción de los artistas que trabajaron a su servicio. Especialmente significativo en este sentido es el caso de Isabel Clara Eugenia. El Prado alberga decenas de obras derivadas de forma directa de su patronazgo, sin mencionar que la estrecha vinculación del Museo con la obra del pintor flamenco está especialmente ligada a la promoción y difusión que la gobernadora de los Países Bajos hizo de la carrera de este artista en España. Motivo por el cual el Prado es el museo del mundo que más obras atesora de la producción artística de Rubens.
Este itinerario es el reflejo de la primera edición del simposio 'Protagonistas femeninas' que tuvo lugar en marzo de este mismo año y que tendrá continuidad en 'Protagonistas femeninas en la formación de las colecciones del Museo del Prado II. De Isabel de Borbón a Mariana de Neoburgo', un encuentro académico que celebrará los días 6 y 7 de marzo de 2023. Los itinerarios del Museo del Prado se conciben como una invitación a contemplarlo de manera distinta pero rigurosa, que se fije en temas y asuntos diferentes a los habituales y, en esta ocasión, ofrezca la oportunidad de hacer protagonistas a las mujeres.
La creación de este itinerario, además, ha ofrecido la oportunidad, por un lado, de exponer algunas obras que permanecían hasta ahora en los almacenes de la institución como los retratos de Isabel Clara Eugenia y Alberto de Austria, realizados por Rubens y Brueghel el Viejo; Juan Federico de Sajonia de Tiziano; Isabel de Valois de Pantoja de la Cruz o Ana de Austria de Bartolomé González y reubicar otras como los bustos de Leonor de Austria y María de Hungría, realizados por Dubroeucq y los Leoni, respectivamente, para ofrecer un discurso narrativo más completo de la colección permanente.
Este itinerario que la profesora murciana ha dirigido en uno de las pinacotecas más importantes del mundo se ha llevado a cabo con la colaboración del Instituto de las Mujeres del Ministerio de Igualdad.
