MURCIA. La plaza del Cardena Belluga de Murcia se ha convertido este martes en una cafetería solidaria al aire libre gracias a la iniciativa impulsada por Jesús Abandonado y en la que colabora el Ayuntamiento de Murcia junto a la patronal de la hostelería Hoytú y Salzillo.
Una decena de mesas con dos sillas cada una han servido para invitar a los viandantes a tomar un ‘Café solidario’ gratuito con alguno de los voluntarios de la Fundación o con otros usuarios para conocer su realidad, charlas de unos minutos en torno a un café para luchar contra la soledad no deseada.
La concejala de Bienestar Social, Familia y Salud, Pilar Torres, ha explicado, tras compartir un café con una de estas usuarias, que esta iniciativa respalda las actuaciones que se vienen haciendo desde el Ayuntamiento de Murcia, ya que desde el inicio de la pandemia hemos visto cómo ha afectado la soledad no deseada a diferentes colectivos”.
Torres insiste en que la soledad no deseada no es sólo una realidad que afecte a las personas mayores, sino que también se está viendo entre los jóvenes. "Ese confinamiento, ese aislamiento de la pandemia, ha cambiado la forma de relacionarnos con nuestro entorno y los jóvenes se han volcado en las redes sociales, lo que ha llevado a que se tengan que poner en marcha distintos programas para atender esa soledad no deseada".
La campaña ‘Café solidario’ cuenta con el respaldo también de 19 cafeterías de Murcia, que se han sumado a ella comprometiéndose a hacer una donación igual a los cafés que hayan servido en sus locales durante toda la semana, una cantidad que irá destinada a proyectos sociales para vencer la soledad no deseada.
"Desde el Ayuntamiento ponemos especial interés en actuaciones específicas de atención a personas en situación de soledad no deseada a través de los servicios de cuidados en el entorno como ayuda a domicilio, respiro familiar y teleasistencia, a nivel preventivo y de acompañamiento. Con protocolos específicos y en coordinación con otros recursos del entorno", apunta Torres.
También se trabaja desde las oficinas de voluntariado de los centros de servicios sociales apoyando a las personas en situación de soledad no deseada, quienes además pueden presentar otros indicadores de vulnerabilidad social.