La ONG Volcarthago facilita la integración de 90 mujeres marroquíes con cursos de alfabetización en español en Cartagena

CARTAGENA. Según datos de la Comunidad Autónoma, la Región cuenta con 89.914 personas de origen marroquí de las que 11.959 viven en Cartagena. Esto representa más del 13,3% del total de población originaria del país norteafricano. Barrios y diputaciones como Santa Lucía, Los Dolores, El Bohío, Miranda, San Antón o El Albujón son la residencia de hombres y mujeres que llegan a nuestro país buscando un futuro mejor. Pero uno de los principales problemas con el que se encuentran, antes incluso de la búsqueda de trabajo, es la posibilidad de adaptarse a su entorno, comprender las nuevas circunstancias que les rodean y la posibilidad de entender a los interlocutores más próximos y más necesarios.

La adaptación de los marroquíes en España está influenciada por una combinación de barreras lingüísticas, diferencias culturales, desafíos económicos y sociales, y la necesidad de navegar un sistema burocrático complejo. Superar estos desafíos requiere tanto esfuerzo individual como políticas de apoyo a la integración por parte de las autoridades y la sociedad en general.

La falta de una red de apoyo sólida puede dificultar la adaptación. Aunque las comunidades marroquíes suelen ser fuertes y brindan apoyo mutuo, la ausencia de un círculo social más amplio que incluya a la población local puede limitar las oportunidades de integración.

La colaboración entre diferentes sectores de la sociedad es clave para lograr una integración social efectiva. Por ello, hay oenegés que ponen en marcha esa red que antes aludíamos para que el proceso sea lo menos traumático posible. Y este es el caso de la ONG cartagenera Volcarthago, que trata de sensibilizar a la opinión pública acerca de la necesidad de erradicar la pobreza y la exclusión social en las que se han visto inmersos contra su voluntad, muchos ciudadanos/as en nuestra área de actuación y fomenta fomentando la entrega al marginado social, al emigrante y proporcionando una preparación que les haga romper “ese círculo perverso-pobre : excluido social”.

Desde hace dos años, esta organización, de la mano de Antonio Navarro, profesor jubilado de la UNED; Antonio Lázaro, reconocido activista social (ha colaborado entre otros en la plataforma de afectados por las hipotecas), Isabel Mendoza, presidenta de la Asociación de Mujeres del Casino Cultural de Los Dolores, Caridad Rubio, enfermera, junto con Hakima, traductora y trabajadora en el CATE y Fátima, profesora y traductora, se dedican a enseñar a leer y a escribir a mujeres marroquíes en el Centro Cívico del barrio de Los Dolores.

El proyecto de Volcarthago no solo enseña español, sino que también abre puertas a nuevas oportunidades para las mujeres marroquíes. La propuesta de la asociación ayuda a empoderar a las mujeres marroquíes, permitiéndoles participar más activamente en la sociedad española.

Este curso han sido un total de 91 las que lo han finalizado, duplicando, de esta manera, las ‘matriculadas’ en la edición anterior. Allí, con antiguos libros de Primero, Segundo y Tercero de Primaria, les enseñan a las alumnas a asimilar el español de forma instructiva, rápida y eficaz. Este curso también se han apuntado 25 alumnos marroquíes. Todos ellos y ellas viven en los barrios de la zona: Los Dolores, Santa Ana, Miranda, El Albujón, El Bohío e incluso de Cuevas del Reyllo. Además, les brindan charlas de cómo dirigirse a la administración tanto local como autonómica o cómo abordar aquellos engorrosos y, a veces, insalvables trámites con extranjería.

El pasado jueves hicieron su fiesta de fin de curso, a la que acudieron cerca de 80 alumnas a recoger sus diplomas y celebrarlo con comida típica de su país. Ahora, pensando ya en el próximo y en la posibilidad de que no solo continúen las ya matriculadas sino que puedan apuntarse más, han hecho un llamamiento para que todas aquellas personas que tienen libros antiguos de estos cursos -recordemos, primero, segundo y tercero de Primaria- los hagan llegar al Centro Cívico (preguntar por Isabel) o al Casino Cultural (Antonio Rubio), para poder seguir impartiendo sus clases con este éxito de asistentes y resultados como han venido haciendo como hasta ahora.