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el gato en la talega / OPINIÓN

La naturaleza nos habla: los modelos predictivos

Foto: Boris Roessler (EP)
14/02/2023 - 

MURCIA. Algunas veces son las causas naturales las que provocan una gran pérdida de vidas humanas. Pero si miramos con un poquito de atención, veremos que estas causas son conocidas de antemano y, aun así, obviadas. El modo de desarrollar el urbanismo en zonas de Turquía y Siria, que padecen a día de hoy un desgarro difícil de procesar, ha sido como combustible dentro del desastre natural acaecido. Precisamente, cuando en la ribera del Mar Menor nos golpea una DANA y se inundan zonas urbanizadas sin criterio riguroso, también se agravan las consecuencias de sus impactos. El caldo de cultivo de estos son las zonas urbanas que invaden ramblas, las infraestructuras que cambian sus cauces y las actividades económicas que destruyen la orografía del terreno, que aniquilan humedales naturales y demás actuaciones por todos sabidas, y ramplonamente omitidas.

Ir contra natura se paga caro, pero curiosamente la naturaleza no es considerada la natura narcisista de la frase. En todos estos casos en los que la naturaleza genera un dolor humano tan considerable, ella nos habla y nos enfrenta a nuestros errores. Errores como el de no comprender que el conocimiento que desarrollamos sirve para vivir inteligentemente integrados en una naturaleza superior a nuestra especie.

"Cuando la naturaleza genera un dolor humano tan considerable, ella nos habla y nos enfrenta a nuestros errores"

Intentando evitar los impactos naturales sobre nosotros, vivimos un gran auge en el desarrollo de modelos predictivos sustentados en los últimos avances tecnológicos y siempre sobre la prodigiosa base del conocimiento matemático. Sería de lamentar que una herramienta tan potente se enfoque desde un punto de vista meramente informativo en lugar de aportar soluciones a los problemas actuales. Me explico, solo prediciendo hoy la llegada de una DANA, un seísmo o la temperatura del Mar Menor en el 2040 no lograremos evitar los impactos. Para ir un paso más allá en eficacia, el modelo predictivo y la monitorización de parámetros de interés a tiempo real deben ser la base de actuaciones de presente, muchas de ellas de urgencia. 

Así, en lugar de saber si la entrada de X contaminantes al año nos llevará a un Mar Menor desaparecido, ¿no sería mejor conocer la actividad de procedencia de los contaminantes, el tipo de contaminante y cómo accede al Mar Menor, atajándolo, antes que saber que continuando el ritmo actual de estas entradas el Mar Menor desaparecerá en Y años? Imagino también que los modelos predictivos alertarían del riesgo se seísmos en las zonas afectadas de Turquía y Siria cuando decidieron urbanizarlas de aquella manera, y me pregunto ¿para qué han servido? ¿Para generar un conocimiento desperdiciado entre los intereses económicos y la irresponsabilidad? ¿Han sido rentables? ¿Para quiénes?

Rizando el rizo de la destrucción por causas inducidas, los impactos antrópicos sobre la especie humana se escriben con sangre en una sola palabra: genocidio. Esta técnica como arma siempre ha resultado eficaz para los fines de personas sin escrúpulos ni empatía, enfocados en ganar dinero cueste lo que cueste. Estos mismos días han vuelto a dispararse las alertas sobre los yanomani, una tribu del Amazonas brasileño entre otros territorios colindantes, cuya extinción ha sido sospechosamente programada por otros seres humanos mediante el envenenamiento y el choque epidemiológico. La Tierra Indígena Yanomami suma unos 192.000 km2 entre Brasil y Venezuela, teniendo en el primer país 96.650 km² de bosques tropicales, lo que la convierte en un reservorio de biodiversidad. 

Pues bien, la explotación de los recursos naturales de la zona (minería) ha llevado a la destrucción de su hábitat y a la contaminación del mismo de tal manera que en 2021 la superficie destruida por buscadores de oro fue de casi el 50%, aun estando prohibida en las reservas indígenas. El tráfico de influencias es tal que llevó al Gobierno de Brasil a negar el reconocimiento del derecho territorial de los indígenas sobre su tierra, cosa que recuerda al drama de África y así han llegado a tener el 60% de su territorio indígena cubierto por solicitudes y títulos mineros. La pérdida de su medio se subsistencia como cazadores y agricultores, unida a la contaminación de los cauces de agua por mercurio, parece ser la solución.

Si tuviésemos un modelo predictivo sobre este asunto con parámetros de pérdida de biodiversidad y vidas humanas, así como de contaminación del medio natural, sin duda tendríamos resultados horripilantes. Lo mejor en estos casos para mantener el ego es no tenerlo, o ponerlo a estudiar cuándo una tormenta tropical acabará con todo.

Afortunadamente, la naturaleza nos habla. Afortunadamente también, es posible emplear la predicción con datos útiles que permiten en el presente la toma de medidas efectivas y eficaces de manera que eludir la responsabilidad sea delito. Es tan sencillo como saber que si mañana el pronóstico dice que hará frío debo abrigarme, pero también ser consciente de tener las prendas necesarias para ello y ponérmelas.

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