MURCIA. Yecla siempre ha destacado como capital del mueble dentro de la Región de Murcia. No obstante, como cualquier industria, la clave para persistir en el tiempo es saber adaptarse a las nuevas necesidades del mercado y acometer las inversiones necesarias en el momento preciso. Y es que en este caso, el momento es ahora y las empresas del sector lo están sabiendo reconocer.
"Lo primero que tenemos que tener es una instalación adecuada para adaptarnos a las condiciones del mercado y acceder a otros nuevos", explica en conversaciones con Murcia Plaza el presidente de la Asociación Regional de Empresarios del Mueble y la Madera de la Región de Murcia (AREMA), José Antonio Ortega. En consecuencia, son varias las empresas yeclanas que están construyendo nuevas plantas destinadas a mejorar la producción.
Estas inversiones vienen motivadas por el empuje de la pandemia del coronavirus, que sí fue beneficiosa para el sector ya que al pasar más tiempo en casa los consumidores comenzaron a sentir la necesidad de renovar sus muebles. En consecuencia, aquel año supuso una gran carga de trabajo que aceleró los planes de crecimiento de las compañías que ya los estaban impulsando y generó otros nuevos.
Al fin y al cabo, este incremento en la demanda generó un cuello de botella para algunas firmas, que se dieron cuenta de que habían alcanzado el máximo de su capacidad productiva: "No solo es el tamaño, también hay que ser más competitivos", incide Ortega.
"El suelo ahora es mucho más caro, así que ahora las naves tienen más altura y confort climático. El sector ha cambiado, y con él el tipo de nave industrial que hace falta. Antes era solo para la producción y ahora está más enfocada a la logística", remarca Antonio Yago, gerente de Lymsa, la compañía yeclana que se ha encargado de buena parte de este tipo de obras que se están impulsando en la localidad.
Una de las empresas que está impulsado esta mejora productiva es Mapay, especializada en la fabricación de armazones y patas de madera para sofás, que Para ello, ha destinado más de 5 millones de euros a construir su propia planta de más de 13.000 metros cuadrados con la intención de poder doblar la producción en 2023.
El mismo camino ha seguido FP Armazones, pues se estaba quedando sin espacio en su actual sede. por tanto, ha impulsado una nueva con el triple de espacio que supone una inversión de 2,5 millones de euros y puede impulsar tanto las ventas como la plantilla en un 50%.
No obstante, la mayor obra la está protagonizando Fama Sofás, que ha terminado la primera fase de su ambicioso plan para mejorar su capacidad productiva. Por el momento ha destinado 12 millones de euros a los primeros 21.000 metros cuadrados, aunque al finalizar la tercera fase el espacio adquirido llegará a los 65.000 metros cuadrados.
Por su parte, Essenzia Dormire reconoció la necesidad de aglutinar en un mismo punto la producción que hasta ahora tenía repartida en cuatro puntos distintos, para lo que ha impulsado una nave de 11.000 metros cuadrados junto a su sede con un coste de 2,5 millones de euros. De esta forma, podría llegar a duplicar la producción.
También tres fases tiene el plan de Interplasp, la firma especializada en la fabricación de espuma para el descanso que alcanzará una superficie total de 53.000 metros cuadrados cuando finalice este nuevo proyecto, lo que está previsto que ocurra en 2024. De esta forma, podría a su vez aumenta en un 100% su capacidad productiva y llegar a explorar la entrada en nuevos mercados.
Interplasp, al igual que Fama, son claros representantes del buen momento que está experimentando el sector, así como de su transformación, pues las naves de más de 20.000 metros cuadrados "no existían hace unos años", remarca el gerente de la constructora Lymsa.
