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La desigual experiencia de las inmobiliarias de la costa: entre la abundancia y el desastre

20/08/2020 - 

MURCIA. La crisis provocada por la pandemia de la covid-19 ha golpeado a prácticamente la totalidad del sector turístico. Sin embargo, la época estival ha deparado una experiencia disparar a las inmobiliarias de costa de la Región. Dependiendo de las zonas, algunas han nadado en la abundancia y han podido hacer su particular agosto mientras otras han vivido un verano que califican de auténtico desastre.

"Estamos vendiendo más que ningún verano de la última década", asegura el dueño de una inmobiliaria de La Manga que prefiere permanecer en el anonimato. Explica que incluso durante el confinamiento han seguido vendiendo casas en esta zona de la costa murciana y que, gracias a ello, no tuvo que recurrir a hacer ningún ERTE y sus empleados continuaron trabajando desde casa.

"En los alquileres también ha habido mucha demanda e incluso me han alargado estancias. La gente quiere estar en la playa o en el campo, no en las ciudades", destaca. 

Tal y como explica, la mayoría de los clientes que demandan sus servicios son nacionales, por lo que la bajada del turismo internacional no le ha afectado. "Los hoteles lo habrán notado más pero los alquileres de pisos y casas vacacionales son casi todos de gente de la región y de otras comunidades". Entre las casas más demandas, este verano ha recibido muchas peticiones de villas con piscina privada.

Ahora, asegura, le están solicitando alquileres para septiembre e, incluso, octubre, algo que antes no le ocurría. "Es posible que mucha gente se vaya a quedar si pueden trabajar a distancia. La mejor calidad de vida está aquí. La Manga es un lugar especial, hay mucho espacio de playa. En invierno está muy tranquilo, con espacio de sobra y poca gente, y eso es lo que ahora se busca".

Cabo de Palos, lo más demandado

Una experiencia similar ha tenido Gloria Gallardo, dueña de Inmocabo, de Cabo de Palos. "Este verano ha sido la locura. No lo he visto nunca tan lleno Cabo de Palos. Lo he alquilado todo, al 100%", recalca.

Curiosamente, y al contrario de lo que esperaba, ha vendido mucho desde mayo y también ha tenido mucha demanda para alquiler. Define este verano como "muy fuerte" porque toda la actividad se ha concentrado en tres meses debido al confinamiento.

"Temíamos que la gente no quisiera gastar en una vivienda pero no ha sido así. No hemos parado y continua". Esta situación sorprendente la atribuye a que Cabo de Palos, igual que muchas zonas de La Manga, es una playa con un 90% de turismo nacional. Además, ahora "mucha gente quiere venirse aquí a vivir. Veremos en qué queda".

En el Mar Menor, donde también tiene propiedades, la situación ha sido contraria. "Hay muy poca demanda", asegura.

Las zonas más perjudicadas: Mar Menor y Mazarrón

La otra cara de la moneda la han vivido en zonas como el Mar Menor o Mazarrón. "El alquiler vacacional ha sido un total caos. Me he quedado con fianzas porque no han venido en agosto, la vivienda de temporada ha fracasado y ha subido la de todo el año", cuenta José Esquembre, gerente de Inmobiliaria Mariano Yucera.

Define la situación como "muy compleja" y destaca un cambio del perfil tanto en compra como en alquiler. "Julio y agosto son meses que no se vende casi nada, se hace en primavera, y este año sí hemos vendido. Pero han buscado más primera vivienda, no tanto vacacional".

En cuanto a la vivienda vacacional apenas ha tenido demanda. "El cliente que repetía todos los años, ha fallado, por lo que he tenido una avalancha de inmuebles este verano para alquilar. Pero no ha sido fácil", lamenta, "porque los clientes que han venido, en general, no han sido buenos".

Como ejemplo, pone el de un chalet que alquilaba habitualmente por 2.000 euros al mes que esta temporada ha debido rebajar 800, "y encima lo han dejado fatal". Por eso, su facturación se ha reducido a un 30% de lo normal en un verano y no sabe "que va a ocurrir este otoño. Las cosas no se han hecho bien en el sector turístico", lamenta.

Para María Teresa Terra, gerente de Multiservice Mar Menor, de Los Alcázares, la temporada ha sido muy floja. "Hay poca gente que busque y la que quiere comprar, es a un precio muy bajo, a veces con ofertas ridículas". 

En comparación con el año pasado su actividad se ha reducido un 70%. Sin embargo, admite que no le sorprende mucho y atribuye esta brusca bajada a la combinación de la covid y del estado del Mar Menor.

"Los meses fuertes para vender eran de de enero a mayo, y este año se han cancelado muchas escrituras por la covid", indica. "Espero que se recupere de cara al año de viene. Si no, nos vamos todos al paro. Pero no quiero perder la esperanza".

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