MURCIA. Nada es fruto del azar en esta vivienda pasiva y bioclimática de Santiago de la Ribera, diseñada para convertirse en el hogar eficiente y acogedor de una pareja con un niño. Este fue el encargo que aceptó el estudio murciano Ecoproyecta (especializado en arquitectura sostenible y galardonado en los Premios de Arquitectura de la Región por su rehabilitación de los pozos de la nieve de Sierra Espuña), cuyo objetivo fue crear un espacio para vivir confortable, sano y con poco consumo energético. Se tuvo que enfrentar para ello con una importante dificultad, la orientación norte de la parcela, que se ha resuelto con ingeniosas estrategias bioclimáticas.
"Uno de los condicionantes de diseño de cualquier casa pasiva es la orientación", señalan los profesionales de Ecoproyecta, que recuerdan que en el clima mediterráneo es conveniente que se sea hacia el sur o sureste. El caso de esta casa era complicado, ya que la fachada principal daba al norte mientras que la segunda miraba a poniente (algo que se debe evitar por ser calurosa en verano y fría en invierno). Tras estudiar las opciones, se buscó que el espacio principal y la zona más privada de la parcela, el salón-comedor, diese hacia levante, pudiendo obtener soleamiento durante la mañana y el mediodía. Junto al salón, en planta baja, se ha ubicado un estudio de trabajo. En la planta superior se encuentran dos dormitorios que cuentan con terrazas sobre cubiertas ajardinadas.
Asimismo, explican desde Ecoproyecta que la casa pasiva genera rincones que permiten diferentes intensidades de luz, así como participar de los espacios exteriores con vistas al jardín y a la piscina. Cabe destacar, por ejemplo, que el jardín cuenta con un rincón de verano, que es el más fresco porque da a norte y está en sombra gran parte del año.
Para crear espacios interiores confortables térmicamente con bajo consumo energético se ha recurrido a estrategias bioclimáticas para que la casa funcione de manera pasiva sin necesidad de recurrir a instalaciones gran parte del año. Esas medidas son, por ejemplo, utilizar en las fachadas un Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (SATE) de tableros de corcho natural (envolvente térmica continua y muy eficaz); cubiertas ajardinadas que aportan un colchón térmico; 'efecto botijo' para refrescar en verano gracias al sistema de riego por goteo que hace que la cubierta esté húmeda; y combinación de inercia y aislamiento, con el uso de bloques cerámicos con gran capacidad aislante y capacidad de amortiguar los saltos térmicos.
También se ha potenciado la ventilación natural, con entrantes y huecos estratégicamente localizados; la carpintería de madera y vidrios eficientes (el material que mejor funciona para evitar puentes térmicos en ventanas y puertas exteriores es la madera y los vidrios son de doble acristalamiento y bajo emisivos); y el uso de aislamientos naturales. Con todas estas estrategias al final la calificación energética conseguida es la más alta, clase A.
Para la protección solar, pero también para la intimidad y la seguridad, Ecoproyecta diseñó unas contraventanas tipo mallorquinas, con marcos de aluminio que permiten una apertura tipo biombo y unas lamas de madera orientables que ayudan a filtrar la radiación solar, creando a su vez un ambiente agradable con luz y sombras tamizadas por esas lamas. Además, unas claraboyas permiten ventilar evacuando calor en verano e incluyen una cortinilla automatizada para filtra la radiación cenital cuando no se necesita.
"En Ecoproyecta nos gusta hacer uso de materiales naturales en la medida de lo posible, en parte porque suelen implicar un menor coste energético en su fabricación, pero también porque son biodegradables y su ciclo de vida es sostenible, y finalmente porque ayudan a conformar ambientes sanos sin componentes tóxicos", señalan desde el estudio murciano.
Finalmente, cabe destacar que la casa pasiva está rodeada de un jardín diseñado por la paisajista Paloma Ferrer, colaboradora de Ecoproyecta, en donde se han plantado especies autóctonas pensadas para crear un ambiente mediterráneo, fresco y saludable. Además la vegetación está pensada para interactuar con la arquitectura, dando sombra en poniente en verano o introduciéndose dentro de la propia casa, rompiendo así la barrera del dentro-fuera. El agua para el riego proviene de un depósito enterrado que recoge el agua de las cubiertas (aguanta dos meses de sequía sin lluvia).