MURCIA. Esta casa mediterránea situada en una parcela de la pedanía aguileña de Calabardina, cerca del paraje protegido de Cabo Cope, es muchas cosas. Para empezar, no olvida la identidad de lugar al que pertenece, reivindicando lo artesano y la técnica frente a la tecnología, recuperando así la idea de oficio. Asimismo, es una vivienda ecológica y sostenible en la que se han aprovechado y rentabilizado todas las actuaciones. Es la casa, en definitiva, que responde a la lista de deseos que una pareja le hizo llegar a las arquitectas de Studio Lemon, dirigido por Marta Miñarro y Lourdes Sáchez.
"Pocos encargos comienzan como este -recuerdan estas profesionales-. Los propietarios nos entregaron una lista de deseos e ilusiones que tenían depositados en su nueva casa. Una lista de expectativas cuya finalidad era poder compartirla y disfrutarla con sus amigos. Dicho programa lleno de pretensiones nos cargaba de responsabilidad debido a que, por un lado, hablábamos de una vivienda convencional combinada con una serie de espacios polivalentes en función de su uso; mientras que, por otro, tenía que responder a una casa volcada al ocio y respetuosa con el medio que la rodea".
Contaban para cumplir con todas estas expectativas con un presupuesto bastante limitado, que obligó a reducir la superficie total de la vivienda, pero sin renunciar a los valores más importantes del programa y la sostenibilidad. El resto lo hizo la magia que obra en los espacios una arquitectura comprometida con los deseos del clientes y con el propio significado de la obra.
Señalan las arquitectas que se trata de una vivienda cuya tipología se plantea en planta baja y se define por dos piezas rectangulares contrapeadas, donde el pasillo de acceso a la vivienda distribuye todas las estancias. El volumen rectangular se resuelve con una envolvente de muros de carga con piezas cerámicas de ladrillo y dos patios interiores que resuelven la exposición del clima y la economía de medios.
Los patios interiores son dos piezas fundamentales en el proyecto, apuntan las profesionales de Studio Lemon. Estos están diseñados para generar un colchón térmico en invierno manteniendo el calor dentro de la vivienda, mientras que en verano, gracias a la apertura de las carpinterías interiores, se genera una ventilación cruzada refrescando el interior. Reducen así el gasto mecánico y evitan la incidencia directa del sol en el interior de la vivienda. Además, dicha apertura da lugar a un gran espacio abierto que comunica ambos patios, convirtiéndose en una zona privada para sus eventos sociales.
La primera decisión de Studio Lemon a la hora de ejecutar este proyecto fue "no intervenir en el terreno y adaptarnos a el. De esta forma evitábamos los movimientos de tierra y reducíamos el impacto ambiental". Por otro lado, añaden, "trabajamos con un sistema económico de muros de carga"; los interiores de hormigón se dejan vistos para reducir en revestimientos y aprovecharlos de manera decorativa.
Asimismo, indican que el forjado sanitario en cimentación está apoyado sobre el terreno, permitiendo que la casa este elevada respecto al resto y de esta manera evitar problemas de humedades e inundaciones por encontrarse en una zona de lluvias torrenciales. La poca tierra que se movió se repartió por el resto de la parcela, sirviendo para elevar la zona de la piscina y siendo aprovechada para los jardines naturales en el perímetro.
"La reutilización de agua, dada la instalación de aprovechamiento con la que cuenta la vivienda, la usamos para regar y dar servicio a baños. Además, unas placas fotovoltaicas en cubierta dan un servicio de autoconsumo. La cubierta se protege con el material reciclado obtenido de los residuos cerámicos generados en la propia obra", explican las arquitectas.
Para el suelo interior de la vivienda se ha utilizado la propia solera del forjado con un acabado epoxi, evitando materiales cerámicos exportados. MIentras que en los pocos revestimientos y en el suelo de patios y en los baños se han aplicado piezas de barro natural de la zona de Totana, convirtiendo dicha "vivienda mediterránea" en una apuesta por materiales locales donde el oficio tradicional cobra la importancia que merece.